136 | LECTURAS
| 1° de septiembre de 2004

Márgara AverbachConversación abierta con Márgara Averbach
Invitada especial del foro de Imaginaria y EducaRed.


La literatura de las minorías étnicas

Gracie

Leí que te interesa especialmente el estudio de la literatura de las minorías étnicas estadounidenses como una literatura de la resistencia. ¿Podrías comentarnos algo más acerca de esto? ¿Cómo la descubriste? ¿Qué etnias y autores estudiaste? ¿Qué rasgos te resultan más notables?


Márgara Averbach

La historia es más o menos así: cuando terminé Letras, quise seguir el doctorado y busqué un tema en lo que me interesaba, Literatura Norteamericana, o sea mejor dicho Estadounidense (porque, claro, si no, tendría que incluir a México y Canadá). Mi "padrino" (o sea el que te guía en la tesis) era Garasa..., que era excelente, en realidad. No sabía mucho del tema, más bien nada... y me ayudó en cosas como formato, presentación..., me hizo sufrir correctamente, con suavidad, cuando terminé la primera versión de la tesis, la leyó y dijo: Muy bien el material pero está todo mal presentado, hacelo de esta otra forma, forma comparativa. Y tuve que reescribir todo y quedó mucho mejor.

Como sea: yo pensé hacer negros (que era lo que más me interesaba desde un curso dado por un profesor Fulbright en el Lenguas Vivas, un hombre que se hizo mi amigo en el '78 y lo sigue siendo, Richard Abcarian) y tal vez, judíos. Y a él se le ocurrieron los indios, de los que yo no sabía nada de nada. Así que investigué. Te soy totalmente sincera: fueron un descubrimiento tal que dejé todo lo demás de lado y es lo que más hago ahora. Compro mucho libro cuando voy allá (voy ayudada y con el viaje pago, claro, o no me alcanzaría y me traigo cajas cuando voy, cajas que me lleva años leer) y sigo adelante y me comunico por mail.

Cuento dos o tres cosas: la literatura india estadounidense es de resistencia pero es lo más hermoso que yo haya leído (no toda, claro, pero sí muchísima) porque es una literatura mestiza, escrita en un idioma occidental como el inglés, está basada en una visión del mundo (esto es teoría, Goldmann, se refiere a la visión del grupo al que pertenece el escritor, su comunidad, su cultura, su clase, su raza, etc.) totalmente no occidental, que se rebela contra el Occidente y ofrece otra visión de todo, una visión esencialmente holística, o sea, que cree que todo está relacionado, que nada es fragmentario, y que todo importa. Una visión muy comunitaria.

Hay más, claro, pero si interesa sigo y si no, esto se hace largo.


Gracie

Márgara, desde luego que me interesa muchísimo lo que decís, y estoy segura de que no soy la única en este foro...

Cuando estuvo aquí Liliana Bodoc, comentó algo parecido acerca de la visión holística del mundo de los pueblos originarios de América. ¿En qué aspectos de su literatura se manifiesta esta visión?


Graciana

Lo que contás es muy interesante. Mencionás el idioma en el que está escrita y este tema me interesa especialmente: cómo una cultura se apropia del idioma del grupo que la sometió, y lo usa para resistir, para rescatar lo propio y mostrar su concepción del mundo, que se convierte en una alternativa frente a los tiempos que vivimos. 

Me gustaría saber qué marcas distintivas tiene el inglés que usan estos autores. ¿Qué libro podríamos leer para acercarnos a esta literatura? 


Márgara Averbach

Gracie, a ver... en realidad se manifiesta en todos los aspectos, todos. Pero digamos: forma. En las novelas (que son lo que más me interesa a mí personalmente) hay un uso completo de las técnicas de fragmentación de la modernidad (puntos de vista variados, diferentes textos, cartas, informes, etc. muchos personajes cruzados, tiempos no cronológicos) pero cuando se termina la historia, lo que se está diciendo en ella es que todo eso que parece tan variado no es fragmentario sino parte de un todo. Por ejemplo, se dice en esquemas: los esquemas son espiralados, y todo tiene que ver con todo, siempre se habla no de una separación, de una alienación sino de un regreso y de una vuelta a la comunidad. Hay novelas inmensas (mi preferida: Almanac of the Dead de Leslie Marmon Silko) que tienen cientos de personajes que no se conocen entre sí pero que de alguna forma están unidos por el mundo mismo. El mundo es claramente uno y eso se ve en forma, fondo, relaciones, etc. Es un poco complicado hablar de esto sin texto... pero de eso se trata.

Ah, hay tres novelas traducidas que a veces se consiguen: Huellas, Filtro de amor y La reina de las remolachas de Louise Erdrich, Tusquets. Es una edición de hace años y después no la tradujeron más, cosa que lamento. El último libro que leí de ella era MARAVILLOSO.

Graciana, las marcas nunca me puse a estudiarlas, yo estudio sobre todo la forma: un ejemplo. Hay una novela rarísima y muy chiquita que se llama The Light People de Gordon Henry. Tiene una estructura impresionante que denota eso que dije: tomar cosas de otro, apropiarse pero usarlas de un modo completamente distinto. Lo que hace Gordon es anular las oposiciones binarias típicas de Occidente. A ver, mal versus bien; noche versus día; mujer versus hombre; realidad versus texto, etc., etc. Todo Occidente está pensado así. Ellos están en contra y consideran que todo es uno y que no hay oposiciones. En esa novela, por ejemplo, se usa la estructura cajas chinas: un cuento dentro de otro, como en Las Mil y Una Noches, digamos. Pero lo que se hace es abrir una dentro de otra y dentro de ésa, otra y así y se vuelve muy complicado de seguir. Lo más interesante es que en un momento un personaje abre un libro en una biblioteca (en la que se refugió por casualidad y el libro lo elige por casualidad) y de pronto, dentro del libro se abren historias que explican la realidad de afuera... No sé si puedo explicarme bien con eso: lo que está en el texto escrito contesta preguntas de afuera, muy directamente, porque no hay fronteras nunca entre ninguna cosa. Todo está unido. Y al leer es imposible saber cuándo salimos del libro y cuándo estamos adentro, el autor NO quiere decirnos. Tiene que ver con una concepción según la cual el lenguaje es la cosa que nombra. La separación que hacemos nosotros entre la palabra "silla" y la cosa silla, no existe para ellos y lo muestran así.

Para leer en castellano, están las novelas de Erdrich... que ya nombré. Esas no son las mejores y ella es muy buena pero la más occidental de todas, creo yo, pero bueno... es lo que hay. Para mí hay genios como Leslie Silko y Greg Sarris pero no están traducidos.


Amara

Márgara:

¡Fascinante el mundo de estos escritores! Supongo que ellos deben tener conciencia de que están representando otra visión. ¿Participan de los círculos académicos? ¿Sabés si la crítica los toma en cuenta?

Te cuento algo: hace poco fui a un recital de una artista mapuche, Luisa Calcumil. Fue toda una experiencia: cantó y contó (en mapuche y castilla como dicen ellos) con gran libertad ya que no sólo se dedicó a la música tradicional de su pueblo sino que entonó unas polquitas y milongas (para bailar) y en un momento recordó a Aimé Painé (otra cantante mapuche) a quien muchos criticaban porque vivía en Buenos Aires y que ella defendió por hacer su tarea donde le tocó estar.

Personalmente creo que la "pureza" no es posible y a veces no es deseable (ya sabemos a qué se llegó por eso). El mestizaje es mucho más interesante, como lo es la existencia de estas otras visiones alternativas que, desde ya podemos sentir tan cercanas en mucho los que disfrutamos de la naturaleza sin tratar de domesticarla.  


Márgara Averbach

Amara, sí, es un mundo emocionante y alternativo. Por eso me interesa, supongo. La crítica los toma en cuenta hasta cierto punto y muchos de ellos están en universidades en los EEUU, en los departamentos de Native American (india) literature. Otros no, otros se defienden como pueden en editoriales chicas...

Nunca fui a ver a Luisa Calcumil pero la escuché en algún canal tipo arte hace un tiempo y lo de Aimé Painé lo sé perfectamente. Los segundos nombres de mis hijos (los tres) son mapuches: Nahuel (el segundo nombre de Dante); Painé (el segundo nombre de Tamara) y Aimé, el de la tercera, Selva). Y en parte fue por Aimé Painé, que la conocía bien.

Desde ya que lo puro no sirve y además es una ficción. Y que lo más interesante es lo mestizo, o híbrido como dice cierta crítica.

Amara, Gracie y todos

Se me ocurrió una forma de expresar la diferencia con lo binario occidental en un mensaje corto en estas literaturas. De pronto, cuando me levanté.

Ahí va: nosotros pensamos todo en opuestos, creo que ya lo dije, no todo pero tendemos a eso (mal vs. bien; noche vs. día; negro vs. blanco, etc.).

Ellos no creen en ninguna oposición, todo está relacionado y en contacto. Y por eso tienen tricksters. Los tricksters son personajes cómicos, malvados y sagrados y buenos al mismo tiempo, de los cuales derivan, pero mal, personajes como Bugs Bunny o el Correcaminos... En Argentina, algo parecido sería Isidoro. Pero ninguno de esos es realmente un trickster, sólo una especie de hijito de los tricksters. Un trickster de los Laguna es el coyote. Y es un animal y una persona al mismo tiempo. Hay un cuento de la Silko que puede servir de ejemplo. En el cuento, que se llama "Coyote" tiene toda una casa en la mano, hay un hombre de un pueblo (sólo el título lo llama Coyote) indio que es de lo peor: no quiere trabajar, tiene novia pero no quiere casarse porque ella lo va a hacer cultivar su tierra así que ella lo deja y se va con otro de otro pueblo. A él le da rabia (aunque él tiene la culpa) y decide vengarse. Entonces, se va al otro pueblo, y va a ver a una mujer sola y le dice que es un Medicine Man, un hombre que cura. Y entonces ella lo atiende y le da de comer y le comenta que tiene una tía vieja muy enferma y que si la puede curar. El tipo se da cuenta de lo que tiene que hacer y le dice que sí, que va a organizar una ceremonia. Pide que se vayan todos los hombres del pueblo y se queden todas las mujeres del clan (la casa del título). Se sienta frente a las cenizas del fuego y les hace hacer una cola y les frota una por una las piernas con ceniza. Le encanta hacerlo, lo hace por lujuria y ellas no se resisten porque saben que así se va a curar la tía... y mientras lo hace él piensa "qué tonto, ¿por qué no dije que las que tienen más de 50 no pueden entrar en la ceremonia?", pero como es un curador en el fondo, ya no puede poner otras reglas y las toca, a todas las mujeres del clan, una por una. Y al final, lo hace con la tía... (hasta aquí es un vivo que se venga) pero la tía se cura.


Eariel

Márgara, ¿Pedro Urdemales es un "trickster"? En la mayoría de las historias es sólo un "chanta", un vivo, pero a veces se porta bien "sin querer queriendo", como diría el Chavo del Ocho.


Márgara Averbach

Para mí, sí pero... A todos los tricksters de Occidente (como los ejemplos que di) les pasa que les falta lo sagrado, lo curador, eso que los hace importantes personajes de las mitologías indias...


Amara

Márgara:

¡Gracias por el cuento! Muy ilustrativo y además me causó gracia (probablemente no sea ése el propósito pero tiene gracia).

No sé por qué (y perdón si digo una barbaridad) pero me hizo recordar a algo de la Biblia. Concretamente la historia de Jacob.

Contada como cuento la historia de Jacob también es la de un vivo que hace todo con trampas hasta que mete la pata tan feo que se tiene que escapar y en el desierto sueña el famoso sueño de la escalera por la que bajaban ángeles (!) y al otro día ¡se le aparece un ángel y lo reta a pelear! Bueno, ya sabemos cómo sigue, pero ¿no es impresionante que haya sido ese señor el que dio su nombre al pueblo elegido?

Claro, después de pelear (y ganarle) a un ángel...


Márgara Averbach

El cuento es gracioso y cómico, sí, pero también habla de cómo es erróneo, equivocado, y muy dañino creer que todo se divide en bueno o malo, en blanco o negro, en etc., etc.

No puedo decir mucho de la Biblia, me la leí toda hace mucho, mucho tiempo... como literatura (no soy de una familia creyente) pero no la recuerdo demasiado, no con exactitud. Sé que hay libros enteros de filosofía de los indios (por lo menos los estadounidenses) donde comparan todo el judeo cristianismo con su manera de ver las cosas y no hay demasiado en común..., no del todo. Hay un libro sobre todo que se llama God is Red, (Dios es Rojo, rojo por Piel Roja) en el que Vine Deloria, un Lakota (o sea, sioux, según los franceses) hace esa comparación y es impresionante en muchos sentidos. En otros, yo no puedo verlo como él. En fin, lo esencial es que él dice que la religión judeo cristiana, tal como es ahora (no en tiempos de la Biblia, que quede claro) es una religión conectada al tiempo, a una historia que tiene un principio (la Creación), un final (el Apocalipsis) y ciertos puntos culminantes, por ejemplo, la vida de Cristo para los cristianos. Y que se puede ser de esa religión en cualquier parte del mundo. No está relacionada con un espacio específico. En cambio, las religiones (llamémoslas así pero son más que eso, o no son exactamente eso) indias de lo que es hoy EEUU están relacionadas con un espacio... es decir, no puedo creer lo que creen los sioux si no veo sus montañas sagradas, si no existo y vivo en las Grandes Praderas. Cada pueblo tiene que tener otra religión porque vive en otra parte y el lugar es lo esencial. El tiempo es mucho menos cronológico y fundamental y no hay ni principio ni fin.

Es complicado. No digo que Jacob no tenga que ver... no sé, no me acuerdo mucho de la historia. Pero seguramente hay grandes diferencias.


Amara

Márgara:

Ahora me doy cuenta de que mi comparación era, digamos, irrelevante.

Pensé que sería posible pensar en un personaje que está "de los dos lados" en varias culturas (como el rey mono en los cuentos taoístas chinos).

Debe ser un mecanismo cultural.

De verdad que hay cosas que se entienden distinto y que, por suerte la globalización no engloba.

Y, siguiendo con mi afán de comparar ¿hay entre estas gentes algo así como un libro sagrado? Lo escribo y pienso que no porque si no hay un tiempo de origen probablemente no haya nada que explicar... ¿será así?

De todas maneras es impresionante comprobar (interpretación mía) que cuanto más abstracto se vuelve un sistema de pensamiento, más deja afuera. ¿Y qué es más real que el lugar donde uno nació? 


Márgara Averbach

Creo que hay personajes que están en muchas culturas, pero también creo que hay que guardar la diferencia...  y cuidarla porque es indispensable en el mundo natural y en el cultural también...

Al menos en el Norte (me refiero a América), las culturas eran esencialmente orales y por lo tanto, esa otra característica cultural europea, de poner lo escrito por encima de lo oral, no existe. No hay "libro" sagrado porque lo sagrado es el mundo en un sentido restrictivo y no del todo fácil de entender para alguien de afuera. Tiene que ver con lo siguiente: para Occidente, Adán "nombra" las cosas que le entrega Dios y se las entrega para él y él las domina. Animales incluidos. En estas culturas, un animal vale tanto como una persona, y el "nombrar" es igual de potente pero sólo porque no hay distancia entre palabra y cosa, entre significado y significante, diría el amigo Saussure... Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado con cómo se usa el lenguaje. Pero el lenguaje en el que se piensa es el oral, no el escrito.

No hay duda de eso último que dijiste, por eso yo todas estas cosas las voy entendiendo más y más pero en realidad, las miro siempre de afuera y soy muy consciente de eso...



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