116 | LECTURAS / FORO | 26 de noviembre de 2003

Foto de Carlos SilveyraConversación abierta con Carlos Silveyra
Invitado especial del foro de Imaginaria y EducaRed

Entre el 12 y el 21 de noviembre, Carlos Silveyra fue nuestro invitado especial y estuvo dispuesto a dialogar con quienes visitaran el foro.

En el número anterior de Imaginaria publicamos una reseña biográfica de Carlos, una bibliografía y varios de sus textos, empezando por aquí.

Ahora presentamos una parte de lo ocurrido en el foro durante esos diez días. Hay más en la sección correspondiente del foro, que lo invitamos a visitar. (Hemos corregido errores de tipeo y aclarado algunas frases, respetando siempre el sentido de los mensajes originales.) A pesar de cuanto dejamos afuera es muchísimo material, y por eso lo hemos repartido en varias páginas:

Una vez más, nuestro agradecimiento a Carlos y a todos los que participaron.

 

(Siempre que pudimos, hemos puesto el nombre de cada participante del foro. Dado que no es obligatorio proporcionar datos reales ni completos para dejar mensajes, hay casos en los que nos faltó esa información.)


Presentación

Eduardo Abel Gimenez:

Carlos Silveyra es argentino, nacido en Buenos Aires. Además de su obra narrativa, se ha dedicado a la investigación del folclore oral infantil (su trabajo está recogido en numerosos libros, entre recopilaciones y ensayos). Pero aparte de su obra como escritor ha desarrollado una intensa actividad ligada a la educación y a la comunicación con niños, desde diversos ángulos.

En Imaginaria presentamos varios textos de Carlos Silveyra (a quien agradecemos su autorización para reproducirlos):

Invitamos a todos a hacer preguntas y comentarios.

A Carlos: muchas gracias por tu continua colaboración con Imaginaria, y especialmente por aceptar la invitación al foro.


Carlos Silveyra:

Queridos Imaginarios:

Gracias por la presentación. Las personas que suelen ingresar al foro (¿no es cierto que no son los forenses?) seguramente se sentirán alentados para hacerme preguntas, comentarios y demases.

Aquí estoy, pues. ¡Vengan las preguntas!


Daherbon:

Estimado Sr. Gimenez: Nunca una inclusión en Imaginaria ha sido tan justa... Quienes conocemos la obra de Carlos Silveyra lo admiramos y apreciamos su labor, lo que, sumado a su naturaleza bonachona y solidaria lo hacen un ser humano excepcional. El 31 de octubre pasado, dio una charla en Avellaneda, organizada por el C.I.E. de ese distrito, para docentes de la zona. ¡Fue brillante! (Y en estas épocas de chantas en todo, especialmente en educación, es de destacar.) Aprovechen intensamente el vínculo con él... Porque lo vale.


E.A.G.:

Estimado Daherbon:

No tengo ninguna duda de lo que dice. Conozco a Carlos desde hace cerca de veinte años. Nos hemos encontrado en muchos sitios, hemos compartido espacios, aprendí de él en unas cuantas situaciones. Tuve el gusto de ser colaborador de AZ diez durante años, cuando Carlos la dirigía. Es fantástico tenerlo aquí, a nuestra disposición.

(Carlos: ya sé que te estarás ruborizando, pero bueno, tendrás que perdonar estos ataques de admiración.)


C.S.:

¡Basta de piropos! ¡Qué bonachón ni ocho cuartos! ¡GRRRRR!

Ahora en serio, mil gracias.


Virginia De Montanaro:

Me gustaría que para complementar participasen los niños y niñas por y para quienes deslizamos la pluma.

Particularmente, mis historias se van tejiendo a cuatro manos, a dos cabezas. Tengo un pequeño lector, soñador, imaginador y colaborador con quien comparto tanto lecturas como escritura. No hay nada más fantástico que observar un tierno rostro dar nueva vida a El Principito o que, al despertar, extraiga de su sueños un personaje y alentarle para llevar sus sueños a un lienzo desarrollando una historia.

Lamentablemente, no puedo invitarle por solo tener acceso a la red en mi trabajo mientras él atiende el colegio. Pero se me ocurre citar sus preguntas: '¿Los que escriben los libros también sueñan? (Con sus personajes), '¿Cómo se hacen los libros? (Es decir, gracias a quién se hace de un manuscrito un ejemplar impreso).

La pregunta de mi parte es: ¿por qué sí mis narraciones breves han logrado captar la atención de los pequeños lectores y arrancarles expresiones de asombro, emoción, mientras sus ojos se abren al máximo indicando el movimiento del engranaje de la máquina de la imaginación, no consigo una respuesta en los concursos en que he participado? Claro está que lo he hecho en México y España. Ahora intentaré en la Argentina, donde creo que la literatura infantil tiene mejor sitio que en mi país.

Gracias por atender a mi nota.

El Monstruo Tocón


C.S.:

Por lo menos a mí me ha sucedido soñar con un personaje. O soñar con el comienzo de un poema. Ayer, por ejemplo, me desperté diciendo esta "receta":

RECETA

Primero ponga a ablandar su corazón.
Conviene ponerle unas gotas de rhum
si hace mucho que no lo usa;
suele traer el rumor del mar Caribe
y un poco del calor de aquella arena.
Quítele cuidadosamente los callos,
nervios y ángulos,
evitando lastimarlo
(no es cuestión).
...

También a veces los soñamos despiertos. A veces me he sorprendido pensando en que el personaje tal tenía bigotes espesos, por ejemplo, pero que ese dato no figuraba en el texto. Porque no lo necesitaba para contar la historia. Pero yo, y sólo yo, sabía que tenía bigotes.

Un libro es realizado por un verdadero ejército de personas. Ejército integrado por ilustradores, editores, correctores, diagramadores, responsables de la producción industrial, de los presupuestos y costos, etc. Y una vez editado otros soldados de ese mismo Ejército se ponen en acción: responsables de almacenes y depósitos, empaquetadores de los envíos a las librerías, promotores (los más conocidos son los que comunican a los medios masivos de comunicación la publicación del libro), vendedores a librerías, bibliotecas, etc.

Un gran cariño para los dos.



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Autores: Carlos Silveyra

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