201 | LECTURAS | 28 de febrero de 2007

Foto de Jorge Accame"Ternura, violencia, inquietud": mucho más que tres palabras con Jorge Accame

Entrevista realizada por Fabiana Margolis.

El escritor Jorge Accame —sobre quien publicamos en este número un completo informe biográfico y bibliográfico—, en diálogo con nuestra colaboradora Fabiana Margolis, reflexionó sobre su obra y sobre distintos temas relacionados con la literatura y los libros para chicos y jóvenes.

Jorge Accame nació en la ciudad de Buenos Aires en 1956. Es profesor en Letras y autor de numerosos libros, tanto para chicos como para grandes. Ha escrito cuentos, novelas, poesías y obras de teatro.

Su primer libro para chicos, ¿Quién pidió un vaso de agua? (1), fue publicado en la colección Pan Flauta, de Sudamericana. Jorge cuenta que, a principios de los '90, ya había escrito algunos cuentos para sus hijos. Por sugerencia de su esposa los envió a la colección infantil Pan Flauta. "No tenía mucha confianza en que me contestaran, pero los mandé. Pasó mucho tiempo sin que tuviera noticias. A los dos años, Canela (2) me respondió diciéndome que se le habían extraviado mis textos, que recién entonces los había recuperado por casualidad, y que quería publicarme."

Desde 1982, vive en San Salvador de Jujuy. Opina que el país se ve distinto desde allí y que se gana en tranquilidad y tiempo para escribir. "Supongo que depende de la personalidad de cada uno. Hace unos años —confiesa— sentía a Buenos Aires un poco lejana (pasajes caros en avión o demasiadas horas de viaje en ómnibus); hoy, con Internet resuelvo muchas cosas sin moverme de mi casa."

En 1997, obtuvo una beca de la Fundación Antorchas que le permitió participar del Programa Internacional de Escritores en la Universidad de Iowa. Allí, compartió tres meses con treinta y seis escritores de diferentes países. "Fue un intercambio muy interesante e hice algunos buenos amigos. El programa estaba bien organizado: casi todos los días había debates, conferencias o charlas con alumnos de la universidad para quien quisiera participar. Había también paseos, fiestas, conciertos, cursos, talleres de traducción. Pero sobre todo teníamos todo el tiempo libre que deseáramos para trabajar. Yo escribí más de la mitad de Concierto de jazz (3)".

—La música es un tema que aparece en varios de tus relatos. Pensaba, por ejemplo, en El mejor tema de los '70, Cuarteto en el monte, "Cumbia" (uno de los cuentos de Diario de un explorador ) (4). En Concierto de jazz, la música le permite al narrador ir recordando fragmentos de su vida y en un momento dice: "Mangas y maracas, sacudirlas y extraviarme mejor en la música. Tuve la seguridad de que habría podido salvarme si hubiera contado con un disco de salsa" . ¿Qué tiene la música que posibilita que tus personajes se enamoren, se salven, se extravíen, se encuentren?

—La música interpreta el oleaje del alma de quien sufre o es feliz, y provoca tormentas similares en quienes la escuchan.

Me hubiera gustado ser músico, más que escritor, pero no tengo condiciones. He debido conformarme con traducir la música que más me conmueve a la escritura.

—En uno de tus libros, El jaguar (5), al final, en la "Nota del autor", decís una frase muy linda a propósito de la escritura: "Creo que uno escribe para buscar algún lugar de encuentro con los demás." ¿Sentís que llegaste a ese lugar de encuentro? ¿Fue fácil?

—Presentir la intensidad del encuentro con un lector es una de las cosas que más me alienta a escribir y a exigirme al máximo en cada palabra. Pero es imposible saber de qué manera un escritor se conecta con los lectores. Sólo puedo intuir vagamente algo, apoyándome en experiencias propias de lectura. Igualmente, sospecho que al texto siempre lo favorece el intento de buscar ese lugar de encuentro. El salto que uno da para llegar al otro lado.

—¿Cuál es el libro que más disfrutaste escribir?

—Creo que disfruté todos, por distintos motivos. Pero especialmente algunos cuentos de Cumbia, Venecia, El mejor tema de los '70, Golja, Cuatro Poetas y las novelas Concierto de jazz y Segovia o de la poesía. (6)

—Escribís cuentos, poesías, novelas, obras de teatro. ¿En qué género te sentís más cómodo?

—No sé bien. Voy de uno a otro, como si fueran cuartos de una misma casa. Cuando tengo alguna idea o una imagen, deambulo por todas las habitaciones, hasta que por fin, sin un motivo claro, me quedo en una.

—Varios de tus libros, como El puente del diablo o La serpiente de las siete cabezas (7), retoman historias de la tradición oral, historias que se han ido contando de generación en generación. ¿Cómo es el proceso de escritura de este tipo de relatos, donde hay una investigación previa?

—No es fácil. Siempre que abordo una tarea de este tipo tengo muchos cuestionamientos éticos. Trabajo con una materia oral transcripta y reelaborada, es decir, adulterada, bastarda. Por otra parte, son relatos que ejercen en mí una atracción casi hipnótica, como si me asomara a un abismo. Finalmente casi siempre sucumbo a la tentación de asumirme como un eslabón más en la cadena infinita de narradores. Aunque estén fuera de su ambiente natural, quiero pensar que, desde un libro, estos cuentos pueden llegar a gente que de otro modo difícilmente se encontraría con ellos.

—¿Cuáles son tus preferencias literarias?

—Depende de las épocas, de los estados de ánimo; hoy mencionaría los cuentos de Horacio Quiroga, de Borges, de Bioy Casares, de Bernardo Kordon, de Raymond Carver, El viejo y el mar de Hemingway; Desgracia y Esperando a los bárbaros, de Coetzee.

—Más allá de las diferencias que puede haber entre escribir para chicos y para adultos, ¿creés que hay un denominador común en tu forma de acercarte a tus lectores, sin importar su edad?

—Creo que sí. Me acerco a todo lo que escribo con la misma curiosidad.

—¿Qué consejos le darías a un escritor que recién comienza a escribir?

—Creo que para empezar a hablar de escritura lo más importante es la sensibilidad. No es bueno escribir atendiendo al prestigio o al éxito comercial. Hay que observar al mundo con amor, temor y piedad, tratando de entender la dignidad de cada ser viviente y conmoviéndose por ello.

—¿Cuáles son tus futuros proyectos?

—Sigo por ahora trabajando en la serie de novelas que se desprenden de mi libro de poemas Cuatro Poetas. (8)

—Si tuvieras que elegir tres palabras con las cuales definir tu obra, ¿cuáles elegirías?

—Ternura, violencia, inquietud.


Notas de Imaginaria

(1) Accame, Jorge. ¿Quién pidió un vaso de agua? Ilustraciones de Elena Torres. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1992. Colección Pan Flauta.

(2) Canela era en ese momento la Directora Editorial del Departamento de Literatura Infantil y Juvenil del Grupo Editorial Sudamericana.

(3) Accame, Jorge. Concierto de jazz. Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 2000. Colección La otra orilla.

(4) Accame, Jorge:

  • El mejor tema de los '70. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1995. Colección Imaginario.

  • Cuarteto en el monte. Ilustraciones de Ana Camusso. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1993. Colección Libros del Bolsillo.

  • Diario de un explorador. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1996. Colección Sudamericana Joven, Serie Cuento.

(5) Accame, Jorge. El jaguar. Ilustraciones de Elbio Arismendi. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1993. Colección Pan Flauta.

(6) Accame, Jorge (no citados hasta ahora):

  • Cumbia. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2003.

  • Venecia. Buenos Aires, Ediciones Teatro Vivo, 1999.

  • Golja. San Salvador de Jujuy, Dirección de Cultura y Turismo de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy/Imprenta de la Universidad Nacional de Jujuy, 1995.

  • Cuatro Poetas. San Salvador de Jujuy, Ediciones San Salvador, 1999.

  • Segovia o de la poesía. Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 2001. Colección La otra orilla.

(7) Accame, Jorge:

  • El puente del diablo. Ilustraciones de Chachi Verona. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1997. Colección Cuentamérica.

  • La serpiente de las siete cabezas. Cuentos maravillosos de la Argentina. En coautoría con Elena Bossi. Ilustraciones de Lucas Nine. Buenos Aires, Editorial Santillana, 2005. Colección Leer es genial; Serie Ingenio y enigmas.

(8) En una entrevista con el diario Clarín —a propósito del estreno en Buenos Aires (en marzo de 2007) de la versión teatral de la novela Segovia o de la poesía— Jorge Accame cuenta cómo fue la génesis de la serie de novelas inspiradas en los textos de su libro Cuatro Poetas:

"'Hace 8 años escribí y publiqué una antología de cuatro poetas apócrifos. Una vez editado el libro, me dieron ganas de imaginar la vida de esos personajes, dedicándole una novela a cada uno', cuenta. Así, surgió primero Concierto de jazz, novela que relata la vida del poeta —ficticio— Marcelo Atanasi. Y luego Segovia o de la poesía —una novela que después se transformó en obra de teatro— que reconstruye la vida de Juan Cizico. Como en una colección de muñecas rusas, las obras de Jorge Accame albergan dentro de sí otras obras, que a su vez contienen a otras."

"La producción de Accame se caracteriza también por una constante experimentación con los géneros literarios y los límites de cada uno. 'Yo quería que cada una de las cuatro novelas fueran diferentes', explica. ' Concierto de jazz está escrita como prosa lírica; en cambio, Segovia... está narrada en clave dramática, con gran presencia de diálogos. Es que a Segovia siempre la pensé como un espectáculo', recalca."

"'Esta versión de mi obra es de Villanueva Cosse, quien adaptó mi obra original', explica. 'La modificación más significativa entre una y otra es que en ésta última aparece el personaje de Jorge Accame', agrega. Un Jorge Accame que también se convierte en personaje ficticio."

El texto completo del artículo —"El arte del simulacro. Entrevista con Jorge Accame", Clarín, 23 de enero de 2007— se encuentra en la página web del diario, aquí.


Fabiana Margolis (fabimargolis@hotmail.com) es Profesora y Licenciada en Letras, egresada de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Formó parte del GETEA (Grupo de Estudios de Teatro Argentino e Iberoamericano) donde realizó trabajos de crítica e investigación sobre teatro infantil. Es autora de Sueños con gusto a frutilla (Quito, Libresa, 2004), novela recomendada por el Jurado del Concurso Internacional de Literatura Infantil "Julio C. Coba" y, con el cuento "Te espero abajo, tiburón", obtuvo el Segundo Premio en el Concurso Internacional de Cuentos para Niños de Imaginaria y EducaRed. Por su cuento "Piedra libre para la sombra" recibió una mención en el Concurso de Literatura Infantil organizado por la Biblioteca Pajarita de Papel. Actualmente colabora con Imaginaria, escribiendo reseñas y entrevistando a reconocidos autores del campo de la literatura infantil y juvenil. Además, realiza críticas y comentarios literarios para la revista española Educación y Biblioteca.


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