190 | RESEÑAS DE LIBROS | 27 de septiembre de 2006

El mundo medieval de Anno

PortadaMitsumasa Anno
Ilustraciones del autor.
Traducción de María de Roda.
Barcelona, Editorial Juventud, 1986.

"He escrito este libro con la esperanza de que los lectores que han observado un globo terrestre y que saben que la Tierra es redonda comprendan ahora, al menos por un instante, la extrañeza y el choque que las gentes del mundo medieval tuvieron que experimentar cuando Copérnico, con su teoría, amenazó por primera vez sus arraigadas creencias." Mitsumasa Anno (*)

La historia que narra este libro está situada en un momento muy particular para el pensamiento humano: los científicos han descubierto que la Tierra no es el centro del Universo, que este planeta, morada de la especie humana, es uno más en su viaje alrededor del Sol. Un descubrimiento que derrotó al sentido común, pero también a sólidas teorías científicas como la de Tolomeo, fundada en rigurosos estudios astronómicos y adoptada por la iglesia medieval como explicación oficial del Universo.

El fondo sepia con "manchas" y "arrugas" nos crea la ilusión de estar frente a un libro antiguo (o a su reproducción, ya que un borde blanco rodea cada página). En la tapa y en la contratapa el Sol y la Luna humanizados ocupan el centro de una doble guarda. La primera guarda está formada por hombres, mujeres y niños de las más diversas clases sociales y profesiones. La sociedad medieval/renacentista completa "gira" alrededor de los astros.

En la portada, bajo el título, vemos una pequeña imagen, se trata de otro gran descubrimiento que revolucionará la vida de los hombres a mediados del siglo XV, y sin el que este libro no sería posible: la imprenta.

Imagen tomada del libro

Antes de iniciarse la historia que nos cuenta el texto, un ángel sentado sobre un cuadro con la Tierra dentro sostiene con una cuerda otro cuadro, que podemos suponer hace girar a su alrededor a la manera de un compás. En el segundo cuadro está el Sol. Esta misma imagen, pero invertida, cierra la historia dando cuenta del cambio copernicano. Síntesis visual y poética de un descubrimiento científico.

Imagen tomada del libro

"Érase una vez un lugar bajo el Sol..."

El comienzo nos recuerda al cuento de hadas, y sin embargo creemos estar frente a un texto científico-informativo. Los textos se distribuyen en el amplio cielo que domina las páginas; bajo él se extienden las escenas con hombres y mujeres ocupados en diversos quehaceres cotidianos. La sensación del lector frente a las imágenes es de lejanía, por la pequeñez y sencillez de las figuras y por el uso de planos generales en un leve picado. La mirada del observador es semejante a la de un dios que sobrevuela desde la distancia la vida de los hombres, desplegada en una síntesis inverosímil ante sus ojos. Pero la síntesis no está dada sólo en las imágenes; también el texto con pasmosa sencillez recorre el pensamiento de la Humanidad atravesando sus miedos, sus preguntas y respuestas frente al mundo que le rodea.

"«El cielo forma parte de una enorme esfera en movimiento, en la que están las estrellas», decían. «El Sol, y la Luna tienen cada uno su propia esfera, y existen muchas más que, unas dentro de otras, son como las capas de una cebolla, pero transparentes como cristal y todas en movimiento.» «Y es Dios quien mueve las esferas», agregaron los astrónomos, poniendo fin a las preguntas."

Con estas pocas palabras Anno desarrolla la cosmovisión tolomeica que prevaleció en el mundo medieval hasta el descubrimiento de Nicolás Copérnico (1473-1543); así como la última frase da cuenta del peso dogmático de esta teoría, oficializada por el poder religioso y político de la Iglesia Católica.

En las imágenes aparecen referencias a construcciones famosas, hitos de la arquitectura europea. Las imágenes de Anno, como su texto, nos desafían a una lectura minuciosa del detalle, para descubrir que su aparente placidez encierra inquietantes transgresiones.

El texto nos cuenta: "Un viajero que regresaba de tierras lejanas contó historias de un país donde los hombres montaban sobre camellos y cabalgaban a través de blancas arenas que se extendían más allá de lo que la vista alcanzaba." (referencia a los viajes de Marco Polo. Venecia: 1254-1324). No menos ambigua que la referencia a Marco Polo es la aparición del pensamiento copernicano, y de sus seguidores: Galileo Galilei (1564-1642) y Giordano Bruno (1548-1600), designados como: un astrónomo del Norte, un monje y un astrónomo del Sur, respectivamente. En la ilustración la curvatura de la Tierra domina la doble página. El observador percibe un efecto de alejamiento respecto a la imagen (marcado por la curvatura terrestre) similar al del zoom de una máquina fotográfica, sin embargo el tamaño de los edificios y las personas no varía.

Con pocas palabras y sin rodeos Anno detalla el destino de aquellos tres sabios que desafiaron la teoría de Tolomeo: "Pero aquellos tres personajes: los dos astrónomos y el monje, fueron acusados de engañar a la gente y llevarla por mal camino. El astrónomo del Norte enfermó y murió; al astrónomo del Sur le obligaron a negar lo que había dicho, y al monje, que sostuvo firmemente sus palabras, lo quemaron en la hoguera."

En la imagen, la Tierra es casi un círculo completo, la torre y el baptisterio de Pisa dominan la escena. El tamaño de las figuras humanas y arquitectónicas respecto a la curvatura terrestre es desproporcionado, y las leyes de la perspectiva son vulneradas. Las figuras van acumulándose en el borde superior de la esfera (¿temerosas de caer de ella?). Esta falta de respeto a las leyes realistas de representación se continúa en la cronología de los acontecimientos históricos narrados por el texto. El viaje de Colón (1492) sucede luego de la abjuración de Galileo Galilei (1616) y de la muerte de Giordano Bruno (1600).

Imagen tomada del libro

El problema del movimiento de rotación terrestre, da lugar a la aparición del Péndulo de Foucault (1851) en un anacronismo que escapa con creces del mundo medieval e incluso renacentista. Por detrás del horizonte terrestre, como si asomara desde la otra cara del planeta, desproporcionado en su tamaño, aparece el campanario del Palacio Vecchio (Florencia).

Mientras en el texto se relata la espera de los barcos que zarparon por el Oeste para regresar por el Este, las figuras humanas se asoman con catalejos absurdamente orientados "fuera del planeta", a los bordes de lo que ya es un globo terráqueo con su soporte de metal, apoyado en una línea horizontal de árboles. La escena con la Basílica de San Pedro y las personas a la espera de los navegantes se repite sin palabras en imágenes sucesivas; las figuras humanas, cada vez más pequeñas, están ubicadas en la cima del globo terráqueo que se aleja.

Imagen tomada del libro

Anno relata un hecho histórico y científico, así lo confirman los comentarios y la cronología al final del libro; sin embargo su creación desborda lo informativo, escapa a cualquier pretensión de "fidelidad a lo real", tanto en las imágenes como en la narración de los hechos. Sin abandonar referentes reconocibles de la cultura (de personajes, de acontecimientos históricos y construcciones arquitectónicas), prevalece en este libro el juego con la síntesis, la ambigüedad, así como diversos tipos de transgresión a las reglas de representación realista. Estamos leyendo un texto que nos informa sobre el descubrimiento de la curvatura terrestre, y observamos al mismo tiempo una imagen en la cual la Tierra se ha convertido en un mapamundi sostenido por una línea de horizonte.

En El mundo medieval de Anno, el Arte (y en particular el estilo personal del autor) toma la palabra para contarnos un relato histórico, un descubrimiento científico; y los límites entre Ciencia y Arte simplemente dejan de existir.

Marcela Carranza

Imagen tomada del libro


Nota

(*) Párrafo extraído del texto "Comentarios del autor", al finalizar este libro.

Nota de Imaginaria: En Argentina, los libros de Editorial Juventud se distribuyen a través de Ediciones Continente (www.edicontinente.com.ar).


Marcela Carranza (garrik@fibertel.com.ar) es maestra y Licenciada en Letras de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Como miembro de CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) formó parte de la coordinación del programa de bibliotecas ambulantes "Bibliotecas a los Cuatro Vientos" y del equipo Interdisciplinario de Evaluación y Selección de Libros. Publicó artículos en revistas y participó como expositora en congresos de la especialidad. Actualmente se desempeña como coordinadora de talleres en el área de la literatura infantil y juvenil en la Escuela de Capacitación Docente (CePA), de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y profesora tutora en el Postítulo de "Literatura Infantil y Juvenil" de la misma institución.


Artículos relacionados:

Links