56 | LECTURAS | 25 de julio de 2001

"Considero que no hay nada más natural que un chico actuando de lo que es"

Entrevista con Bárbara Raimondi, directora de la obra de teatro Natacha, basada en el libro de Luis María Pescetti

Foto de la puesta de Natacha

Bárbara Raimondi puso en escena y dirigió la obra Natacha, basada en el libro del escritor argentino Luis María Pescetti. La obra se representa en Buenos Aires (Argentina) por el grupo Eternos Pibes, un elenco que reúne a actores adultos y niños.

En diálogo con Imaginaria, la directora explicó cómo es el proceso de llevar una obra literaria al escenario y lo que significa el trabajo teatral de conducir a un elenco compuesto en su mayoría por niños.

¿Cómo surge la idea de dirigir un elenco infantil?

Cuando veo en una obra de teatro a un actor interpretando a un niño -salvo raras excepciones, se lo representa con movimientos torpes, una voz falsa, un vestuario ridículo con moños y volados gigantes-, no puedo ver a un nene real sino su parodia y ese personaje no me llega, no me emociona. De ahí surge mi necesidad de dirigir un elenco de pibes que interprete papeles de pibes. Considero que no hay nada más natural que un chico actuando de lo que es.

Foto de la puesta de Natacha¿Cuándo se forma el elenco Eternos Pibes?

El primero se forma en 1997, y digo primero porque este elenco, no puede ser estable, por el simple hecho de que los chicos crecen, de ahí el nombre del grupo, es el deseo de que pudieran ser eternamente pibes. Esta es la parte más difícil, aparte de lo afectivo, una vez que los chicos tienen una experiencia considerable en el escenario, no puedo seguir trabajando con ellos, porque empiezan su adolescencia. El elenco varía casi por completo cada dos años.

¿Cómo elegís los actores del elenco?

Realizo un casting, y también selecciono entre los chicos que asisten a los talleres de teatro que dicto. Esto último me facilita en cierto modo el proceso de preparación de la obra hasta su estreno. El chico sabe cuál es la línea de actuación que tiene que investigar y la familia conoce cómo trabajo y me confía la preparación actoral de su hijo.

¿Qué buscás a la hora de seleccionar una obra teatral?

Parto de dos requisitos fundamentales: los protagonistas de las historias tienen que ser chicos y los conflictos que se aborden deben ser representativos de la infancia. Si en la obra hay personajes de personas mayores, se convocará a actores adultos para que los representen. Los chicos sólo actuarán de chicos.

Foto de la puesta de Natacha¿Y te encontrás con obras ya escritas para teatro que cumplan con estas características?

No, en realidad hay muy pocas, por eso recurrí a cuentos o novelas infantiles, donde hay mucho más material. Por supuesto que también hay una barrera, que es la adaptación. No toda buena obra literaria es posible materializarla en un escenario. Pero si se hace una búsqueda intensiva, seguramente algo se va a encontrar.

¿Natacha fue el resultado de tu búsqueda?

Así es. Natacha, cumple con creces lo que yo busco en una obra para llevarla al teatro. Y en cuanto a la adaptación, no presenta grandes complicaciones, ya que los veinte relatos que contiene el libro, son puro diálogo.

¿Cómo te contactaste con el autor?

Mi primer contacto fue por correo electrónico, porque Luis vive en México. Me presenté, le conté cómo trabajaba y mi interés por poner en escena su obra Natacha. Luis aceptó sin problemas y aprovechando un viaje que hizo a fines del año pasado, hicimos los trámites legales.

Una pregunta para el lector no especializado: ¿qué son los trámites legales?

Son los trámites que se hacen en Argentores, para poner la obra en cualquier sala teatral. El director paga un arancel y el autor firma una autorización para la representación de la obra.

¿Qué modificaciones hiciste sobre la obra original para llevarla al teatro?

Natacha consta de veinte relatos independientes. De todos ellos seleccioné los doce que a mi criterio tenían mayor riqueza dramática; es decir que lo que pasaba en ese relato fuese interesante de ver en el escenario. También tuve en cuenta que los temas no se repitieran y que la secuencia de los relatos permitiera contar un día en la vida de Natacha. Para esto último inventé diálogos y situaciones que los unieran entre sí, agregando el sueño de Natacha por tener un violín de verdad en vez de una cacerola y una cuchara, deseo que es hilo conductor de la obra. Otro cambio importante fue el personaje de Pati. Originalmente es una nena, la mejor amiga de Natacha. En mi adaptación es un varón.

Foto de la puesta de Natacha¿Qué rol cumple la violinista dentro de la obra?

La violinista, representa a Natacha de adolescente. Es la protagonista de la historia. Ella es la que musicaliza con su violín ese día tan especial de su niñez. Nos "cuenta" sus sentimientos y sensaciones de ese día a través de la música.

¿Es una actriz más?

Cuando la convoqué lo hice como violinista, no como actriz. Nuestro primer trabajo juntas fue encontrar las canciones para la obra, una vez terminada esta tarea, empezamos a conversar sobre su labor actoral. Le di algunos elementos puntuales, indicaciones físicas, que le ayudaron a seguir creando su personaje.

Pati, la amiga de Natacha, en la obra es interpretada por dos varones y dos nenas. ¿Cómo adaptaste este personaje?

En el libro original, hay tres personajes femeninos: Natacha, su mamá y Pati, su mejor amiga. Son todas mujeres en el escenario, y quise que apareciera un personaje masculino también. El único que podía adaptarse a este cambio era Pati que se transformó en Patri: Patricio o Patricia. De esta manera Natacha, puede compartir sus juegos, indistintamente con una mujer o un varón y los nenes espectadores también tienen en el escenario un personaje con el que se pueden identificar.

¿Aceptó el autor estos cambios?

Perfectamente, lo único que me pidió es que respetara la forma de hablar que tiene Natacha, ya que es un rasgo muy particular de esta nena y la caracteriza. Después podía sacar y agregar lo que quisiera, sin desvirtuar la obra, por supuesto.

¿Por qué en la obra cada personaje es interpretado por varios actores?

Me pareció todo un desafío trabajar con el código de la multiplicidad de los actores en una obra que está dirigida a chicos. Ofrecerles un código que se trabaja a veces en teatro para adultos, pero no en infantiles y ver que aceptación tenía.

Foto de la puesta de Natacha¿Y cómo resultó la experiencia?

Muy positiva. Los chicos, cuando sienten que se los trata con respeto, son muy abiertos y aceptan sin dificultad distintas propuestas teatrales. Algunos necesitan más tiempo para comprender que no son doce personajes, sino tres, pero lo terminan entendiendo. Lo sé porque los chicos son espectadores muy particulares, dicen todo lo que piensan en voz alta, y desde la platea puedo escuchar cómo es el proceso de entendimiento de lo que están viendo.

Por la dinámica de un taller de teatro infantil, los chicos están acostumbrados a no tener que ajustarse estrictamente a un guión. ¿Te costó lograr que lo respetaran para la obra y cumplieran así con la petición del autor?

Al principio costó un poco. Los chicos que son alumnos míos estaban desorientados. Me escucharon decir por primera vez en los ensayos que debían respetar la letra estrictamente, cuando en las clases, siempre les digo que mientras mantengan la idea, las palabras pueden ser cambiadas. Al comienzo me lo reprocharon, pero cuando les expliqué el por qué de este pedido, lo aceptaron y estudiaron la letra tal cual está en el libreto.

Foto de la puesta de Natacha¿Cómo es trabajar con chicos? ¿Qué diferencias hay con los adultos?

En cuanto al trabajo de actuación, no se diferencia demasiado al de un adulto, quizás es un proceso más lento; los chicos tienen tiempos más cortos de concentración y hay que estimularlos mucho. Lo que sí varía enormemente es el lugar que ocupan los ensayos y las funciones en su vida cotidiana. Esto tiene que ver con una filosofía de trabajo que tengo para con los chicos. Considero que la vida de un pibe debe girar en torno a su familia, sus amigos y el colegio. Prioridades que se pierden rápidamente cuando entran en el mundo del espectáculo, a través de la televisión o el teatro. Las exigencias de los ensayos, grabaciones y presentaciones les acaparan su tiempo. Dejan de hacer las cosas a las que estaban acostumbrados y pasan a tener un trabajo de varias horas por día como si fueran adultos. Estoy en total desacuerdo con esto. Creo que un chico que incursiona en el arte, tiene que hacerlo como forma de expresión y no como un trabajo.

Para no ser contradictoria con mis principios, una vez armado el elenco, ensayamos solamente los sábados por la mañana, aproximadamente durante seis meses. Y una vez estrenada la obra no volvemos a ensayar; sólo se hacen ajustes antes de las funciones. Si un actor infantil no quiere venir más porque ya no le divierte, lo acepto sin problemas y busco un reemplazo. Esto tiene que ser muy placentero, para él y su familia, no se lo puede forzar. Si disfruta de lo que hace, se va a lograr una buena función con la seriedad, la responsabilidad y el respeto que el público se merece cuando paga una entrada.

¿De qué manera acompañan los padres esta actividad de los chicos?

Sin la ayuda de los padres todo esto no se podría hacer. Tienen que creer en el proyecto y disfrutarlo. Porque, en caso contrario, rápidamente se transmite el displacer a los chicos; que se sienten tironeados, por algo que les gusta pero para lo que no encuentran apoyo en su familia. Los pibes tienen en claro los pro y los contra que les da esta experiencia y la balanza se inclina por lo positivo. Cuando un chico renuncia al proyecto en general es porque los padres así lo deciden.

Foto de la puesta de Natacha

¿Por qué hay tantas piezas teatrales en cartel que son adaptaciones de obras del género narrativo? ¿Está poco desarrollado -o editado- el género dramático para niños y jóvenes?

Supongo que tiene que ver con el poco material editado del género dramático que existe en Argentina. Por ello, los directores recurrimos al género narrativo.

Tengo entendido que no es redituable para las editoriales la publicación de textos dramáticos, sostienen que no se venden, que los chicos no los leen. Me parece que los niños lo que no leen son textos dramáticos malos. Si el docente o los padres les acercan textos de calidad, los chicos son muy buenos receptores y lectores. He tenido excelentes experiencias con las obras publicadas de Adela Basch, de María Inés Falconi, de Ricardo Talento y de Manuel González Gil, los chicos las disfrutan muchísimo.


Foto de Bárbara RaimondiBárbara Raimondi (adribar@mixmail.com) es Profesora de Enseñanza Primaria, Especialista en Educación por el Arte y Directora Teatral.

Se desempeña como profesora de teatro en escuelas de la ciudad de Buenos Aires. Coordinó grupos infantiles y juveniles en el Teatro-escuela El Vitral y en el Teatro La Galera, y realizó una pasantía en el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (Celcit).

Dirigió diversas obras teatrales con elencos infantiles, como Francisco y Julia (Teatro El Vitral, 1996), Caídos del Mapa (Teatro El Vitral, 1997), Todo de a dos (Teatro La Galera, 1998) y Hola Panza (Teatro La Galera, 1999); y con elencos mixtos (niños y adultos) las obras Hasta el Domingo (Teatro Del Pasillo y Centro Cultural Adan Buenosayres, 2000) y Natacha (Teatro Del Pasillo y C.C. Teatro El Túnel, 2001).


Natacha, la obra teatral

Síntesis argumental

Natacha junto a su mamá y a su mejor amigo Patri, viven un día como cualquier otro: adoptan un perro, confunden insectos con monstruos, estudian una lección, practican la telepatía, "cocinan" una torta e inventan cuentos. Sin embargo algo especial pasará que Natacha recordará este día por siempre.

Ficha técnica

Elenco: Ari Smok, Diana Suez, Florencia Contardo, Florencia De Martino, Gonzalo Novoa, Inaam Saur, Jessica Jalife, Julieta Schapira, Lara Kotler, Liliana Bucay, Liliana Joli.

Música en vivo: Luciana Jatuff

Dirección general y puesta en escena: Bárbara Raimondi

Escenografía, Vestuario y Musicalización: Grupo Eternos Pibes

Puesta en escena

Los tres personajes de la obra: Natacha, la Madre y Patri, son representados por varios actores, pero que ciertamente encarnan al mismo personaje.

Para el entendimiento del código de la multiplicidad se presentan dos escenas, la primera y la última en las que actúan simultáneamente todas las madres y todas las Natachas, como así también hacia la mitad del espectáculo en otra escena actúan todas las Natachas, todos los Patris y una sola Madre. La letra de estas escenas está repartida, pero las acciones, desplazamientos, movimientos corporales y gestuales son los mismos.

En las escenas restantes, actúa sólo una pareja o un trío de actores, ya sea Natacha-Madre; Natacha-Patri o Natacha-Madre-Patri.

La historia se desarrolla en un solo ambiente, una cocina-comedor, cuyas patas laterales simbolizan el afuera y el adentro.

Los elementos escenográficos son una mesa, con tres sillas, una mesada, una heladera, un horno, un perchero y una mesa de teléfono.

De frente al público, un gran ventanal con cambios de luces, representará el paso del tiempo.

Todos usan ropas actuales, respetando que los actores que representan el mismo personaje estén vestidos y peinados de igual manera.

Para ver a Natacha en teatro

La obra Natacha permanecerá en cartel hasta el domingo 29 de julio de 2001 en el Teatro El Túnel (Bonpland 2050, Buenos Aires). La función es a las 16 horas y el precio de la entrada es de $ 4.-

Bárbara Raimondi está preparando un nuevo proyecto: una versión abreviada de Natacha para ofrecer a los colegios. Las instituciones interesadas pueden solicitar más información a: adribar@mixmail.com.

Portada de "Natacha"Natacha, el libro

Natacha es un libro de Luis María Pescetti, ilustrado por O'Kif, y editado por Alfaguara (Buenos Aires, 1998; colección Infantil Alfaguara, serie Naranja).

También de Pescetti y con el mismo personaje, se encuentra La tarea según Natacha (Buenos Aires, Alfaguara, 2000; colección Derechos del Niño). Este libro, con ilustraciones de O'Kif y prólogo de Fernando Savater, está inspirado en el Derecho N° 7 de la Declaración de los Derechos del Niño ("Derecho a recibir educación y a disfrutar del juego").

En la página web de Luis Pescetti (http://www.pescetti.com/), el navegante se encontrará con algunos capítulos del libro Natacha: "¡Se vivió!", "¿Qué dijo?", "El cable del teléfono", "Acnécodta", "Las manzanas-globo", "El robo", "Nota a la madre" y "La historia". Y, de yapa, uno inédito: "El secreto".


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Autores: Luis María Pescetti