130 | LECTURAS | 9 de junio de 2004

Conversación abierta con el Foro de Ilustradores
Invitado especial del foro de Imaginaria y EducaRed

 


Preguntas para los dos

Eariel

¿Qué libro les gustaría ilustrar?


Monica Weiss

hola eariel, muero por ilustrar cuentos clásicos (perrault, hermanos grimm) y mitos griegos. podría pasarme el resto de mi vida con los mitos griegos y listo.


Laura 02

¿Te gustaría saber qué prefieren los chicos a la hora de ver ilustraciones? Soy docente de un grupo de 5 años y puedo relevar datos, me encantaría ponerlos en contacto con vos.


Mónica Weiss

hola laura,

sí, qué bueno sería escucharlos! yo por algunos años di clases acá en mi taller a dos grupos de chicos: uno de 7-9 años otro de 10-12 años.

mi experiencia -viniendo estos alumnos tanto de colegios privados como de colegios del estado, pero todos vecinos de palermo y colegiales- fue que en las primeras clases ERA CANTADO que ellos se largaran dibujando personajes provenientes de la televisión.

mi técnica educativa no tiene que ver con la imposición, sino con provocar el deseo de las cosas nuevas, de modo que lentamente se iban interesando en imágenes que ¡por fin! les surgían de su interior, algunas tan jugadas que para mostrárselas a sus propios padres había que efectuar una petit preparación...

¿no te ocurre lo mismo con tus alumnos?


Sofia

Hola, qué bueno charlar virtualmente con ustedes... Justo tengo delante de mis ojos el folleto que me traje de la feria del libro de la colección libros -álbum del Eclipse. No me compré ninguno porque me parecieron joyitas un poco caras para mi exiguo bolsillo... pero eran fantásticos.

Consulta número 1: ¿qué define, para ustedes, a un buen ilustrador?


Mónica Weiss

hola sofía, qué buena pregunta, da para muchas veces, no? a ver...

el ilustrador es un artista plástico que desarrolla su obra dentro del mundo de los libros.

pueden ser libros con o sin texto, libros de relatos o de poesía o sólo de atmósfera sin siquiera el menor movimiento en el sentido de ningún recorrido más que el paso de una hoja a otra (y eso mismo puede trastocarse, estaba pensando en algo así como un 62 modelo para armar de cortázar pero desde las ilustraciones).

un buen ilustrador es el que construye el aspecto visual de un libro como parte de una obra integral: "el libro ilustrado". uno que toma partido por una posición estética y ética, que proponga/interprete ideas con recursos artísticos que se lo permitan (está lleno de grandes ideas, pero hay que saber llevarlas a cabo).

pero un gran ilustrador es alguien que te abre la cabeza, que te da ganas.

(me freno, podría seguir más y más)


Sofia

Me imagino que entre un "ilustrador" y un "pintor" hay una línea delgada... pero ¿hay una línea? Quiero decir, no me imagino a Gorriarena ilustrando un libro... pero Castagnino ilustró libros...

¿Eso diferencia a un ilustrador de un pintor? (Digo "pintor" en un sentido amplio, porque decirle "artista" es como descalificar al ilustrador.)


Istvansch

(A Eariel)

 Coincido con Mónica. Los clásicos en edición de lujo, tapa dura, tamaño gigante, muchas páginas (cientos), papel de ilustración, con buenos derechos de autor, un excelente anticipo y que se convierta en best seller (¿vos hablabas de deseo, no?).

Ah! y en versiones originales, bien truculentas: Caperucita comida por el lobo y sin ningún leñador que la rescate; Blancanieves muerrrrrta por el mordisco y su desobediencia, etc.

También, en las mismas condiciones que citaba más arriba: mis cuentos, que disfruto mucho haciendo y es lo que más me gusta, hacer libros íntegramente míos.


Laura 02

Mónica: Te cuento que una vez al año, en mi institución trabajamos un Proyecto de Arte. Allí indagamos mucho sobre pintores célebres y no tanto, visitamos nuestro museo de bellas artes, observamos producciones de distintas escuelas de pintores y realmente ese trabajo es fascinante para disparar en ellos la creatividad y hacerlos salir de los estereotipos. A los 4 o 5 años no dibujan tanto sobre personajes de televisión pero sí tienen estereotipos claros de casitas, flores, mariposas, etc. Y una constante es que se sueltan más fácilmente los varones que las nenas de esos estereotipos.

Te prometo entre hoy y mañana recabar alguna pregunta de los chicos.

Gracias!! Es un placer tener estos contactos con ustedes!


Istvansch

Por supuesto que uno tiene intriga de saber qué prefieren los chicos a la hora de ver ilustraciones, pero este es un tema peliagudo que Mónica bien contestó: muchas veces (MUCHAS) los chicos ya están mediatizados por la televisión y los estereotipos y, puestos a elegir, eligen más de lo mismo. Creo que la tarea del ilustrador es escuchar, sí, pero ser auténtico consigo mismo y ofrecer alternativas. Y disfrutar mucho, cual chico. Esa es una estrategia que siempre uso y que creo que hace que los chicos me entiendan: yo juego como ellos (mi material de trabajo por excelencia es ya de por sí muy lúdico, ya ves)

(A Sofía)

Gracias por definir como joyas a los libros de la colección (...no son caros, Sofía... ¿te parecen caros?)

¡Ay, Moni! ¡Qué maravilla que sos contestando la pregunta de Sofía! ¡Coincido 100 %! creo que la clave de lo mucho que decís contestando está en eso de "tomar partido", eso define en gran parte a un buen ilustrador, así como define a un buen narrador, a un buen traductor y a un buen escritor. Alguienes que no se toman la vida pasada por agua, sino que se juegan por lo que creen. Y crean en  el sentido más amplio de la palabra.

La línea no creo que sea tan delgada. Ambos provienen del mismo campo, pero no siempre un buen ilustrador es un buen pintor o un buen pintor es un buen ilustrador. El pintor trabaja sobre obra autoconclusiva. Aun cuando piensa una serie, está pensando en obras que empiezan y terminan en la misma tela, y el formato, por ejemplo, está determinado por la tela misma.

El ilustrador trabaja sobre una obra integrada por varios discursos: el texto, las ilustraciones, el diseño gráfico. Y que se desenvuelve a lo largo de muchas páginas de formatos preestablecidos y estancos. Para el ilustrador la obra no es la ilustración únicamente, sino el libro entero. Y debe tener una mirada abarcadora de ese objeto entero y secuencial.


Sofia

Cuando ustedes "son llamados" por las editoriales argentinas, como dice Mónica por ahí, ¿les piden algún estilo en especial?, ¿o los dejan en libertad de acción? ¿Puede suceder que el responsable de un libro les pida que cambien algo que ya ilustraron, por ejemplo, para un cuento, porque no está de acuerdo con el modo en que ilustraron?


starosta

A raíz del anterior mensaje de Sofía, me quedé pensando en esa especie de "dependencia" del ilustrador con respecto a editoriales, autores, textos, (todo junto o por separado) y pensaba si se vive como una traba o un disparador creativo en sí mismo.

Los arquitectos (y de esto Mónica debe saber) solemos entusiasmarnos más con los proyectos que representan algún desafío, alguna dificultad, más que con los que ya sabemos resueltos de taquito.

Y quería preguntarles si en alguna instancia de la fantasía, o en algún momento de hoja en blanco, si es que no trabajan sobre sus propios textos, van armando un catálogo de imágenes de los textos que leen y que aún no ilustraron (una especie de "yo esto lo haría así").


Monica Weiss

(A Sofia)

es verdad que, como dice istvan, por un lado la línea es clara: hacer un libro ilustrado tiene una especificidad total. pero por otro, en general en el arte actualmente, todas las líneas divisorias están desdibujadísimas. les doy un ejemplo fresquito:

esta tarde envié una entrega a italia con la esperanza de entrar en un festival para el año que viene. el festival tiene varias disciplinas: teatro, danza, artes plásticas, artes visuales, arquitectura, música y había más. bueno, esta obra la hice con una amiga-socia creadora que también es arquitecta, directora teatral y coreógrafa, ya nos ganamos una beca del fondo nac. de las artes, y la obra es de... ay, qué problema!...

...es una instalación mía (artes plásticas) con unas estructuras inmensas metálicas con engranajes (arquitectura) con muñecos en papel maché algunos y en telas rellenas los otros, pero todos los muñecos son dibujitos míos "corporizados" (artes visuales) para ser exhibida en un museo, plaza seca, sala de exhibición, etc. (no en una sala teatral) pero...

...adentro de la instalación, en un horario determinado, se desarrolla una función teatral, porque hay una dramaturgia y dos actrices (teatro) pero que en realidad son 2 bailarinas en una coreografía muy refinada que alguien que no fuera bailarina jamás podría bailar (danza) y ambas cantan en vivo algo operísticamente junto a la grabación de la música original que se compuso para la obra (música)...

...es decir, es una obra de artes plásticas - arquitectura - artes visuales - teatro - danza - música... ¿en qué disciplina inscribirla???? decidimos mandarla a teatro, sólo porque nos copaba el jurado...

en los libros pasa un poco eso, los límites de lo que "debe ser un libro" se amplían y en cierto sentido, se pierden, cada vez más. ay qué charleta estoy esta noche

a medida que vas definiendo tu estilo, te llaman para que hagas eso, y te dan libertad de acción. cuando recién empezás todo el mundo siente que tiene derecho a meter la cuchara en tu obra, te lo juro, sofía. se cita al cuñado, al quiosquero, todos parece que tuvieran más autoridad en la materia. pero cuando te afianzás -y lo acompañás con una actitud de autoestima y seguridad en lo tuyo- eso ya no ocurre, o muy poco, y se soluciona con un chiste. a mí me suele ocurrir al revés: los editores me llaman para que repita lo que vieron en otros libros míos y yo ¡nada!, es que me encanta variar, me encanta trabajar cada libro experimentalmente.

(A starosta)

hola starosta, bon nuit! ¿vos también sos arquitecto? qué liiindo, me encanta encontrarme con colegas! ¿ejercés?

te cuento que el mundo de los libros me resulta un edén de libertad creativa si lo comparo a mi práctica real de la arquitectura. cada tanto hay que negociar con algún editor alguna cosa y pará de contar.

otra cosa que aprendí estos años es que la profundidad/calidad de una obra de ilustración no se corresponde mecánicamente con la calidad del encargo. he hecho cosas para manuales -de los que no tenía ninguna expectativa- que resultaron muy interesantes para mí. y otras sorpresas al revés: libros de autor que hubieran podido ser buenísimos, se "pincharon" en la mitad del la ruta.

siento que a veces, una serie de aprendizajes ejercitados en libros previos, se cristaliza de pronto, y es como si subieras otro peldaño. pero no siempre coincide con la calidad del encargo (ni por el tipo de libro, ni por la calidad del texto).

con respecto al catálogo de imágenes, sí. en la cabeza. a veces hago unos esquemas para que la idea no se me disipe con el tiempo.


Istvansch

(A Sofía)

¿Puede suceder que el responsable de un libro pida al escritor que cambie algo de un libro que ya está ilustrado porque no está de acuerdo con el modo en que lo escribió?

Como decía más arriba, la obra es el libro, y esto debería ser siempre un ida y vuelta. Y así como es vox populi la legitimidad de plantear modificaciones al ilustrador (más allá de que se planteen o no de acuerdo a la fama... o la urgencia con que haya que imprimir), debería legitimarse el planteamiento de la reescritura una vez que el libro está ilustrado. De esta manera se evitarían un montón de redundancias que muchas veces se ven en libros que, con un toque así, podrían ser joyitas de texto e imagen funcionando como un engranaje.

(A starosta)

Lo primero: no, no hay "dependencia", el terreno es así y ésas son las herramientas con las que uno juega. No sé si disparador creativo... el objeto mismo impone sus códigos y uno está enamorado de ese objeto que es el libro y que tiene medidas y límites, y funciona dentro de un mercado, y se mueve entre los diversos protagonistas que lo generan. Por ahí tiene más códigos a respetar que una tela respecto del pintor, pero, tal como dice Mónica, no hay que lidiar con el plomero (respecto del arquitecto).

Al margen de esto: a mí también me encantan los desafíos.

Lo segundo: sí, yo esto lo haría así y asá, soy muy mandón conmigo mismo.


Sofia

Muy bueno todo lo que dicen, es casi como una "lección" de lo que debería ser un buen libro (me refiero a la reescritura y estoy de acuerdo: el texto y la imagen se complementan y no deberían repetir lo que ya está dicho en uno de los dos lenguajes) pero... ¿todos los autores están dispuestos a reescribir? Digo, una Walsh, una Bornemann, en fin, ustedes me entienden.


Laura 02

Realmente, no conozco todas las obras de ustedes. (Quizás la pregunta ya está respondida y yo la ignoro.) ¿Se animarían a editar un libro solos? Me refiero a texto e imagen, libro-album. Mi pregunta es porque veo que realmente quienes lo han hecho han logrado excelentes producciones y la repercusión en los enanos bajitos y no tan bajitos es maravillosa. Tengo algunos ejemplos que espero, los acepten, aunque no sean argentinos: Anthony Browne, Keiko Kasza, Kasparavicius.


Mónica Weiss

editar me encantaría!!! no sólo libros míos, editar libros de otros, me fascina, te juro. con mis alumnos adultos a veces me aproximo a esa función (pobres, no sabés cómo les aprieto el torniquete). el problema es producir y distribuir. ahí sí que no me metería. es un trabajo en el que hay que meterse de cabeza y requiere una cantidad de energía descomunal que me desviaría de lo que más me gusta: inventar obras.

y ya estoy vieja para hacer cosas por obligación, cumplí como la mejor, pero ahora me toca hacer cosas sólo por placer.

hola sofía, te digo que ni a m.e.walsh ni a e.bornemann las conozco, pero se me hace que no, que no deben sentir esa necesidad.

por eso me parece importante encontrar 1 o más socios creativos, donde al abordar la obra ambos se sientan pares. es una experiencia muy recomendable, muy cercana a la felicidad.

laura (y amables foristas), se me dió por ampliar tu lista de ilustradores no argentinos. para que se metan en internet y se den una panzada.

éstos son uno más interesante que el otro, son de esos que siempre te dejan boquiabiertos o al menos colgadísimos sin poder dejar de recorrer cada uno de sus dibujos. son de los que abren algo en mí, que me dan ganas:

Wolf Erlbruch, Wang Kai, Kveta Pakovska, Angela Lago, Tim Burton, Folon, Lane Smith, Octavia Monaco, Hokusai, John Tenniel, Gustav Doré, Martin Jarrie, Montsé Gisbert, Eric Battut, Chiara Carrer, Tony Ross, Luci Gutiérrez, Piet Grobler, Markéta Prachatická, Katsukawa Shunei, y mil más.


starosta

¿Los ilustradores y los escritores son amigos, se aceptan, respetan el espacio de cada cual a la hora de compartir la obra?


Mónica Weiss

con respecto a la amistad entre escritores e ilustradores, más allá del obvio asunto de las afinidades personales, sí hay un tema histórico: ahora los escritores son más amigos nuestros que antes. antes (hace muy pocos años, 5 años, por ahí) se nos despreciaba un poquete, se nos consideraba menos... menos de todo, menos importantes, menos creadores, menos intelectuales, en resumen, menos autores.

la pujanza del foro de ilustradores creo que ha jugado un papel increíble en esta transformación. ojo que no canto victoria, eh? escarbando un poquito siempre aparece el enano xenoilustratrix.


Istvansch

Sofi, lo que te contestó Mónica es tal cual. Un socio es maravilloso... y aunque te toque un "nombre", si uno piensa distinto hay (habría) que animarse a decirlo, a veces es desgastante pero buéh....

(A Laura 02)

Si lo que preguntás es si nos animaríamos a hacer un libro como autores integrales, tanto Mónica como yo lo somos: en nuestras biografías que publicó Imaginaria podrás ver nuestra bibliografía. Mónica escribió y dibujó "Cumpleaños de dinosaurio", en Sudamericana, por ejemplo. Y yo hice varios libros álbumes en donde texto e imagen están absolutamente unidos, los dos últimos son "El ratón más famoso", en Ed. del Eclipse y "El hombre más peludo del mundo", en Tandem (España) y QuiQuandQuoi (Suiza). En ambos, si no leés la imagen a la par del texto te perdés. En el primero, el ratón te muestra el libro que vos misma tenés entre manos y si no mirás la imagen no podés seguir la historia. En el segundo, el texto dialoga con el lector desafiándolo a creer lo peludo que es el hombre descripto y remitiéndote siempre a la imagen: "¿no lo crees?" -te pregunta- "en la página que sigue hay un retrato de él" y das vuelta la página y ves un plano negro con apenas un epígrafe que dice "éste es un primer plano de él".

Si lo que preguntás es si nos autoeditaríamos nuestros libros, te cuento que yo estoy editando en este momento la colección "Libros-álbum del Eclipse", en la editorial del mismo nombre, y allí me autoedité mi "ratón más famoso", junto a libros de otros autores: Mónica Weiss y Graciela Repún, Nora Hilb, Ariel Abadi, Laura Devetach y Juan Lima, David Wapner y Roberto Cubillas, Fernando González, incluso me di el lujo grande de reeditar el clásico de la literatura de imágenes argentina: "La línea" de Ayax Barnes y Beatriz Doumerc.

Es un trabajo que me está trayendo una inmensa felicidad, en el que me siento comodísimo.

(A starosta)

Pasa de todo, starosta. A veces se comparten todas las opiniones, a veces hay que luchar porque el ilustrador tiene una idea y el escritor otra, a veces una de las partes se encapricha. Pero, tal como te dice Mónica, en los últimos tiempos y gracias a la pujanza del Foro y la tarea individual de los ilustradores, las cosas van cambiando y cada vez más hay conciencia de que la OBRA es EL LIBRO, y de que, en ese punto, todos los que participan en él son autores.

Acá voy a pasar un chivo: en breve saldrá un libro mío teórico de divulgación que ya estoy terminando, saldrá en la colección "Relecturas", que dirige Susana Iztcovich en Lugar Editorial, allí verás todo un capítulo dedicado a la situación social de los ilustradores en Argentina y allí hablo de todo lo que ha ido pasando en los últimos tiempos. Desde las discusiones viscerales con los escritores, hace unos años, en donde nos encolerizábamos e inventábamos enemigos, hasta nuestros días, en que los ilustradores nos dimos cuenta de que, reflexionando sobre nuestro propio quehacer, se encuentran las estrategias para debatir y llegar a acuerdos no sólo saludables, sino enriquecedores para todos, y que redundan en mejores obras.

La reflexión y el saber hacernos escuchar ha hecho que cada día más todos entendamos que esa pareja (escritor-ilustrador), se casa en formato libro. Y como toda pareja, la convivencia implica tanto alegrías como roces. Mónica tiene bien desarrollado este tema bajo esta misma metáfora en los artículos teóricos que podrás leer linkeando abajo de la bibliografía que está en su galería en este mismo número de Imaginaria, y particularmente en el artículo "Contacto (la mujer en el libro)", publicado en la revista Benjamín, ALIJA, 1998.


Natalita

Una preguntita para los 2:

Si yo quisiera ser ilustradora (suponiendo que tuviera un mínimo de talento para serlo...) ¿que consejo me darían?, ¿por dónde habría que empezar?, ¿qué caminos habría que seguir? Supongo que no hay una receta y que los dos han tenido comienzos diferentes, pero me gustaría saber su opinión...

¿Me cuentan?


Istvansch

Para cualquier persona que quiere empezar algo, mi consejo es HACER. O sea que si querés ser ilustradora, el único secreto es dibujar, tomar un texto ajeno o propio e ilustrarlo; tomar un dibujo que hayas hecho y escribirle un texto; hacerte una carpeta con esas cosas; animarte a reescribir y redibujar y replantear lo hecho; mostrarlo; llevarlo de aquí para allá; mirarlo vos y disfrutarlo; pedir consejo; golpear puertas; no temer; ser sincera con vos misma; hacer lo mejor que puedas y saber que eso es lo más para vos.

La formula final para saber si vas por el buen camino: si te sentís bien, es que vas bien.


Mónica Weiss

¡hola natalita!

sí, comparto todo lo que te dijo istvan, hago mías sus palabras.

sólo quería agregar que cuando te largues, no tengas miedo de copiar. tomate el hermoso trabajo de seleccionar los libros o dibujos o fotos u objetos con elementos gráficos que te gusten (ni siquiera importa que al principio te preguntes porqué te gustan) e intentá copiarlos, aunque sea en algo. vas a aprender muchísimo. no sólo de vos, porque estás empezando a construir tu universo visual, sino de los artistas a quienes copiás, porque ellos recorrieron un camino cuya experiencia de tránsito te están ofreciendo. en cada obra, se enfrentaron a ciertos problemas y a vos como lectora te muestran su personal modo de resolverlo.

después de un tiempo entendés también por qué te llamaban ellos y no otros.

además, cuando te ponés a copiar, obviamente te aparecen nuevas dificultades/desafíos que no te imaginabas. lo que te gustaba tanto ya no es así, lo que te resultaba intrascendente de golpe adquiere profundidad. y hay artistas a quienes simplemente amás/odiás porque te ganaron de mano, porque te representan mejor que vos misma.


Eariel

¡Gracias por sus respuestas!

Y ahora otra pregunta, cuya raíz  transplanto desde la sección de preguntas para Mónica.

Hay películas que, aunque tengan mal guión, los actores parezcan una cerca de madera y/o el editor haya trabajado bajo influencia del alcohol, son un gusto para la vista (eyecandy, dicen los USos) por el diseño de producción o la dirección de arte (decorado, vestuario, etc.).

¿Les pasó alguna vez (pueden obviar los nombres, si les da "cosita") que sus ilustraciones hayan "mejorado" un libro que no les gustaba para nada?


Mónica Weiss

¡sí! sin duda, eäriël, y al revés también. en ese sentido, me encantaría que antes de publicar las reediciones, las editoriales te avisaran con tiempo y te dieran la posibilidad de corregir o cambiar cosas de ediciones anteriores.

algunos textos me parecieron tan horribles que me obligaron a esmerarme como loca, y después el libro quedó razonablemente bien. porque en la combinación de los lenguajes está la cosa.


Istvansch

¡Obviamente! no sólo mejorado, sino salvado del olvido, rescatado de la hoguera. Una vez gané un premio con un libro que si hubiera sido por el texto hubiéramos quemado entre todos.

El tema de la "cosita" que da citar libros malos introduce otro tema por demás interesante en este panorama: la ausencia de crítica a los malos textos de la literatura infantil. Por ejemplo, a mí me da cosa decirte (decirlo no... escribirlo. En mis cursos siempre lo digo, (tomándolo como ejemplo de libro en que hice todo un trabajo superador del texto) que ese libro con texto malo es "Plic-Ploc" (texto de Irene Cordiano. Ed. Guadalupe). Realmente no es más que una seguidilla de lugares comunes alrededor de un personaje pobre y sin vuelo. Yo tomé los tres personajes secundarios que giran alrededor del principal e hice un trabajo de creación y recreación de cada uno. Como es un cuento sin imágenes (literariamente hablando) y las únicas que tiene son los personajes mismos, no había posibilidad de que el lector se confundiera, así que decidí hacer que cada vez que esos personajes aparecieran lo hicieran con una forma base constante pero con distintos colores. Por ejemplo: el sol siempre es el único sol, círculo rodeado de rayos, pero cada vez que aparece tiene distintos colores, distintos ojos y boca y rayos. Esta diversidad de opciones para la representación del personaje generó amenidad en un relato que, de seguir al texto, era chato y repetitivo. Por otro lado inventé una historia paralela de una mamá pájara que enseña a volar a su pichón, lo que crea otra lectura más. Y por último me así (de asir)de una imagen que aparece al principio del cuento, cuando la gota se esconde atrás un semáforo, para ambientar todo el libro en un paisaje urbano (esto era el año 1995, la literatura infantil no acostumbraba aún tomar el paisaje urbano citadino como escena de sus relatos ¿te acordás? generalmente las cosas pasaban en los pueblos, en el monte, en la casa... pero en la ciudad no... eso me pareció rescatable) entonces desarrollé el libro todo con símbolos emparentados con lo fuertemente urbano: empezando por el semáforo, incluí también perfiles de edificios, publicidad de vía pública, altos postes de luz de avenida, carteles señalizadores de calles.

Con esta estrategia el libro éste, que francamente creo que es pobre en cuanto a texto, se destaca por el trabajo con la imagen y el proyecto gráfico.

Pero lo que decía: cuesta encontrar críticas así a los libros para chicos, me siento valiente al haberte escrito esto, y no debería ser así. Es malo que no haya crítica. Incluso el prejuicio ése del que ya hablamos en otro momento en este Foro, de que el escritor escribe su texto y eso no es materia opinable para el ilustrador es gravísimo, porque el ilustrador generalmente es un muy buen lector. Tiene que pasar a otro discurso el discurso escrito, eso obliga a hacer una pormenorizada lectura. Sin embargo, por lo general, su voz es tratada con desdén o no escuchada. Sería muy bueno para los escritores y los editores y toda la literatura infantil escuchar más a los ilustradores en el momento en que analizan el texto para ilustrarlo.


Natalita

Quería que me cuenten algo, ¿nunca les pasó que un trabajo suyo no les gustó de entrada? ¿Que dio muchas vueltas, fue corregido y hoy lo miran y no les gusta? ¿No hay ningún laburo del que les de vergüencita mostrar, por algún motivo? A veces pasa ¿o no? Cuenten!!

Y por otro lado, quería saber cuánto tiempo (mas o menossssssss) les lleva o cuentan (de parte de la editorial) para ilustrar un libro. Supongo que no siempre es igual, pero bueno, más o menos.


Istvansch

La mayoría de mis libros me gustan mucho. Soy muy exigente en el momento de hacerlos y no me siento bien hasta estar seguro de que sí o sí me gustan... Pero hay algunas veces que uno tiene que hacer sí o sí también un trabajo y no está en vena, o está pasando por un problema y hay que entregar y... y hay que entregar lo mejor que se pueda... Hay dos libros que ilustré que no me gustan nada de nada (no voy a decir cuáles, ni lo sueñes). Pero de todas maneras, aun éstos, yo sé que son lo mejor que pude hacer en ese momento.

El tiempo para hacer un libro fluctúa mucho. Si es un encargo de una editorial, generalmente uno tiene entre uno y dos meses. Si es un proyecto de uno mismo pensado para presentarlo cuando esté a punto... puede tardar años como resolverse en unos días. ¡Las musas existen!


Natalita

Como este encuentro virtual penosamente se va terminando, quiero agradecerle la riqueza de sus respuestas, voy a guardar cada uno de sus comentarios. Me encanto este encuentro cercano con el mundo de la ilustración, del foro, de los libros. Nunca voy a volver a mirar un libro álbum de la misma manera....

Quería dejarles una preguntita, de metida que soy nomás. Me gustaría saber cómo es el lugar donde laburan, su taller... Me los imagino de formas diferentes, Istvan, ¿cómo acumulás semejante armamento de papelitos? ¿Tenés una colección inmensa de tijeras? ¿Es un orden absoluto? Supongo que Mónica tiene tachos y tachos de pintura, dibujos pegados en las paredes, pilas de libros, etc. Aunque en el libro de Ediciones del Eclipse, aparecía algo así como un estudio... ¿es real?

Si tienen ganas ¿me cuentan?

Un abrazo grande


Mónica Weiss

¡natalita, gracias por tu dulzura! (otra a la que voy a extrañar...)

estuve intentando contestarte mediante unas fotos de mi estudio que fueron sacadas hace muy poquitos días por la hija fotógrafa de nora hilb, marcela cabezas hilb, justamente a pedido de césar da col (se necesitaba una foto para mi galería en imaginaria, y no tenía ninguna reciente).

pero no pude, no encontré ninguna manera técnica de adjuntar o copiar desde mi corel hasta este espacio de respuestas, así que te lo diré, nomás:

mi estudio es grande, casi 50 m2 (5,50m x 8,66m), muy luminoso, con ventanas corridas hacia los 4 puntos cardinales. siempre a mi lado está mi gato martes, mi globo terráqueo con los océanos representados en negro (es una belleza antigua, llena de países que ya no existen), mi guitarra, y desbordantes pilas de CD's siempre a mano. jazz, clásica, étnica, tango, y un poquito de techno. (el piano está abajo, en el living)

al pie de las ventanas hay filas y filas de trabajos al óleo de mis alumnos.

hay 3 bibliotecas atiborradas de objetos, fotos y libros de arte (plástica, música, literatura, el de cabecera por vaaaaarias cabezas es el clásico pero insuperable "historia social de la literatura y el arte" de arnold hauser), muchos libros infantiles, unos cuantos de filosofía, unos cuantos más de poesía, muchas revistas de diseño arquitectónico, industrial y gráfico, y todo un sector de cajas de cartón con los originales y borradores de cada libro, bocetos o documentos de emprendimientos teatrales, exhibiciones, asuntos del foro de ilustradores, dibujos sueltos de mis hijos, bocetos de mis alumnos, dibujos sueltos míos, textos difusos que aún no desarrollé, etc, etc, etc.

soy muy ordenada. eso de los tarros de pintura por todos lados: naaada que ver conmigo.

el estudio es muy plácido y decontractée, pero como acá se desarrollan semanalmente muchas actividades distintas, el orden se hace imprescindible.

tengo un sector "sucio" y uno "limpio". pero en sentido estrictamente literal. están separados por un desnivel de aprox. 1 metro, y una pared baja y discontinua.

el sector "sucio" es donde pinto al óleo, martilleo, hago maquetas, enchastro con papel maché, hago cartapesta, lijo, rebano, trituro, amaso, relleno, esparzo, chorreo con tintas, empasto con arena, licuo hojas vegetales con papel de guías telefónicas y con harina no leudante. tiene 2 mesas muy anchas hermosamente salpicadas de colores y ranuras. pero es "sucio" hasta por ahí nomás. ni bien termino una labor, limpio todo. tengo una pileta con agua fría y caliente a tal fin. los 10.000 pinceles y espátulas y pomos y lápices están acomodados en jarritos, tarros de vidrio y cuencos chinos de junco, y siempre todo vuelve al mismo lugar, sino jamás encontraría nada. en la fotito mía que aparece en imaginaria, se ve de fondo el piso del sector "sucio": alisado de cemento blanco, ideal para enchastrar sin culpa.

en el sector "limpio" (alfombrado con una moquette en desuso hallada en la calle) se encuentra mi tablero y útiles de arquitecta, las bibliotecas, el depósito de obras mías, unos muebles para guardar papeles, una mecedora para pensar, la puerta de salida a una especie de terraza al norte muy onírica por lo improbable de su arquitectura y entorno, y -antes de quebrarme el tobillo en el 2001- estaba mi computadora.

mudé la compu al rinconcito más limpio del sector "sucio" desde entonces, para evitar subir la escalerita al sector "limpio" con las muletas. y ahora quedó acá, parece que para siempre jamás.

estoy en un 1er piso, por las ventanas sólo se ven las enredaderas y las copas de los árboles de la vereda, de mi jardín y del jardín de al lado. y el cielo, todo el tiempo. hoy por ejemplo sobre ese fondo gris salta el rojo/bordó/naranja de las ampelopsis, el amarillo verdoso de lo que queda de las glicinas, el ocre y lima de muchos árboles distintos.

hay poco límite entre el afuera y el adentro. si se viene una tormenta te sentís en el medio del desastre. si el día está turquesa y el sol amarillo y los pájaros cantan (hay un montón en los árboles) te sentís la reina de las flores.

el sector "sucio" da a la calle, pero como las ventanas están altas, la calle sólo se escucha.

acá transcurren las reuniones del foro, cuando no superamos los 50 ocurrentes concurrentes (en ese caso nos vamos abajo al living, que es gigante). y también he vivido acá adentro momentos de intensa intimidad, de intensa creación y de intensa toma de decisiones.

como verás este lugar está cargadísimo, pero por alguna extraña razón, siempre siempre todo el que entra celebra 2 cosas: el arcaico olor del óleo y la sensación de liviandad.



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