112 | LECTURAS | 1 de octubre de 2003

Premio Internacional de Literatura Infantil en Memoria de Astrid Lindgren: Un premio literario que distingue a los aportes a la paz mundial

por Janne Lundström

Foto de Astrid Lindgren
Astrid Lindgren

Astrid Lindgren es la autora más famosa y más traducida de Suecia. Es posible leer sus libros para niños y jóvenes en casi noventa idiomas. Cuando Astrid Lindgren murió en 2002, el gobierno sueco creó un premio anual de cinco millones de coronas suecas (alrededor de 616.000 dólares) en su honor y con el objeto de promover la conciencia internacional sobre la literatura para niños y jóvenes, como medio para garantizar, en un contexto global, los derechos de los niños a la lectura y la cultura.

El premio puede otorgarse a escritores, ilustradores y promotores de lectura. La obra del ganador, según lo establece la disposición del gobierno, debe ser "de la más absoluta calidad artística". En el otoño de 2002 se nombró un jurado integrado por doce personas. En 2003 se entrega por primera vez el Premio de Literatura en Memoria de Astrid Lindgren

Suecia cuenta con muchos escritores de literatura infantil y juvenil de primer nivel. Y dado que sus libros constituyen uno de los principales productos de exportación de nuestro país, podríamos preguntarnos por qué. Existen miles de respuestas. Me limitaré a mencionar solamente dos:

Cuando unos diez escritores hicieron su aparición durante la década de 1940, uno de los cuales fue Astrid Lindgren, los libros suecos para niños y jóvenes se revitalizaron. Estos escritores se transformaron en modelos para las siguientes generaciones de autores.

Los editores suecos han realizado notables inversiones en libros para niños y jóvenes. Hubo también editores destacados, por ejemplo Astrid Lindgren. Entre 1946 y 1970, ella fue editora de media jornada para Rabén & Sjögren.

En la actualidad, los libros para niños y jóvenes desempeñan un papel fundamental en Suecia. Se leen en el hogar, en jardines de infantes y escuelas; los niños leen por su cuenta o se lee para ellos. Los libros generan en los niños una sensación de alegría por la lectura. Los niños obtienen placer de los libros. Estimulan su desarrollo lingüístico, les brindan conocimientos sobre la sociedad contemporánea, sobre tiempos pasados y culturas extranjeras. Era ésta la posición de Astrid Lindgren e incluso la cuestión fundamental para ella era la capacidad de los libros para despertar la fantasía de los niños. En 1958, recibió el Premio Hans Christian Andersen. Su discurso de agradecimiento, un tributo a la fantasía, concluye con estas palabras:

"Con la sola compañía de un libro, el niño crea imágenes en algún lugar de la cámara secreta del alma que superan a todas las demás. Estas imágenes son fundamentales para los seres humanos. El día en que los niños ya no logren crear estas imágenes será el día en que la humanidad caiga en la pobreza. Todo lo grandioso que ha ocurrido en el mundo es producto de la imaginación de alguien. Las condiciones del mundo del mañana dependen, en gran medida, de la capacidad imaginativa de quienes en nuestros días están aprendiendo a leer. Por ello, los niños necesitan libros."

Astrid Lindgren hablaba a favor de la vida, de la paz y de la democracia. Se pronunciaba también en contra de toda forma de violencia. Y lo hacía a través de sus libros. Incluso, como formadora de opinión pública, participaba en debates acerca de la sociedad sueca mediante artículos periodísticos y conferencias con ingenio, agudeza y sencillez. Denunció la intervención de los Estados Unidos en Vietnam, hizo un llamado de atención sobre los neonazis en Suecia y protegió el medio ambiente sueco. Por sobre todo, se convirtió en portavoz de aquellos a quienes nunca se escucha: los animales y los niños. Promovió la discusión acerca de la cría de animales domésticos a gran escala en el medio rural, discusión que gradualmente dio por resultado la promulgación de nuevas leyes de protección animal. Luchó por los niños en situación de riesgo en todo el mundo: por los niños de los orfelinatos en Rusia, por los niños en países devastados por la guerra; por los niños refugiados que debían enfrentar el exilio en Suecia.

Cuando Astrid Lindgren recibió el premio de la paz otorgado por los libreros alemanes en 1978, destacó en su difundido discurso de agradecimiento (titulado "Jamás violencia") que toda obra en favor de la paz comienza en el hogar, en la capacidad de los padres para educar a sus hijos.

"Hoy en día existen —incluso sin guerra— horror, violencia y represión inimaginables en el mundo a los que los niños de ningún modo son ajenos. Todo lo que ven y escuchan y leen diariamente, puede crear en ellos la impresión de que la guerra es el estado natural de las cosas. ¿Acaso no es nuestra tarea, al menos en nuestros hogares y con nuestro ejemplo, mostrarles que existe otra forma de vida? Quizá entonces exista una pequeña posibilidad de contribuir, poquito a poco, a lograr la paz mundial".

Los esfuerzos de Astrid Lindgren cesaron en 2002. Su obra sigue viva. Los postulados del Premio de Literatura en Memoria de Astrid Lindgren establecen que la obra de los ganadores no sólo deberá ser "de la más absoluta calidad artística", también deberá "caracterizarse por el espíritu humanista que inspiraba a Astrid Lindgren". Por ello, el premio distinguirá a otros aportes a la paz mundial.

Traducción de Laura Canteros.

Fuente: Página Web del Consejo Nacional Sueco de Asuntos Culturales (www.kulturradet.se). Reproducido en Imaginaria con autorización de los editores.


Janne Lundström es Presidente del Jurado para el Premio de Literatura en Memoria de Astrid Lindgren.

 


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