Conversación
abierta con Adela Basch
Invitada especial del foro
de Imaginaria y EducaRed
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- Infancia y sociedad
- Humor cotidiano
- Rumor cotidiano
- De la timidez a los talleres
- De la democracia al endecágono
- Sinvergüenza(s)
Sinvergüenza(s)
Starosta:
Veo una constante en los temas abiertos: la ver-güenza, la des- vergüenza, los sin-vergüenza y otros tantos xx- vergüenza que mejor no mencionar.
Digo yo, ¿es una constante de la literatura?
¿Es un producto no deseado de la escritura?
¿Es un efecto colateral de la exposición?
A.B.:
Creo que tal vez esto pueda explicarse desde la perspectiva de que en la escritura hay con frecuencia cierto descaro. Y si esto es cierto, los libros van a tener que abaratarse.
Isabel:
¿Abaratarse es atarse con bara? ¿no era que había que atar cabos? ¿O atamos cabos con la bara?
A.B.:
Isabel, abaratarse puede ser todo lo que decís, y también atarse a un bar.
Starosta:
Con un cabo.
A.B.:
Si fuera el Cabo de Hornos sería una atadura muy fogosa.
S.:
Y si fuera el cabo Frío habría que ponerse los guantes.
A.B.:
Y si fuera el cabo Verde habría que esperar que madurara.
S.:
Y si fuera el cavo tendría una x en ortografía, (o una _)
A.B.:
Sí, me inclino a pensar que tendría una (_), pero no me quiero inclinar demasiado porque por ahí me caigo.
S.:
Un amigo decía: "inclinarse sugiere, caerse delata".
A.B.:
Es cierto, siempre lo veo al durazno ir de lata en lata.
I.:
Y a más de una pera. Esas sí que son sinvergüenza(s), como dice el título, porque, además de la lata, las he visto en el bar atadas a los cabos. Y había alguna caída por ahí también.
A.B.:
Sí, a veces se caen juntos y al final no se sabe si el cabo espera.
Gloria:
Claro, no sabe si es pera o es cabo...
O a lo mejor el cabo espera peras del olmo, ¿no?
I.:
Que no se gaste en pedírselas porque el olmo es sordo.
A.B.:
Sí, y ya es el colmo esta sordera del olmo. Una leyenda cuenta que se volvió sordo para dejar de oír que le pedían peras.
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