La Reina MabEl hada de las pesadillas

| Reseñas de libros | 2/9/08 | Comentarios desactivados en La Reina MabEl hada de las pesadillas

Versión adaptada por Ruth Kaufman del poema «Reina Mab» (escena V del acto I) de Romeo y Julieta de William Skakespeare. Ilustraciones de Cristian Turdera. Reseña por Marcela Carranza. «Cada lector reescribe el texto que lee y toda adaptación es una lectura posible de un texto. El mito de la Reina Mab reescrito en el pasaje de Romeo y Julieta por Shakespeare, vuelve a reescribirse pensando en un publicación para niños. Cambio de destinatario que significa un modo diferente de leer un clásico al tiempo que se desafían los límites convencionales para un libro infantil.»

Versión adaptada por Ruth Kaufman del poema «Reina Mab» (escena V del acto I) de Romeo y Julieta de William Skakespeare.
Ilustraciones de Cristian Turdera.
Buenos Aires, Pequeño Editor, 2007. Colección Incluso los Grandes; Serie Los Clásicos de Pequeño Editor.

por Marcela Carranza

«Mas, como tenían genio, escribían tan bien, tan límpidamente, tan brevemente -calidad rara y difícil de alcanzar- que todo el mundo podía leerlo, incluso los niños.»
Michel Tournier

Las palabras del difundido artículo de Tournier (1) resuenan tras el título de la colección «Incluso los Grandes» en la que Pequeño Editor publicó este fragmento de Romeo y Julieta de William Shakespeare. En la contratapa del libro se lee:«Al escribir, dibujar y editar, pensamos en niños. Pero si adultos y jóvenes no les temen a esos libros y los adoptan como suyos, decimos con ellos: incluso los grandes. Buceamos en textos para ‘grandes’, buscando los momentos que invitan a los niños. Decimos entonces, incluso los chicos. En ese vaivén, esta colección.»

¿Cuál es el límite entre las obras literarias para niños y para adultos? ¿Pueden los adultos disfrutar de un texto pensado para niños? ¿Pueden los niños disfrutar de un texto escrito para un lector adulto? Estos cuestionamientos derivan de un mismo problema: la pregunta por la existencia de un género definido por su destinatario.

«¿Existe una literatura infantil?», se pregunta Tournier en el título de su artículo. Y si es así, ¿qué la define? Para muchos esta última pregunta tiene una respuesta clara: sus límites. El mismo Tournier denuncia la censura ejercida sobre las creaciones literarias para niños y jóvenes desde representaciones estereotipadas del lector infantil.

El gesto de Pequeño Editor es claro. La creación de una colección que actúe en el sentido contrario. Una colección destinada a desafiar esos límites, a mostrar que la literatura infantil no puede responder a moldes preestablecidos, que como cualquier producto artístico es búsqueda, es creación y está en constante movimiento. Elegir un clásico de la literatura universal para una publicación infantil se transforma de este modo en un verdadero reto. En este caso la elección no es modesta: William Shakespeare y su obra maestra: Romeo y Julieta.

Como muchos otros genios de la literatura, Shakespeare introduce en su pieza elementos extraídos de la cultura popular. En este caso es el mito celta de la Reina Mab, el hada de las pesadillas. No es de extrañar entonces que este momento de la tragedia pueda convertirse en una invitación para el lector infantil. Ya se sabe cuáles han sido históricamente los estrechos vínculos que la literatura popular ha establecido con los niños. Por otra parte el texto publicado por Pequeño Editor es una adaptación de Ruth Kaufman, lo que sumado a características de la edición y de la ilustración de Cristian Turdera (2) da cuenta de un deliberado acercamiento al lector infantil.

Pero veamos la escena de Romeo y Julieta que da marco al poema. En la escena IV del primer acto, Romeo acompañado de sus amigos, Mercucio y Benvolio, han decidido asistir a la fiesta que los Capuleto dan en su casa. Romeo sufre por amor de Rosalina, y sus amigos le sugieren asistir a dicha fiesta para conocer otras hermosuras de Verona y así verse librado de la pasión que lo acongoja. Será en esa fiesta donde Romeo conocerá a Julieta y paradójicamente sellará con este nuevo amor su trágico destino. Mercucio mismo es la primera víctima fatal en la obra, en manos de Teobaldo, primo de Julieta.

A punto de ingresar en la fiesta Romeo dice a Mercucio haber tenido un sueño. Esto da pie a Mercucio para una especie de monólogo delirante acerca de la Reina Mab, monólogo que será abruptamente interrumpido por Romeo.

El texto de Mercucio es una descripción no muy extensa de la Reina Mab, sus atributos y poderes. Las características que definen al hada: su pequeñez, sus animalitos ayudantes y la excéntrica hechura de su carruaje refieren sin dificultades al mundo infantil. Son estos elementos los que sobresalen en la adaptación de Kaufman donde la tercera persona es reemplazada por la primera y el relato, más breve que en el original, queda en boca de los pequeños animales que acompañan a la reina Mab: la ardilla carpintera, el viejo gorgojo, el mosco cochero. Las andanzas nocturnas del hada repiten algunas de las enunciadas por Mercucio: por el cerebro de los enamorados, por las rodillas de los cortesanos/políticos, por los dedos de los abogados, por los labios de las damas, por el cuello de un soldado… El viaje de la Reina Mab en el texto de Shakespeare no está exento de crítica social y -como en muchos pasajes de Romeo y Julieta– de picardía erótica. La adaptación de Pequeño Editor no es ajena a lo primero y omite lo segundo. Al igual que en el original, las rodillas de los «políticos fallutos» se doblan al paso de la Reina Mab «en sueños de falsas reverencias» y los «malos abogados» (…) «se apuran contando, una por una, un millón de monedas en sueños».

En este libro, el sueño es tema, personaje y materia prima de las imágenes tanto del texto como de las ilustraciones. Un carruaje construido con una avellana vacía cuya capota está hecha con alas de saltamontes, sus riendas de telaraña y sus arneses de rayos de luna es una verdadera invitación a la poesía. En el libro de Pequeño Editor las repeticiones acentúan la cadencia del texto, mientras el juego con la ilustración y los detalles del diseño de cada página invitan al lector a la pausa y el disfrute estético. El estilo de la ilustración entre naif y surrealista con un fondo semejante al papel envejecido de los antiguos libros, logra desafiar los lugares comunes de la imagen para niños, aunque este desafío no se sostiene con igual intensidad en todas las ilustraciones.

Cada lector reescribe el texto que lee y toda adaptación es una lectura posible de un texto. El mito de la Reina Mab reescrito en el pasaje de Romeo y Julieta por Shakespeare, vuelve a reescribirse pensando en un publicación para niños. Cambio de destinatario que significa un modo diferente de leer un clásico al tiempo que se desafían los límites convencionales para un libro infantil.


Notas

(1) Tournier, Michel. «¿Existe una literatura infantil?» En: El Correo de la Unesco (París, Unesco, junio de 1982). El texto completo de este artículo se encuentra publicado en la sección Lecturas de Imaginaria.

(2) Nota de Imaginaria: Las ilustraciones de Cristian Turdera recibieron el premio «Destacados de ALIJA 2007», galardón con el que la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina distingue a los libros sobresalientes entre los editados cada año en Argentina.


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Autores: Ruth Kaufman

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