165 | LIBROS RECOMENDADOS | 12 de octubre de 2005

En cada entrega de esta sección se ofrece un listado de libros que, a nuestro juicio, merecen ocupar un lugar en los estantes de cualquier biblioteca infantil o juvenil.

Su objetivo es colaborar con la tarea de selección bibliográfica del padre, docente o bibliotecario, señalando títulos, brevemente reseñados, que se destaquen por su calidad. Los libros que se incluyen en esta sección no son únicamente las novedades editoriales sino también aquellos que por distintos motivos se encuentran agotados o descatalogados. Pensamos que la formación de una buena biblioteca es también una pasión de coleccionista; no podrían faltar entonces aquellas piezas entrañables que seguirán fascinando a los lectores de todos los tiempos.

Selección bibliográfica y reseñas de Marcela Carranza

  • La noche, de David Wapner (Editorial Plus Ultra).


PortadaCuentas de elefante
Helme Heine
Ilustraciones del autor.
Traducción de Alberto Cue.
México, Fondo de Cultura Económica, 2003. Colección A la orilla del viento.
Recomendado para los más pequeños.

Un libro que habla de un elefante que hace caca puede llamar nuestra atención. Cada año, una caca más, y el elefante va llevando la cuenta de los "balones" grandes como una pelota de fútbol que hace a lo largo de su vida. Pero más aún puede sorprendernos el descubrir la metáfora que encierran aquellas bolas al aumentar en cantidad año tras año hasta llegar a las 50 y luego decrecer de una en una hasta llegar a 0.

Bellas ilustraciones en tinta negra juegan con el texto en la disposición de la página. A veces el personaje es un minúsculo punto frente a grandes montañas de caca; otras, se repite infatigablemente en diversas posiciones para dar cuenta de su interminable espera. Síntesis y poesía en las imágenes, y en esta original historia que se atreve, por qué no, a hablar con los más pequeños de cosas como la vida y la muerte.


PortadaUn rey de quién sabe dónde
Ariel Abadi
Ilustraciones del autor
Buenos Aires, Ediciones del Eclipse, 2003. Colección Libros-álbum del Eclipse.

Recomendado a partir de los 5 años.

Con una síntesis increíble de elementos tanto en el texto como en la ilustración Un rey de quién sabe dónde nos cuenta una historia, y no sólo eso, ofrece una mirada humorística sobre el tema del poder y la ambición. Todo es reducido en este libro, desde su pequeño formato (15 x 7,5 cm), hasta las breves frases destinadas a presentar a cada uno de los personajes. Sólo las páginas pares divididas por la mitad tendrán texto a la izquierda e ilustración a la derecha. Las páginas impares estarán en blanco a excepción de la única doble página ocupada por la ilustración y una frase, momento clave de la historia.

Luego de la inflexión dada por la doble página con "La gran pelea", volvemos a la presentación de los personajes transformados por lo ocurrido. Las semejanzas entre la imagen primera de cada personaje y la segunda aumenta el efecto humorístico, como en el caso del trono transformado en isla del primer rey. Un estado de la situación, un conflicto, y un nuevo estado modificado por el acontecimiento ocurrido son elementos suficientes para contar una historia. Pero ésta no termina allí, un personaje parece dispuesto a iniciar otro cuento.

Un rey de quién sabe dónde recibió el premio "Destacados de ALIJA-Agosto 2002/Diciembre 2003" en la categoría "Libro-álbum".


PortadaEl oso que no lo era
Frank Tashlin
Ilustraciones del autor.
Traducción de Santiago Lodanos.
Madrid, Editorial Alfaguara, 1981. Colección Infantil Juvenil Alfaguara.
Recomendado a partir de los 6 años.

El oso que no lo era es uno de esos títulos claves de la literatura infantil que inexplicablemente ya no se distribuyen en nuestro país (1).

Un oso ante la llegada del invierno decide hibernar en una cueva, mientras tanto llegan los hombres y construyen justo encima de la cueva donde duerme el oso "una gran, inmensa, colosal fábrica".

"Tú no eres un oso. Tú eres un hombre, tonto, sin afeitar y con un abrigo de pieles", le repiten de manera obsesiva cada uno de los personajes que en grados de mayor jerarquía, desde el capataz al presidente de la fábrica, quieren poner al oso a trabajar. Las ilustraciones, en trazos de tinta negra sobre blanco, juegan humorísticamente con la situación relatada por el texto. El despacho es cada vez más grande, según la jerarquía del interlocutor del oso, hasta ocupar la doble página en la escena con el presidente de la fábrica. Pero hay otros detalles que satirizan la jerarquía de los personajes. Mientras más alto es el cargo, más secretarías idénticas y rubias habrá sentadas de espaldas al lector; más cestos de basura en el suelo y más teléfonos sobre el escritorio.

La imagen de los operarios trabajando, una vez que el oso es convencido de no ser un oso, nos recuerda (y no es casual) a Tiempos modernos de Chaplin. La página está ocupada por una máquina gigante de enormes tuercas. En lo alto, de espaldas, están los obreros idénticos, con el oso en el centro; debajo los jefes se dan satisfechos la mano en posición simétrica formando parte de la composición de la máquina.

La estructura del relato es circular. La historia finaliza como comienza, con un oso que se dispone, como todos los osos, a hibernar. Quizás pueda desconcertarnos la última imagen (la misma del inicio), en la cual el oso atraviesa la supuesta salida de la cueva e ingresa en la fábrica. ¿Será posible que todo vuelva a comenzar?.


PortadaLa noche
David Wapner
Ilustraciones de Ana Camusso.
Buenos Aires, Editorial Plus Ultra, 1997. Colección Los libros del ombú.
Recomendado a partir de los 8 años.

Hay libros que nos desafían como mediadores, que ponen en crisis los límites y los estereotipos omnipresentes en las aulas y fuera de ellas cuando de libros para chicos se trata.

Los siete relatos de La noche (2) pertenecen a un género no muy frecuente en la literatura infantil: el fantástico. Un fantástico sin concesiones, que sumerge al lector en la ambigüedad y la incertidumbre, en algunos casos hasta rozar el absurdo.

"¿La vida es tan cierta como la
ficción?
¿La ficción es tan incierta como la
vida?
¿La noche es una colección de
cuentos inciertos?
Yo digo que sí.
Yo digo que no." (3)

La brevedad de estos relatos (algunos de cuatro o cinco oraciones) nos remite a otros autores del género fantástico, como Anderson Imbert o Augusto Monterroso.

Algunos de los cuentos establecen relaciones explícitas con textos y escritores de la literatura universal: "Cuatro madres" con "El círculo de tiza caucasiano" de Bertolt Brecht; el terrorífico "Último relato de Alan Pobre" como una alusión humorística a Edgar Allan Poe y "Último sueño de Jonathan Swift", cuyo protagonista es el autor de Los Viajes de Gulliver.


PortadaLejos como mi querer y otros cuentos
Marina Colasanti
Ilustraciones de la autora.
Traducción de Elkin Obregón.
Bogotá, Grupo Editorial Norma, 1996. Colección Torre de Papel.
Recomendado a partir de los 10 años.

Los veinticuatro cuentos que integran Lejos como mi querer (4) recrean, como otros libros de Marina Colasanti (5), el mundo de los cuentos maravillosos. Personajes, espacios y acontecimientos nos aproximan a los antiguos relatos junto con un lenguaje poblado de metáforas, inversiones y adjetivos que busca el tono de tiempos y lugares lejanos. Un hombre construye un castillo en su sueño; zapatos mágicos hacen retroceder al general en la batalla; un dios transformado en mujer narra historias a los pobladores de una ciudad; las mujeres de un pueblo cansadas de que sus hombres sean enviados a la guerra por un rey belicoso, silenciosamente prenden fuego al palacio real. "Lejos como mi querer", cuento que da nombre al libro, es una extraña historia de amor en la cual una joven castellana recibe de su padre la cabeza del hombre que ama. La dama se acostará en su lecho junto a la cabeza y escuchará para luego llevar a cabo, cada uno de sus deseos. Los amantes, parece prometer un relato con final abierto, podrán reunirse más allá de las montañas, junto al mar.

La crueldad, la muerte, lo extraño y horroroso están presentes en estas historias, al igual que el amor y la valentía, en particular en los personajes femeninos.

Colasanti no sólo logra recrear el estilo de un género, sino también devolverle, desde una lectura personal, su vigor originario, muchas veces diluido en las versiones destinadas a los niños.


Notas

(1) Frank Tashlin, nacido en New Jersey, Estados Unidos, fue dibujante del equipo de Walt Disney y uno de los animadores de El ratón Mickey y El pato Donald. Guionista de películas de Laurel y Hardy, y autor tanto del texto como de las ilustraciones de cuatro libros para niños. El oso que no lo era fue publicado por primera vez en Estados Unidos en 1946.

(2) La noche lamentablemente es un título descatalogado. Uno de sus cuentos, "Último sueño de Jonathan Swift", fue publicado en Imaginaria, aquí.

(3) Wapner, David. Texto de la contratapa de La noche.

(4) Nota de Imaginaria: En la sección Ficciones publicamos el cuento "Del tamaño de un hermano", que pertenece a este libro.

(5) Otro libro de Marina Colasanti traducido al castellano —aunque descatalogado— es Una idea maravillosa (Uma idéia toda azul, 1979), con ilustraciones de la autora y traducción de María Elena del Río (Buenos Aires, Editorial Plus Ultra, 1991).

Nota de Imaginaria: También existe una edición —también descatalogada— publicada en España: En el laberinto del viento (Madrid, Espasa-Calpe, 1988; colección Austral Juvenil), con ilustraciones de Araceli Sanz y traducción de Mario Merlino. En este libro, además de otros, se incluyen los cuentos de Una idea maravillosa.


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