64 | LECTURAS | 14 de noviembre de 2001

Como por arte de magia

por Raquel Roberti

Harry Potter (Daniel Radcliffe) con Hedwig, su lechuza nevada - Foto de la película "Harry Potter  y la piedra filosofal"
Harry Potter (Daniel Radcliffe) con Hedwig, su lechuza nevada,
en la película "Harry Potter y la piedra filosofal"

Millones de lectores podrán comprobar si las imágenes del personaje infantil más popular de la historia coinciden con lo que imaginaron cuando leyeron la saga de J. K. Rowling. La expectativa generada por Harry Potter y la piedra filosofal ha convertido a este film en el más esperado del año.

Todo mago que se precie sabe que entre los mejores hechizos no puede faltar el de convertir a un príncipe en rana y que cualquier lugar es propicio para un acto de magia, pero ninguno mejor que una pantalla de cine. Allí es donde Harry Potter —un chico mago nacido de la imaginación de Joanne Kathleen Rowling— desplegará sus prodigios contra las fuerzas de la oscuridad. El héroe de la saga literaria más vendida de la historia llega al cine después de nueve meses y un costo superior a los 150 millones de dólares —la mayor parte en efectos especiales—. Harry Potter y la piedra filosofal se anuncia como un seguro éxito de taquillla ya que cuenta con un público potencial superior a los 100 millones de espectadores: los lectores del libro.

El primer tomo de las aventuras de Harry fue adaptado bajo el estricto control de J. K. Rowling, quien participó también de la elección de los actores para evitar, según trascendió, tanto la americanización como la tergiversación de su historia. Por esa razón la película se filmó en los estudios Leavesden, ubicados al norte de Londres, y en los alrededores de la capital inglesa. El actor principal, Daniel Radcliffe, también es británico.

Es que Rowling sabe, desde que escribió la primera línea en 1997, hacia dónde van los personajes y cómo termina el relato. La escritora tuvo la idea mientras viajaba en tren de Manchester a Londres, cuando sobrevivía junto a su hija pequeña con el seguro social de desempleo. Y de inmediato supo que iban a ser siete libros, que en cada uno el protagonista iba a tener un año más y, para no perder el rumbo, ya escribió el último capítulo del séptimo tomo.

Los cuatro libros publicados hasta ahora (Harry Potter y la piedra filosofal, Harry Potter y la cámara secreta, Harry Potter y el prisionero de Azkabán y Harry Potter y el cáliz de fuego) llevan vendidos más de 100 millones de ejemplares en 200 países y se tradujeron a 42 idiomas. Un récord sin antecedentes en la historia de la literatura.

Hollywood no iba a perder la oportunidad de un negocio promisorio: la Warner Brothers compró los derechos cinematográficos y de los nombres de los cuatro primeros libros, con opción a comprar los tres que completan la serie. Con guión de Steven Kloves (Los fabulosos Baker Boys) y dirección de Chris Columbus (Mi pobre angelito), la primera película de Harry Potter se estrenará el 4 de noviembre en Inglaterra, el 16 en Estados Unidos y se espera en la Argentina para el 29 del mismo mes.

La historia es áspera: Harry perdió a sus padres cuando era bebé y desde entonces vive en un agujero bajo las escaleras en la casa de sus tíos Vernon y Petunia y debe soportar al gordinflón de Dudley, su primo. Casi una versión masculina de Cenicienta, pero en lugar de ser rescatado por un príncipe, zafa de un destino ingrato por una carta de admisión al colegio de magia y hechicería Hogwarts. A partir de allí, Harry —de 11 años— comienza a descubrir los secretos de su vida, a divertirse con cientos de pases mágicos y a enfrentar a las fuerzas del mal, lideradas por el terrible Lord Voldemort.

La adaptación cinematográfica del relato recayó en manos de Chris Columbus, luego de que Steven Spielberg renunciara por "diferencias creativas" con Rowling. Mucho antes de aceptar la dirección, Columbus, de 43 años, leyó el libro a instancias de su hija Eleanor y quedó prendado de la historia porque —considera— transmite a los chicos la esperanza de que hay algo más en la vida y les enseña a enfrentar sus miedos.

"Si yo hubiera recibido a los 11 años una carta admitiéndome en una escuela de magia, la hubiera considerado un pasaporte para cambiar de vida lejos de la ciudad", razonó. Más que en sus obras anteriores, Columbus buscó inspiración en los films que lo impactaron en su niñez: Oliver Twist, Drácula, La momia o Frankenstein, y trató de trasladar a Harry... —según sus palabras— la riqueza de texturas y el clasicismo estético e intemporal que las caracterizaron.

En ese camino encontró algunos obstáculos serios, por ejemplo: elegir el lugar adecuado para convertirse en la escuela de magia. En los libros de Rowling, el edificio data de 1497 y aunque Inglaterra cuenta con decenas de castillos, no todos son tan antiguos. La Catedral de Gloucester, construida en 1100, fue la elegida para vestirla de Hogwarts, pero también se utilizaron la Catedral de Durham, la Iglesia Cristiana del colegio Oxford y el zoológico londinense para la escena en que el protagonista se comunica con las serpientes. Las autoridades de turismo de Gran Bretaña piensan publicar un mapa con el recorrido de Harry durante la filmación de la película, para impulsar la industria turística de ese país, que incluye paseos históricos. Nadie se quiere quedar afuera de un negocio que sumará, al previsible éxito de taquilla, ganancias siderales por merchandising.

Daniel Radcliffe, el actor londinense de 12 años que interpreta a Harry, comenzó su carrera hace tres años, cuando fue elegido para la serie de televisión El show de David Copperfield. Daniel lloró como un crío cuando su padre, John, le dijo que lo habían seleccionado para el papel. Pero mayor fue su asombro permanente durante la filmación: "Todo es como lo imaginé al leer el libro", dijo. Reconoció que tuvo algo de miedo durante la grabación de los enfrentamentios con Voldemort, el brujo renegado, pero también que le encantaron las escenas de riesgo como la que lo muestra arrojándose desde las alturas del edificio escolar. "Estaba recubierto de goma espuma. Parecía el hombre Michelin", confesó.

Cuatro de los nueve meses que llevó la filmación se dedicaron a plasmar en la cinta los partidos de quidditch, un juego similar al fútbol que se juega volando sobre escobas, con cuatro pelotas y seis arcos. Fue el aspecto más difícil de lograr y el que requirió mayor cantidad de efectos especiales: un estadio para 150 personas suspendido en el aire, al igual que los jugadores y el campo de juego.

Cuando terminaron, Daniel soñó varias noches con la escena, pero siempre se caía y se rompía todos los huesos. El joven actor dice que, como su personaje, es leal, curioso y un poco menos valiente. Para él, el final ideal de la saga es que Harry muera porque es la única manera de matar al malvado Voldemort. Pero para saber el verdadero final de la historia, deberá esperar. Por ahora, Rowling está escribiendo el quinto tomo, Harry Potter y la orden del Fénix, y los editores de la saga, Scholastic Inc., todavía no arriesgan una fecha de publicación.

Los productores de la película desubrieron a Radcliffe por casualidad: lo vieron en un cine, sentado dos filas antes del final, absorto en la película. Al día siguiente llamaron a su padre, agente literario, para que lo llevara al set del casting. Los disparadores de la elección fueron los ojos de Daniel, que detrás de los anteojos redondos, son casi idéntidos al dibujo que hasta ahora identificó a Harry. Y cuando pronunció la primera palabra, ya no quedaron dudas: ese era el Harry que estaban buscando.

Los debutantes Emma Watson y Rupert Grint lo acompañan en sus aventuras, en la piel de los amigos Hermione y Ron. El elenco, de lujo, se completa con Richard Harris (Dumbledore, profesor y director del colegio), John Cleese (Nearly Headless Nick), Robbie Coltrane (Hagrid, el gigante), Ian Hart (profesor Quirrell), Maggie Smith (profesora Minerva McGonagall) y Julie Walters (Molly Weasley), entre otros.

Ellos corporizarán el mundo mágico de Rowling ante millones de fans ansiosos por verlos. Por lo pronto, el sitio oficial de la película en Internet —donde se puede mirar un avance de 107 segundos— ya recibió visitas de 150 países. Y el mismo avance se proyectó en más de 200 teatros de Inglaterra e Irlanda, que tuvieron sus salas colmadas para la ocasión.

Sin esperar al estreno, algunos críticos ya opinaron que es una versión demasiado limpia y clara del mundo de la magia, o que la ropa elegida para uniforme del colegio Hogwarts se parece más a la elegante Eton del príncipe William que a la adecuada para una escuela de hechiceros.

Pero otros comentarios, como el de Joan Acocella, de la prestigiosa revista The New Yorker, son halagadores: "Es un relato de hadas que suma misterio, muerte y algo de guerra cósmica entre el bien y el mal. La leyenda del rey Arturo, la historia de Superman, La guerra de las galaxias, Cinderella, El señor de los anillos, Las aventuras de Sherlock Holmes, El paraíso perdido, todos están ahí."

Las halagüeñas palabras de Acocella le dan mayor impulso al nuevo desafío que enfrenta el equipo de producción: la filmación de Harry Potter y la cámara de los secretos, la segunda parte de la serie. Los actores principales serán los mismos y Hugh Grant ya aceptó interpretar al profesor Gilderoy Lockhart, muy apuesto y vanidoso pero absolutamente incapaz.

Según el periódico británico Sun Newspaper, para esta segunda parte los productores decidieron no recrear los espacios en un estudio, sino construir una casa para que funcione como hogar de los Weasleys, donde Harry pasará sus vacaciones.

Para cuando promedie la filmación, el equipo de producción y la Waner ya sabrán si el primer capítulo de la saga de Harry en cine fue tan exitoso como su homónimo literario. El film que pondrá imágenes concretas a personajes que habitan en la imaginación de cien millones de lectores. Ellos serán los jueces y en poco tiempo más darán su veredicto inapelable.


Raquel Roberti es periodista egresada de TEA (Taller, Escuela, Agencia). Trabajó en el diario Página/12 desde 1989 hasta 1998 y, desde ese año, se desempeña en la revista Veintitrés. Es coautora, junto a Fernando Bonsembiante, del libro Llaneros solitarios. Hackers, la guerrilla informática (Buenos Aires, Editorial Planeta, 1995; coleccion Lecturas de Fin de Siglo).

Portada de la revista "Veintitrés" N° 171Este artículo fue extraído, por gentileza y con autorización de los editores, de la revista Veintitrés, Año 4, N° 171; Buenos Aires, 18 de octubre de 2001.

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Imaginaria agradece a Mariana Mangiarotti, de Warner Bros. Pictures Argentina, las facilidades brindadas para reproducir la foto de la película Harry Potter y la piedra filosofal que ilustra este artículo.


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