Roberto Innocenti

Ofrecemos un detallado informe sobre la vida y la obra del artista italiano, que acaba de ser galardonado con el Premio Andersen 2008. Además, su bibliografía en castellano. (Preparado por Marcela Carranza.)

Informe preparado por Marcela Carranza


Biografía

«Es verdaderamente difícil saber exactamente lo que hay dentro de uno mismo, más difícil aún es escribirlo, pero todavía lo es más dibujarlo.»
Roberto Innocenti

Roberto Innocenti nació en 1940 en Bagno a Ripoli, una pequeña localidad cercana a Florencia. Durante su adolescencia fue obrero en una fundición de acero. Sin haber cursado estudios artísticos a los dieciocho años se estableció en Roma donde trabajó en un estudio de animación y como cartelista. Algunos carteles de Innocenti realizados para la Giunta Regionale Toscana fueron publicados en Graphic Annual.

En 1979 Innocenti ilustró su primer libro: 1905: Bagliori ad Oriente, de Olivo Bin, una relectura de la guerra ruso-japonesa. Sin embargo puede decirse que su carrera como ilustrador de libros infantiles se inició a partir de su encuentro con el editor y gran ilustrador suizo Étienne Delessert. Innocenti realizó para Delessert los dibujos de La Cenicienta (1983). En esa misma entrevista y de manera casual el artista italiano le mostró a Delessert algunas de las ilustraciones de Rosa Blanca (1985), obra realizada en coautoría con Christophe Gallaz, que el autor había dejado casi en el olvido debido a las dificultades que encontraba en su búsqueda de un editor para publicarla.

Aún hoy, veintitrés años después de su aparición, Rosa Blanca sorprende a más de un adulto. Lo que allí se cuenta -la historia de los campos de concentración y el exterminio nazi-, y el modo en que se lo cuenta, resultan todavía trasgresores en un libro para niños. Uno de los aspectos interesantes de la obra consiste en observar el modo en el que se regula la información entre la voz que narra, los significados que brinda la imagen y los conocimientos históricos del lector. «Por todas partes colgaban banderas de colores y los niños saludaban», dice una voz que no termina de comprender el significado de los acontecimientos que presencia. Los lectores, por el contrario, reconocemos en las banderas y los uniformes la insignia nazi. Cuando el narrador relata la muerte de la niña sólo sabemos que «se movieron sombras entre los árboles. Eran soldados… De pronto, sonó un disparo» y nada más. Una síntesis y ambigüedad excepcionales en las que descansa el impacto emocional y estético de esta obra. La ilustración responde al estilo realista de Innocenti, con los colores ocres y grises acentuando el carácter opresivo y dramático de las escenas. La proximidad al documento histórico, frecuente en la obra de este ilustrador, se hace explícita en la imagen correspondiente a un momento clave de la narración: el apresamiento del niño judío que ha intentado huir. En esta escena Innocenti recrea una famosa fotografía del gueto de Varsovia (1943).


Gueto de Varsovia (1943)


Ilustración del libro Rosa Blanca

Rosa Blanca es un libro «poco protector» respecto a su destinatario infantil. No es casual que tuviera que esperar la mirada artística y desprejuiciada de Delessert para ser publicado. Sobre estos prejuicios adultos acerca de cómo debe ser un libro para niños Innocenti reflexiona: «Los adultos, padres, maestros, los protectores de los niños quieren para éstos las cosas que no hacen daño. Piensan que es mejor que el niño viva en un mundo dulce, mórbido, etéreo, infantilizado, reducido y protegido. Esto ha dado como resultado en el mundo editorial una preferencia por un tipo de ilustración con estereotipos infantilizados, que parece que les da buenos resultados. Así, no corren riesgos. Los niños lo aceptan quizás porque se les ofrece como adecuado a ellos, infantil, pero llega un momento en que se aburren de todo esto porque es siempre lo mismo. Este modo de educar es artificial y al creador le exige poco. Creo que los niños son más inteligentes y valientes. De todas maneras, es difícil decir quién se equivoca y quién tiene razón.» (1)

En La Cenicienta Innocenti se permitió recrear el texto clásico de Perrault situando la historia en la ciudad de Londres de los años ’20. Como sucede en otros libros ilustrados por este artista, la arquitectura, los objetos, el mobiliario, el vestuario de los personajes… todo responde a un minucioso trabajo de documentación de época. Este cambio temporal y espacial en las ilustraciones de La Cenicienta sin duda modifica las formas habituales de leer el clásico de Perrault, a lo que se suma una infinidad de detalles algunos de ellos no exentos de humor, como por ejemplo, los rostros de los lacayos/lagartijas y del cochero/rata que trasladan a la bella al baile; la imagen poco agraciada del príncipe, que nos recuerda a personajes de la nobleza europea actuales y el triste final de la madrastra, ya anticipado en imágenes anteriores, donde la dama demostraba su afinidad a la bebida.


Detalle de una ilustración del libro
La Cenicienta

También en la línea de relatos clásicos Innocenti realizó las ilustraciones de Las aventuras de Pinocho de Carlo Collodi (1988), Cuento de Navidad de Charles Dickens (1990) y El Cascanueces de E.T.A. Hoffmann (1996).

La Toscana de Collodi adquiere en las imágenes de Pinocho un rol protagónico. Vistas panorámicas permiten disfrutar de las callejuelas y viejos edificios habitados por una multitud de personajes donde el muñeco se extravía en su pequeñez. La imagen del protagonista es respetuosa de la tradición y se remonta a la definida por Carlo Chiostri en la edición del libro en 1901 (2).


Pinocho por Carlo Chiostri


Ilustración de Roberto Innocenti para el libro Las aventuras de Pinocho

En las ilustraciones de Innocenti todos los personajes son delineados con detalle. Las escenas están pobladas por multitud de personajes secundarios y objetos que adquieren la misma importancia que los protagonistas de la historia. Los detalles no sólo están a merced de la función descriptiva de la imagen, sino que se sitúan en el mismo nivel de representación que lo narrado por el texto. De este modo, las imágenes de Innocenti narran más allá (pero sin apartarse) de lo contado por Collodi. Así cuando Pinocho decide vender su abecedario para ingresar al teatro de títeres, la vista del lector se pierde en una doble página donde cada uno de los personajes vive su instante de protagonismo en la escena.


Ilustración de Roberto Innocenti para el libro Las aventuras de Pinocho
(click en la imagen para verla grande)

Esto dice Innocenti de sus personajes en Las aventuras de Pinocho: «No provienen de mi mundo de sueños o de fantasía. Los personajes de Pinocho son gente normal que se encontraba en la calle hace cincuenta años. Gente que había visto de pequeño… He mirado fotos del ochocientos y son muy parecidos a los jóvenes de cuando era pequeño,… entonces eran más viejos, eran diferentes de ahora» (3)

Estas vistas panorámicas habitadas por multitud de objetos y personajes inevitablemente nos remontan a Brueghel el Viejo (1525-1569). Especialmente el paisaje nevado a doble página en el que Pinocho es interceptado por el Zorro y el Gato. Aquí Innocenti se aleja del realismo y se aproxima a formas medievales de representación donde en un mismo espacio se yuxtaponen sucesos ocurridos en temporalidades distintas. Mientras la doble página compone un único paisaje, los personajes de la escena narrada: Pinocho, el Zorro y el Gato, se repiten en ambas páginas dando cuenta de dos momentos diferentes del encuentro.


Ilustración de Roberto Innocenti para el libro Las aventuras de Pinocho
(click en la imagen para verla grande)


Los cazadores en la nieve, de Pieter Brueghel el Viejo

Si bien el estilo de Innocenti podría definirse como documental, el artista se vale de recursos que, como ya vimos, trasgreden la representación realista, y que le permiten una mayor expresividad. En ocasiones, al modo romántico, Innocenti traslada al paisaje el dramatismo de lo vivido por el personaje. La distorsión, el punto de vista sitúan al observador respecto a lo narrado por la imagen de una manera subjetiva. Magníficos ejemplos de esto son las escenas de Pinocho cuando es colgado en las ramas del Roble grande, y en el momento en que arrestado por los guardias.


Ilustraciones de Roberto Innocenti para el libro Las aventuras de Pinocho

En realidad -explica Innocenti-, no lo hago a propósito (la distorsión). Posteriormente he buscado la razón,… una puede ser hacer entrar al espectador en el libro. Especialmente si es un niño, quiero hacerlo sentir pequeño, como Pinocho que es muy pequeño. Quiero que el niño se sienta Igual. Es para que el niño que lee se sienta dentro de esta historia… La perspectiva no existe, es una invención del ojo, o mejor, una interpretación del ojo. Mirando de un modo impersonal, la perspectiva se desvanece, desde un punto de vista subjetivo puede dilatarse y deformar el espacio, desde un punto de vista objetivo se hace amplia y serena, descriptiva.» (4)

En El Último Refugio (2002), libro realizado en coautoría con J. Patrick Lewis, Innocenti se asume como el principal protagonista del libro. Un pintor que ha perdido su imaginación y de manera azarosa se hospeda en un extraño hotel junto al mar. Allí confluirán una multitud de personajes que refieren a grandes clásicos de la literatura para niños y adultos: Huckleberry Finn; Long John Silver; La Sirenita; Antoine de Saint-Exupéry; el Barón Rampante; Moby Dick, pero también Emily Dickinson, Don Quijote y Sancho Panza, Peter Lorre y el Inspector Maigret. La propia actividad creadora y la referencia a los clásicos se transforman en la materia prima a partir de la cual se construye la historia.


Ilustración de Roberto Innocenti para el libro El Último Refugio

En La historia de Erika (2003), el último libro ilustrado por Innocenti traducido al español, con texto de Ruth Vander Zee, el artista retoma el doloroso tema de Rosa Blanca. El libro trata sobre una historia real narrada por una sobreviviente del Holocausto a Vander Zee en Alemania en 1995. Nuevamente se trata de una niña protagonista, sólo que esta vez es ella misma quien cuenta su historia, la de una pequeña bebé arrojada por sus padres de uno de los trenes enviados por los nazis a los campos de exterminio. En este libro las imágenes de la Segunda Guerra Mundial recurren al blanco y negro, a la manera de viejas fotografías, mientras las figuras humanas, tanto de las víctimas como de los soldados, cortadas por la cintura o bien de espaldas, carecen de rostro. Sólo la manta que envuelve al bebé arrojado del tren y las ilustraciones que abren y cierran la historia fuera de la temporalidad de la guerra, son mostradas en colores. Erika ha sobrevivido al Holocausto pero también ha perdido muchas cosas: ella no sabe quiénes fueron sus padres, cuál es el día de su nacimiento, en qué ciudad ha nacido, ni cuál era su nombre original. En las ilustraciones a todo color de Erika ya crecida y fuera del horror de la guerra, la niña tampoco nos muestra su rostro.


Ilustración de Roberto Innocenti para el libro La historia de Erika

Los libros ilustrados por Innocenti fueron traducidos a varios idiomas, entre ellos: el español, el alemán, el francés, el japonés y el chino.

Roberto Innocenti ha recibido numerosos premios, como el American Library Association Notable Children’s Book; el Horn Book Honor List y el Bratislava Golden Apple Award. Es el reciente ganador del Premio Hans Christian Andersen 2008, en la categoría ilustración, por la totalidad de su obra.


Ilustración de Roberto Innocenti para el libro El último refugio


Notas

(1) Castillo, Montserrat. «Roberto Innocenti». En Revista CLIJ, Año 9, Nº 87; Barcelona, octubre de 1996; pág. 49.

(2) Nota de Imaginaria: Se pueden ver más imágenes del Pinocho de Carlo Chiostri en el artículo «Tres clásicos entre la obediencia y la desobediencia, primera parte y segunda parte, realizado por Marcela Carranza y publicado en Imaginaria. En el artículo mencionado también se analizan distintos aspectos del libro; otra visión sobre la misma obra se puede encontrar en el artículo de Graciela Pacheco de Balbastro, «Pinocho, el leño que habla».

(3) Castillo, Montserrat. Op. cit.; pág. 48.

(4) Castillo, Montserrat. Op. cit.; pág. 51.


Bibliografía en español
Velas, railes y alas. Texto de Seymour Reit. Ilustraciones de Roberto Innocenti. Traducción de José Ferrer Aleu. Barcelona, Editorial Plaza & Janés, 1981.
La Cenicienta. Texto de Charles Perrault. Ilustraciones de Roberto Innocenti. Traducción de Humpty Dumpty. Barcelona, Editorial Lumen, 2001. Existe edición (actualmente descatalogada) en Ediciones Generales Anaya; Madrid, 1984; Colección Ratón Pérez, con traducción de Jöelle Eyheramonno.
Rosa Blanca. Idea y acuarelas de Roberto Innocenti. Textos de Christophe Gallaz. Traducción de Maribel G. Martínez. Salamanca, Lóguez Ediciones, 1987. Colección Rosa y Manzana.
Las aventuras de Pinocho. Texto de Carlo Collodi. Ilustraciones de Roberto Innocenti. Traducción de Chema Heras. Sevilla, Kalandraka Ediciones Andalucía, 2005. Existe edición (actualmente descatalogada) en Altea; Madrid, 1988, con traducción de Augusto Martinez Torres.
Cuento de Navidad. Texto de Charles Dickens. Ilustraciones de Roberto Innocenti. Traducción de Enrique Ortenbach y Anna Capmany. Barcelona, Editorial Lumen, 1990.
El Cascanueces. Texto de E.T.A. Hoffmann. Ilustraciones de Roberto Innocenti. Traducción de Humpty Dumpty. Barcelona, Editorial Lumen, 1996.
El Último Refugio. Texto de J. Patrick Lewis. Ilustraciones de Roberto Innocenti. Traducción de Andrea Fuentes Silva. México, Editorial Fondo de Cultura Económica, 2003. Colección Los Especiales de A la orilla del viento.
La historia de Erika. Texto de Ruth Vander Zee. Ilustraciones de Roberto Innocenti. Traducción de Pilar Martínez y Xosé M. González. Pontevedra, Kalandraka Editora, 2005.


Marcela Carranza (garrik@fibertel.com.ar) es maestra, Licenciada en Letras de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), y Magíster en Libros y Literatura para Niños y Jóvenes (Universidad Autónoma de Barcelona-Banco del Libro de Venezuela-Fundación Germán Sánchez Ruipérez). Como miembro de CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) formó parte de la coordinación del programa de bibliotecas ambulantes «Bibliotecas a los Cuatro Vientos» y del equipo Interdisciplinario de Evaluación y Selección de Libros. Publicó artículos en revistas y participó como expositora en congresos de la especialidad. Actualmente se desempeña como coordinadora de talleres en el área de la literatura infantil y juvenil en la Escuela de Capacitación Docente (CePA), de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y profesora tutora en el Postítulo de «Literatura Infantil y Juvenil» de la misma institución.


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Reseñas de libros: Rosa Blanca, de Roberto Innocenti

Reseñas de libros: La Cenicienta, de Charles Perrault con ilustraciones de Roberto Innocenti

Reseñas de libros: El Cascanueces, de E.T.A. Hoffmann con ilustraciones de Roberto Innocenti

Lecturas: Ser niño en tiempos de guerra, por José Luis Polanco

Eventos: El escritor suizo Jürg Schubiger y el ilustrador italiano Roberto Innocenti fueron los ganadores de los Premios Hans Christian Andersen 2008

15 comentarios sobre “Roberto Innocenti”

  1. Jô Oliveira dice:

    Olá,

    Gostei muito da biografia do Roberto Innocenti
    Em 1997 tive o prazer de visitar este grande ilustrador em Florença.
    Fiquei muito feliz com o Prêmio Hans Christian Andersen que ele ganhou.
    Parabéns, Roberto.
    Para mim o Innocenti sempre foi o melhor .

    Abraço,

    Jô Oliveira


  2. anderson dice:

    es mui imcompleta


  3. Carmen Lucía dice:

    Marcela
    Ha sido una tremenda alegría el tan merecido premio Andersen a Roberto Innocenti, ya que nos ha hecho ver la vida a través de su sensible y maravillosa mirada.
    Gracias por tu tan completo trabajo y homenaje.
    Felicidades y un gran abrazo, desde el Centro-Lector de lo Barnechea.
    Carmen Lucía B.


  4. Innocenti « Corre con el Cuento dice:

    […] una entrevista de Montserrat Castillo en CLIJ (nº 87, octubre 1996) citada por Marcela Carranza trata de explicar su mirada, algo muy difícil de hacer cuando, como yo creo, se trata de algo […]


  5. Sonia dice:

    Buenas,

    Querría hacer una pregunta, resulta que tengo un amigo al cual le hace mucha ilusión tener un cuadro con una ilustración de este autor. ¿Me podrían dar alguna guía para poder adquirla?
    Muchas gracias.


  6. parisa mahmoudi dice:

    His artworks are so great,they aren’t just so fine in technique,the perspective is brilliant,too!!!
    I really love to touch and have a book with his illustrations!


  7. Cuento de Navidad. Charles Dickens y Roberto Innocenti. « Biblioabrazo dice:

    […] a elegir la editorial Lumen, edición de 1990, en la que las extraordinarias ilustraciones de Roberto Innocenti, convierten en un auténtico placer esta lectura.    Nos sumergimos en  la lectura de la […]


  8. IRENE PEREZ dice:

    ABSOLUTAMENTE MARAVILLOSO


  9. Rosa Blanca « Corre con el Cuento dice:

    […] Manuela Carranza, también en Imaginaria, habla de Rosa Blanca y otra obras de Innocenti centrándose en la génesis creativa de sus obras. […]


  10. Pinocho. Carlo Collodi y Roberto Innocenti. « Biblioabrazo dice:

    […] Roberto Innocenti en Imaginaria . […]


  11. El Taller de Curra Cartonnage dice:

    Gracias a una clienta he descubierto hoy a Inoccenti y he quedado absolutamente prendada de su obra! Maravilloso de verdad!!!!!


  12. Nues dice:

    Preciosas ilustraciones, alguien me puede indicar dónde puedo adquirir dichos libros de cuentos. Yo vivo en Barcelona.

    Muchas gracias.


  13. Fernando Zárate dice:

    Dude por unos momentos el dejar un comentario, la obra de Roberto Innocenti habla por si sola, sin embargo, lo admito no pude resistirme a compartir mi opinión: es maravillosa…!!! su imágenes son tan cálidas, tan hermosas que aun aquellas que narran historias tristes no dejan «brillar» por el anhelo de un futuro mejor.
    Grandiosa la, obra de Roberto Innocenti, felicidades.


  14. sophie dice:

    Merveilleux illustrateur pour la jeunesse! Quel talent! Longue vie à Roberto Innocenti! KISS!


  15. Juan parraga dice:

    Felicidades Roberto.y gracias por alegrarnos la mirada con tu obra.has conseguido que un ilustrador fustrado como yo vuelva a dibujar.