155 | LIBROS RECOMENDADOS | 25 de mayo de 2005

En cada entrega de esta sección se ofrece un listado de libros que, a nuestro juicio, merecen ocupar un lugar en los estantes de cualquier biblioteca infantil o juvenil.

Selección bibliográfica de Roberto Sotelo
Reseñas de Fabiana Margolis


PortadaEl monstruo de la lluvia

Marilar Aleixandre (textos) y Pablo Amargo (ilustraciones)
Madrid, Ediciones SM, 2003. Colección Los Piratas.
Recomendado a partir de los 4 años.

Una noche de invierno, Chis descubre al monstruo de la lluvia. Lo ve acechando por las ventanas, circulando silenciosamente por los tubos de agua hasta encontrar alguna abertura en las piletas de los baños o las cocinas, y llegar por ella al interior de una casa. El monstruo de la lluvia busca niños para arrastrarlos por las alcantarillas y disolverlos en el fondo de los desagües. Porque los niños tienen una parte de sal o de azúcar, que el monstruo sabe disolver.

Entonces Chis decide seguirlo. Toma su paraguas rojo y va tras él.

Empuñando su paraguas, cuyas varillas pueden llegar a convertirse en varitas mágicas si uno las necesita, Chis se mete en una alcantarilla. No tiene miedo. El monstruo de la lluvia llama con una voz dulce a los niños, pero Chis los protege con su enorme paraguas rojo, enfrentándose al monstruo, quien, enfadado, sopla con todas sus fuerzas y cierra el paraguas de Chis. Será la risa de los niños la única capaz de vencer al monstruo.

Las ilustraciones destacan un enorme paraguas rojo sobre fondos blancos, azules, negros. Ya desde la portada, aunque en el título no se lo mencione, se adivina la importancia de un paraguas que es más alto, colorido y vistoso que los demás. Sólo habrá que animarse, como dice la dedicatoria, a romper las sombras con él.

El monstruo de la lluvia fue distinguido en España con el Premio Nacional de Ilustración del Libro Infantil y Juvenil 2004.


PortadaMonstruos al teatro

Graciela Repún y Patricia Suárez
Ilustraciones de Lancman Inc.
Buenos Aires, Editorial Santillana, 2004. Colección Leer es genial; Serie Iguales y diferentes.
Recomendado a partir de los 9 años.

Seis obras de teatro, cuyas historias pertenecen a la mitología griega, conforman este libro. Pero son historias con una particularidad: ¡tienen a un monstruo como protagonista! Así presentan las autoras su obra: "En las historias de este libro aparecen dioses y héroes, pero principalmente son protagonizadas por monstruos. Algunos, como ustedes verán, parecen más monstruosos que otros".

Cada una de las obras tiene una presentación, en la cual las autoras relatan el mito griego. Después introducen a los personajes y se levanta el telón.

Diálogos en verso, equívocos y mucho humor caracterizan estas piezas teatrales, donde desfilan personajes y monstruos de lo más extravagantes. La esfinge que exige respuestas rimadas a sus adivinanzas para permitirles a los viajeros seguir su camino: "Contesta pronto, viajero,/con rima que me estremezca:/¿cuál es el colmo de un carpintero/que un día se fue de pesca?". La ninfa Eco, enamorada de Narciso, que es muda y sólo puede repetir tontamente lo que otros han dicho. El minotauro, mitad hombre, mitad toro, que lo único que desea es un amigo para no estar siempre solo: "Pido que me envíen hombres y mujeres, ¡y se pierden en los pasillos! Después dicen que apenas entran en el laberinto, yo me los como. ¡Pero si nunca encuentro a ninguno! Y yo me siento tan solo... Desespero por tener un amigo". Ariadna, la hija del rey de Creta, locamente enamorada de Teseo: "¡Ay, Teseo, Teseo, no tienes ni un pelito que sea feo!".

Un libro ideal para divertirse entre amigos, aprender un poco más sobre la mitología griega, y, por qué no, animarse a subir al escenario.


PortadaSiete historias para la infanta Margarita

Miguel Ángel Fernández-Pacheco
Ilustrado con detalles (en blanco y negro) de Las meninas, de Diego Velázquez.
Madrid, Ediciones Siruela, 2001. Colección Las Tres Edades.
Recomendado a partir de los 12 años.

El pintor Diego Rodríguez de Silva y Velázquez se enfrenta con un problema para terminar Las Meninas, el cuadro que está pintando para Su Majestad el rey Felipe IV: la infanta Margarita, hija predilecta del monarca, dice que se aburre durante las horas que debe permanecer quieta en el estudio. Entonces, para solucionar este pequeño inconveniente, el rey sugiere que le cuenten cuentos.

Pero no cualquier clase de cuentos. La infanta desea escuchar sólo historias de amor:

"Durante toda mi vida, no han hecho otra cosa que contarme cuentos. ¿Y sabéis lo que os digo? ¡Que estoy harta! Yo lo que quiero oír son historias de amor. [...] casos en que los pobres enamorados no pueden ni verse porque sus familias son enemigas... o sus religiones diferentes...".

Las meninas, los guardadamas, el enano, la bufona y hasta el propio pintor rivalizarán entre sí para ver quién narra la mejor historia. Así, no faltan las andanzas de una princesa dispuesta a todo para conservar su amor, las penas de un enano enamorado de la mujer de un gentilhombre o las desventuras de un príncipe jabalí. Hasta Salomón, el perro retratado, esconde una secreta historia de amor.

Con ingenio, picardía y humor estas siete historias que logran conmover y entretener a la Infanta seguramente lograrán otro tanto con el lector, quien seguirá con entusiasmo las desdichas y los amores de los personajes.

Cuando la luz cambia y ya no es posible continuar el trabajo será hora de marcharse. Habrá que esperar hasta la siguiente jornada para que el pintor pueda continuar con su cuadro y todos se dispongan a narrar nuevas historias de amor para la Infanta Margarita.


PortadaLos Caballeros de la Rama

Marcelo Birmajer
Ilustraciones de Pablo Bernasconi.
Buenos Aires, Editorial Alfaguara, 2003. Colección Próxima Parada Alfaguara, Serie Azul.
Recomendado a partir de los 12 años.

Un cuento en el que, muchos años después de haberse casado, la Cenicienta decide contarle a su marido que ella no era la verdadera dueña del zapatito de cristal; otro en el que se devela por qué los pájaros se comieron las miguitas de pan arrojadas por Hansel y Gretel en el bosque; y uno en el que se explica el motivo por el cual los campesinos no acudieron al llamado del pastor cuando él imploró ayuda frente a la presencia (esa vez real) del lobo. Estas son algunas de las historias que aparecen en Los Caballeros de la Rama.

Algunos cuentos dan una interesante vuelta de tuerca sobre los argumentos clásicos, proponiendo finales diferentes o develando misteriosos secretos. Otros, como en el caso de "El sendero de migas de pan", también le permiten a Marcelo Birmajer plantear una reflexión a propósito del abandono de Hansel y Gretel: "Porque hay sólo una cosa peor que no saber cómo volver, y es no tener adónde ir. A mí me gustaría que todos los niños y los seres indefensos del mundo tuvieran no una sino mil casas, para poder elegir siempre a cuál quieren regresar".

El príncipe Romo y el mago Merlín son los protagonistas de varias de las historias, entre ellas, el cuento que da título al libro. Allí, el joven príncipe espera con impaciencia la llegada de los Caballeros de la Rama, a quienes admira por su valor e inteligencia. Desea unirse a ellos en su peregrinaje lleno de aventuras. Será Merlín, con sus sabios consejos, quien lo ayudará a tomar la decisión correcta.


PortadaRay Bradbury. Antología poética

Selección y traducción de Marcial Souto.
Buenos Aires, Ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, 2000. Colección Desde la gente.
Recomendado a partir de la adolescencia.

Seguramente Ray Bradbury sea mucho más conocido por sus cuentos y novelas de ciencia-ficción que por sus poesías; libros como El hombre ilustrado, Crónicas marcianas o Fahrenheit 451 lo convirtieron en un escritor mundialmente famoso. Sin embargo, y ante la sorpresa de muchos lectores, Bradbury también escribió numerosos poemas.

Esta antología, cuya selección, traducción y prólogo estuvieron a cargo de Marcial Souto, reúne diversas poesías que, hasta el momento de la publicación de este libro, eran desconocidas en nuestro idioma.

Algunos de los temas que lo obsesionan y preocupan tienen que ver con la infancia; la constante presencia de la muerte ("Cuatro amigos murieron/durante una semana./A ninguno le avisaron,/a ninguno se lo dijeron"); las pequeñas acciones cotidianas, tratadas con mucho humor en el poema "El Lavado del Pelo": "He ayudado a criar a cuatro hijas/y nada, nada, nada/puede compararse con ese rito nidal de sus vidas/que es el Lavado del Pelo"; la perplejidad ante las leyes del mundo ("Cuando mueren los mendigos no se ven cometas;/el verde del pueblo no se transforma en hollín fúnebre/[...]/Si fuera un caballeroso rey, ¡qué lamentos!/ y a media asta las banderas reales").

Bradbury ha incursionado también en el cine y el teatro. Seguramente, el poema que mejor defina a este prolífico escritor sea "Hacer es ser": "Hacer es ser/Haber hecho no basta;/llenarse de actividad: en eso está el secreto./[...]No hacer es morir,/o quedarse por ahí y mentir acerca de las cosas/que quizás hagas algún día."


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