14 | AUTORES | 15 de diciembre de 1999

Foto de Tomi UngererTomi Ungerer

Datos biográficos

Jean-Thomas Ungerer nació en Estrasburgo, en la región de Alsacia, Francia, el 28 de noviembre de 1931. La familia paterna formaba parte de una antigua dinastía de relojeros, mientras que la materna, los Esslers, era una familia de industriales del Alto Rin.

Cuando Tomi tenía cuatro años, un hecho desgraciado marcó su vida: su padre murió víctima de una septicemia. Este acontecimiento derivó en una mudanza familiar a la casa de los abuelos maternos de Tomi, en Logelbach, un suburbio industrial de Colmar, al noreste de Francia. Allí vivió hasta 1953, en un cálido ambiente familiar. La biblioteca heredada de su padre fomentó en Tomi Ungerer el amor por la literatura. "Me crié con respeto y amor por los libros", afirma recordando esa época.

Su infancia también fue marcada por la guerra y vivió esos acontecimientos con curiosidad y asombro, sin tener un verdadero sentido del peligro. Esas vivencias y recuerdos fueron plasmadas en dos libros: A la guerre comme à la guerre (1991) y Die Gedanken sind frei (1993). En esos primeros dibujos, llenos de frescura, mostró un temprano sentido de la observación, especialmente en las caricaturas del ejército alemán. Los recuerdos de ese período le generaron un profundo rechazo y repulsión a la guerra y al fascismo.

La posguerra generó dudas y provocó reacomodamientos en la personalidad de Tomi Ungerer. Adquirió gusto por la aventura y los viajes y decidió hacer el servicio militar con las tropas francesas en Argelia. Su producción atraviesa, por esa época, un período de características macabras y oscuras.

En 1956 decide probar suerte en América; se instala en New York y queda fascinado con la cultura que descubre. Lee a Faulkner, a Steinbeck y a Fitzgerald, escucha jazz, blues y se apasiona con la caricatura y el humor político de las revistas y diarios norteamericanos.

Su primer libro para niños, Los Melops se lanzan a volar, se edita en 1957 y, a partir de 1958, sus dibujos y cartoons aparecen en The New Yorker, Esquire, Life Show, Fortune y otras importantes publicaciones.

Entre 1958 y 1962, Tomi Ungerer publica tres libros más de la serie de los Melops, además de Crictor (1958), Adelaide (1959), Emil (1960), Rufus (1961) y Los tres bandidos (1961). Para esta época comienza a colaborar con la editorial Diogenes Verlag, de Zürich, en donde publica la mayoría de sus libros. Su primera gran exposición se realiza en 1962, en Berlín. En 1966 aparece su libro El hombre de la luna y, en 1967, Zeralda's Ogre.

En la cumbre de su éxito, el artista reaccionará contra lo que percibía como la hipocresía y la superficialidad de la sociedad en la cual estaba inmerso y, en 1970, decide mudarse, con su esposa Yvonne Wright, a una granja en Nueva Escocia, en Canadá. Tres libros, que él considera como el testamento de un periódo pasado, son feroces testimonios de su crítica a la sociedad norteamericana: The Party (1996), Fornicon (1970) y America (1974).

Para esa época también reestablece sus vínculos con su Alsacia natal. En 1975, el Museo de Arte Moderno de Estrasburgo monta una exposición retrospectiva de sus dibujos.

Hacia fines de los 70, la familia Ungerer, contando ya con tres hijos, se muda a Irlanda para instalarse allí hasta la actualidad. Ungerer continúa estrechando lazos con Alsacia y dona su colección de juguetes mecánicos y buena parte sus trabajos a la ciudad de Estrasburgo, donde se crea un museo dedicado a su obra.

Ya no se dedica a la producción de libros infantiles y centra su esfuerzo y energías en causas humanitarias: colabora con grupos de ex drogadictos y recauda dinero para niños enfermos.

La producción de Tomi Ungerer está calculada entre 30.000 y 40.000 dibujos y más de 120 libros, ilustrados por él, traducidos a 30 idiomas, que cubren 40 años de creación artística, y recorren una amplia variedad de técnicas, estilos y productos: libros para niños y para adultos, cartoons, posters, publicidades, etc. Ungerer nunca quiso ser clasificado en una técnica específica o dentro de un género, tratando siempre de preservar la diferencia y la originalidad de sus ideas.

Tiene muchísimos premios por su labor como creador; entre ellos The Society of Illustrator's Gold Medal y, en 1998, nominado por la sección francesa del IBBY como ilustrador, obtuvo el Premio Hans Christian Andersen.

Roberto Sotelo


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