PePe Pelayo: El humor que se comparte, se disfruta y se contagia

Por Fabiana Margolis. PePe Pelayo, escritor cubano que visitó la Argentina en 2010, contagia humor. Basta con acercarse y escucharlo para terminar absoluta y sanamente contagiado, porque compartir una charla con él es dejarse envolver por la magia y la frescura de sus palabras, que hilvanan recuerdos y anécdotas con la espontaneidad de los grandes oradores.

por Fabiana Margolis

PePe Pelayo contagia humor. Basta con acercarse y escucharlo para terminar absoluta y sanamente contagiado, porque compartir una charla con él es dejarse envolver por la magia y la frescura de sus palabras, que hilvanan recuerdos y anécdotas con la espontaneidad de los grandes oradores.

Invitado por la editorial Alfaguara —que realizó la edición en Argentina de su libro Cuentos de Ada (*)—, este escritor cubano (nacido en la localidad de Matanzas en 1952 y residente en Chile desde 1991) visitó nuestro país en 2010. En esta nota, PePe Pelayo nos presenta a Adalberto —el protagonista de su libro—, y reflexiona sobre el trabajo del escritor, la literatura para niños y el humor.

Los enredos de Ada

Adalberto es el típico antihéroe a quien todo parece salirle mal: tiene un hermano menor, Yoyito, que se entromete y le crea problemas, y un enemigo al que no se anima a enfrentarse. Lo que no tiene es suerte con Cary, la chica de la que está enamorado. La timidez y la falta de iniciativa le juegan en contra hasta que, por fin —¡y por suerte!— , la situación se revierte en el final del libro.

Ya desde la portada podemos advertir la excelente dupla que conforman los “Pelayos”: padre e hijo, escritor e ilustrador. “Soy muy afortunado, porque mi hijo Alex es quien ilustra todos mis libros”, cuenta, orgulloso, PePe Pelayo. Y explica cómo es el trabajo en equipo: si él ha escrito el libro, le da a Alex la historia terminada y acepta sin dudar su interpretación y su estilo. En cambio, si se trata de un libro para primeros lectores, lo crean entre los dos, metiéndose cada uno en el “terreno” del otro.

En Cuentos de Ada, Adalberto aparece literalmente enredado por una manguera, incapaz de moverse, lo cual ya nos da una pista acerca de la clase de situaciones a las que deberá enfrentarse el protagonista de estos relatos. Un humor absurdo y disparatado, que despierta simpatía y una gran identificación en el lector, porque, ¿quién no se puso nervioso al invitar a bailar a la chica que le gusta o no inventó alguna vez absurdas y heroicas proezas para no admitir que no se animó a enfrentarse a su peor enemigo?

Hacia el final del libro, es Yoyito el que arma un plan para que Ada se convierta en un héroe frente a los ojos de Cary. Porque a pesar de la rivalidad que suele haber siempre entre los hermanos, también hay un vínculo muy fuerte que los une.

PePe Pelayo recuerda que, cuando era chico, se acercó a los libros a través de su hermana mayor. Ella fue quien lo instó a leer cuentos clásicos, a conocer a autores como Julio Verne y Emilio Salgari y a descubrir los cómics, que sembraron en el autor el germen del humor, tan presente en toda su obra.

Cuando de compartir el humor se trata

Mireya, su mujer, es también su representante y quien organiza la campaña “Libretón y juguetón”, cuyo objetivo es acercarles libros, juegos y risas a los chicos damnificados por el terremoto ocurrido en Chile en la madrugada del 27 de febrero de 2010. Ambos confiesan que si bien al principio temían el desprecio por no donar alimentos o frazadas, la respuesta de la gente fue tan entusiasta y emotiva, que se dieron cuenta de lo importante que es ir personalmente para compartir ese momento único junto a los niños y sus familias.

Es también a través del humor como PePe Pelayo propone incentivar el acercamiento a los libros en niños no lectores. No porque sea el único camino posible, aclara, sino porque es el que mejores resultados le ha dado.

Y como si todo este humor fuera poco, PePe Pelayo es el creador del Concurso Nacional de Humor Infantil con su personaje Pepito, que impulsa a los niños a inventar chistes y a escribir cuentos breves o anécdotas humorísticas. Además de la creatividad, este concurso propicia el juego compartido entre padres e hijos, ya que para participar seguramente antes se han contado, seleccionado y disfrutado muchísimos chistes en familia.

Vale la pena visitar su página web, PePe Pelayo, la weblog del humor fino (tan fino que nadie lo nota), que incluye secciones como “En humor a la verdad”, donde PePe Pelayo entrevista a algunos de sus colegas, y “Humor con mi hijo Alex”, donde hay una galería de trabajos realizados “a dúo”.

PePe Pelayo sigue contagiando humor. Y es una suerte —y una enorme alegría— saberse contagiado.

Bibliografía de Pepe Pelayo (Selección)

• Pepito, el señor de los chistes. Ilustraciones de Alex Pelayo. Santiago de Chile, Editorial Santillana, 2002. Colección Mar de Libros.

 

 

• Cuentos de Ada. Ilustraciones de Alex Pelayo. Santiago de Chile, Editorial Alfaguara, 2003. Colección Próxima Parada Alfaguara. También en: Buenos Aires, Editorial Alfaguara, 2010. Colección Alfaguara Infantil, Serie Morada.

 

 

 

• El chupacabras de Pirque. En coautoría con Betán (Juan Manuel Betancourt). Ilustraciones de Alex Pelayo. Santiago de Chile, Editorial Alfaguara, 2003. Colección Próxima Parada Alfaguara.

 

 

 

• El cuento de la Ñ. En coautoría con Alex Pelayo (ilustraciones). Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2004. Colección Puercoespín.

Nota

(*) En la sección Ficciones de este número reproducimos tres relatos del libro Cuentos de Ada de PePe Pelayo , con las ilustraciones de Alex Pelayo.

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