118 | LECTURAS / FORO | 24 de diciembre de 2003

Foto de Adela BaschConversación abierta con Adela Basch
Invitada especial del foro de Imaginaria y EducaRed

 


De la timidez a los talleres

María Paz:

Soy un poco tímida, pero si es que realmente este mensaje te llega a vos, quiero decirte que me gusto mucho tu obra: "Abran cancha que aquí viene Don Quijote de la Mancha", fue muy graciosa. Soy de Neuquén y en este momento me encuentro trabajando. Me gusta mucho la literatura y sobre todo me gusta leer obras como las tuyas.


Adela Basch:

Hola María Paz, muchas gracias por tu mensaje. Este medio de comunicación puede enmascarar un poco la timidez, ¿no te parece? Si te sirve de algo, yo soy timidísima, y muchas de las cosas que hice hasta ahora empezaron como recursos para sobreponerme a la timidez o para impedir que me paralizara. Me alegra enormemente que te guste leer mis obras y saberlo me ayuda a vencer la dificultad de escribir.


Marlene del Valle:

A mí también me encantan tus libros. Soy bibliotecaria, y puedo decirte que a los chicos también. Los chicos de 6º leen Abran Cancha y les encanta representarlo, a veces hacen toda la obra y otras veces algún fragmento.

La luna junto a la laguna es uno de los libros de cabecera de mi hija de 8 años. Ella tiene una biblioteca bastante surtida pero tiene algunos, como el tuyo, que son los que lee y relee constantemente. El de colmos es el que lleva de vacaciones siempre o cuando va de visita o a dormir a algún lado.

Me atreví a escribirte para darte más motivos para vencer tus dificultades a la hora de escribir. ¿Cuándo lo hacés? ¿Esperás la inspiración o todo surge de la transpiración? Una de las cosas que más me gusta de tu literatura es tu humor, ¿también lo tenés personalmente, o la tímidez no lo deja aflorar?


A.B.:

Marlene, gracias por lo que me decís. Para ser sincera, he hecho tanto esfuerzo por vencer la timidez, que me pasé de rosca y creo que ya no hay retorno. Así que te digo que personalmente dejo que emerja todo el humor posible, a veces con no poco desconcierto de quienes estén cerca. En cuanto a cuando escribo, lo hago todo el tiempo salvo en los momentos en que voy al dentista y me pide que deje las manos quietas por temor a un manotón, cuando viajo de pie en un transporte público y es cuestión de vida o muerte que me sostenga del pasamanos y cuando me peino. Me peino una vez cada diez años. Tengo el cabello muy delicado y no lo quiero dañar. A la inspiración no la espero. Tiene siempre las puertas abiertas de par y entra y sale como Inspiración por su casa. De la transpiración surge casi todo. Hace poco incluso leí una teoría según la cual de la transpiración surgieron los mares, los ríos, los lagos y el rocío.


Carlos Marianidis:

Lamento decirte que esa teoría según la cual de la transpiración surge casi todo la escribió Greg Austin y es una publicidad de Axe.


A.B.:

Sí, es cierto, Carlos. Se le reveló después de una conversación que tuvimos viendo el crepúsculo cerca del mar, cuando sintió un irresistible deseo de zambullirse. A los dos minutos salió despavorido al grito de: ¡Todo es transpiración!


Cecilia:

Soy otra del club de las tímidas a las que medios como este ayudan bastante (un poco enredada a veces, pero con algún hilo para tirar y salir). Me interesaría escuchar algo sobre los talleres que hacés con chicos y con adultos. Modalidad, anécdotas y lo que tengas ganas.


A.B.:

Hola Cecilia, espero que no estés demasiado enredada y me puedas escuchar. Respecto de los talleres: en principio me voy a referir a los que estoy haciendo para chicos y chicas que se están acercando a las letras y a los libros, de entre tres y seis años. La propuesta es que vayan acompañados de al menos un adulto de su núcleo familiar: madre, padre, abuela, hermano mayor, tío o tatarabuelo. Y que en el taller la persona adulta pueda descubrir lo tremendamente divertido que es compartir momentos de lectura y escritura con los que están dando sus primeros pasos.

Te cuento algo que me divierte. Muchas veces antes de empezar les digo a todos los participantes que soy muy tímida y que además me da un poco de vergüenza leerles un cuento que escribí yo. Lo cual es absolutamente cierto. Todo eso se los digo con la cara tapada con un sol de peluche. Entonces suele ocurrir que muchos nenes y nenas me dan ánimos y me tratan de convencer para que no sienta vergüenza. Y algunas veces me dicen que me saque el sol de encima porque me voy a quemar.


C.:

¡Qué buen comienzo! Durante y después de la lectura, ¿qué sucede? (Con los chicos, con los grandes, con vos, con los libros...)


A.B.:

La lectura está a mitad de camino entre la narración y el teatro y se hace con participación activa de los chicos, que a veces leen palabras escritas y a veces "leen" objetos. Después hay un momento de escritura conjunta de chicos y adultos, en el que los chicos se ponen de acuerdo entre ellos y dictan a los adultos lo que quieren que escriban. Finalmente se leen todas las producciones y se hacen algunas breves reflexiones sobre lo que irrumpe en la vida cuando adultos y chicos comparten momentos de lectura.


S.:

Dónde-Cuándo-Cómo


A.B.:

Los talleres se realizan en escuelas, jardines, centros culturales, plazas, domicilios particulares o en cualquier lugar que se convenga y donde se pueda reunir al menos de 15 a 20 chicos y chicas acompañados. Esta es gratuita, y una vez finalizado el taller quien lo desee puede comprar el libro que se ha compartido.


S.:

No conocía la actividad, y me interesó la propuesta: La interacción de grandes y chicos, el diluir los compartimentos estancos alrededor de la literatura/escritura, y el estímulo que (por lo poco que comentaste) parece tener la iniciativa en los participantes me parece interesante por demás.

¡Chicos de 3 a 6, llamen a sus amiguitos y llévenme con Adela!



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