165 | GALERÍA | 12 de octubre de 2005

María Wernicke

Informe preparado por César Da Col

"Mis dibujos son como yo. Pueden ser decididamente obsesivos, calmos y tiernos, melancólicos o rabiosos. Me atrapan la ternura, el humor, el mundo de los animales y las plantas, tanto como lo oscuro. Ilustré teatro, poesía, cuento, historia, novelas, libros de matemáticas, ciencias sociales, ensayos… Mis dibujos fueron tan variados como los textos que ilustré, pero siempre con pasión."

María Wernicke nació en Buenos Aires, el 12 de febrero de 1958. Es miembro del Foro de Ilustradores/Argentina y de la Asociación de Dibujantes de la Argentina (ADA).

Si bien su infancia se desarrolló rodeada de libros (es hija de los escritores Enrique Wernicke y Rosa Dror Alacid), a la pequeña María no le agradaba leer: "Me gustaba que me leyeran y me contaran historias. También me gustaban los libros nuevos, el olor a libro nuevo. Pero en casa todos los libros eran viejos. Queriendo incentivar en mí el hábito de la lectura, por cada libro que leyera, me regalaban dos nuevos. Así es que leí la primera y última página de varios tomos de la colección Robin Hood…" Entre los libros que tenía al alcance de su mano, estaban los cuentos completos de Hans Christian Andersen y otros autores, algunos de países muy lejanos: "Pasé horas mirando esos dibujos y, muchas veces, pintando los firuletes de tinta china con crayones. Hubo otros libros que me atraparon desde muy chica: el de reproducciones de Renoir, el de Van Gogh, el de las esculturas de Rodin… esos eran mis libros de cabecera. También me atraparon algunos cuadros que había en casa, entre una biblioteca y otra: un dibujo de Carlos Alonso, una pintura de Cachete González, otra de Michi Aparicio, un dibujo de Castagnino y dos reproducciones, una de Brueghel y otra de Van Gogh."

Sus estudios de dibujo fueron al principio en la Escuela Manuel Belgrano, y luego en diversos talleres particulares, como los de Federico Aymá, Pablo Bobbio y Gilda Díaz Vieyra. Ya con una formación artística a cuestas, hizo exposiciones de dibujo, individuales y colectivas. También trabajó mucho tiempo en diseño gráfico. Y con su colega Gachi Edelstein realizaron esculturas en cartón piedra de animales, reales e inventados.

Poco faltaba para que la semilla de "ilustradora para niños" naciera en ella: "Inventé un personaje llamado Lu e intenté publicar sus historias sin palabras. Así fue que la conocí a Adela Basch —en ese entonces a cargo de la Dirección Editorial en Libros del Quirquincho—, con quien publiqué mis primeras ilustraciones. Era un libro de Graciela Pérez Aguilar: Había una vez un delfín. Desde entonces, trabajo como ilustradora." Al poco tiempo de haberse publicado este libro, María Wernicke conoció a la ilustradora Nora Hilb, quien la invitó a participar de la Segunda Muestra de Ilustradores en la Feria del Libro Infantil de Buenos Aires: "Así conocí a Istvan, Mónica Weiss, Gustavito Roldán, Didi Grau, al Negro Rojas, y muchos otros; quienes se convirtieron en mis solidarios compañeros, consultores, queridos colegas, los que ya estaban germinando lo que es hoy el Foro de Ilustradores. La lista, ahora, de esos queridos colegas, creció un montón. Supongo que si quisiera nombrarlos a todos, no alcanzaría la página… Pero es a ellos que les quiero agradecer, por nuestras uniones y reuniones, poder seguir creciendo, creyendo. Es que todos juntos es más fácil y divertido, ¿no? Chin, chin. Salud."

Entre sus trabajos como ilustradora se destacan la colección "Martín y Julieta" (Libros del Quirquincho); colección "Verde limón", de Mercedes Pérez Sabbi (Sigmar); Candelaria y Candelaria y los monstruos, de Griselda Gálmez y La señora Zapiola, de Sandra Filippi (Alfaguara); Las aventuras de San Martín, de Eliana Arrascaeta y María Luna (Errepar); Leyendas de audacia, de Edgardo Sanabria Santaliz (Alfaguara de Puerto Rico); Portada de Hans GrilloEl verano del potro, de Rodolfo Otero (Estrada) y El ruiseñor, de Hans Christian Andersen (colección "Cuentos de La Valijita", de Atlántida). Para Ediciones Colihue ilustró Hans Grillo y otros cuentos y Los jardines de Plácido, dos libros de su padre Enrique Wernicke.

También colaboró con las editoriales Santillana (de Argentina y Puerto Rico), Longseller, A-Z, Puerto de Palos, Edebé (de España y Argentina), y la revista para niños AZ-diez. Participó en la Muestra de Ilustración para Niños de Bratislava (2001).

Para contactarse con María Wernicke, hay que escribir a wernicke@fibertel.com.ar. También se pueden ver más trabajos suyos en www.forodeilustradores.com.ar/Ilustrador.asp?wernicke.


Así trabajo

por María Wernicke

Si se trata de un encargo, leo y releo el texto; trato de captar el clima y, por lo general, entro en pánico. Necesito leer el texto muchas veces para imaginar a los personajes, darles fisonomía, un carácter… Suelo asustarme frente a un texto nuevo y al papel en blanco. Y el susto no pasa hasta que de tanto leer y, muchas veces, investigar más profundamente la época en que transcurre la historia, paisajes o ambientes, me decido a empezar a bocetar. Entonces, me calmo. Por ejemplo, para ilustrar "El ruiseñor", investigué sobre vestimentas, el uso de los colores y costumbres, y también tuve en cuenta las ilustraciones de las primeras ediciones, correspondientes a la época en que fue escrito.

No siempre tengo clara la técnica que voy a usar. A veces surge mientras hago los primeros dibujos, a veces la tengo clara antes, y otras veces decido cuando se me acaba el tiempo.

La parte que más disfruto es la del original, cuando ya tengo claro qué y cómo lo voy a trabajar. En el camino muchas veces improviso pero tener un punto de partida definido me da tranquilidad, aunque la primera pincelada no está exenta de un poquito de susto. En cambio, todo lo que sigue me da placer y más placer.

Con mis propios proyectos, a veces aparece primero la historia o el texto, otras las imágenes. También suelo soñar dibujos, imágenes diversas y colores que me sorprenden y que, al despertar, trato de hacer. No siempre lo logro pero es un trabajo que me gusta mucho.

Sintetizando… amo mi trabajo, me siento privilegiada pudiendo vivir de algo que disfruto tanto (incluso de los miedos que me atacan en el camino).


Obras de María Wernicke

 

Obra de María Wernicke

Obra de María Wernicke
"Estas postales fueron hechas para la muestra del Foro de Ilustradores en la Feria del Libro Infantil y Juvenil de 2004 pero expuse solo una. Ambas salieron de un sueño." (M.W.)

Obra de María Wernicke

Obra de María Wernicke

Obra de María Wernicke
Ilustraciones para el libro Candelaria y los monstruos, de Griselda Gálmez (Buenos Aires, Editorial Alfaguara, 2005). Técnica: tinta.

Obra de María Wernicke
Ilustración para el libro El ruiseñor, de Hans Christian Andersen (Adaptación de Silvia Schujer (Buenos Aires, Editorial Atlántida, 2004; colección Cuentos de La Valijita). Técnica: Tinta y óleo.

Obra de María Wernicke
"Lu". Inédito, 1987. Técnica: Tinta.

Obra de María Wernicke
Ilustración para el libro Esmeralda y las frutillas, de Griselda Gálmez (Buenos Aires, Editorial e.d.b., 2005; colección Flecos de Sol). Técnica: tinta.

Obra de María Wernicke
Ilustración para el libro Leyendas de audacia, de Edgardo Sanabria Santaliz (San Juan, Puerto Rico, Editorial Alfaguara, 2004). Técnica: tinta.

Obra de María Wernicke
Ilustración para la tapa del libro Dinosaurios, de María Espósito (Buenos Aires, Editorial Atlántida, 2005; colección Libros de La Valijita Curiosa). Técnica: tinta.


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