177 | RESEÑAS DE LIBROS | 29 de marzo de 2006

PortadaEl perro de Madlenka

Peter Sís (texto e ilustraciones)
Traducción de CeCé Minúscula.
Barcelona, Editorial Lumen, 2002.

En la tapa, una perspectiva fuera de lo común del complejo habitacional donde vive Madlenka nos predispone a leer un libro original. La niña ocupa el centro de los edificios, lleva una correa en sus manos (no alcanzamos a ver al perro en su extremo), está rodeada de pequeños personajes que pasean a sus mascotas.

Detalle de la portada

La historia comienza antes de la portada. En la retiración de tapa y páginas de cortesía el planeta se aproxima como bajo el efecto de un zoom. Un punto rojo en el planeta se transforma en el mapa de una ciudad; allí en la portada, un grupo de manzanas edificadas; y en la primer página luego del título, la manzana donde vive Madlenka. El texto informa de lo que ya habían estado hablando las ilustraciones:

"En el universo, en un planeta, en un continente, en un país, en una ciudad, en una manzana de edificios donde todo el mundo pasea con su perro, vive una niña llamada Madlenka que tiene muchas ganas de tener un perro."

Imagen tomada del libro

El zoom sigue acercándose hasta detectar a Madlenka en su ventana. El narrador cede la voz a Madlenka: "¡Quiero un perro! Por favor, ¿puedo tener un perro?"

La respuesta de los padres no aparece en el texto, pero es clara en la ilustración. Vemos dos siluetas blancas recortadas en el entramado gris, con los brazos en alto que huyen despavoridas en direcciones opuestas. En el rectángulo luminoso del centro, Madlenka los observa alejarse.

Imagen tomada del libro

Y el perro no se hace esperar. Unas pocas líneas son suficientes para "ver" al perro ladrar y mover el rabo junto a Madlenka. A continuación la niña pasea a su perro, del que sólo vemos la correa tirante. Los lectores no vemos al perro, pero sí al gato que curva el lomo, y a las palomas que escapan volando (¿el perro existe y sólo nosotros no podemos verlo?). En su paseo por la manzana Madlenka y su perro tendrán varios encuentros. Mientras en la doble página la niña presenta su nueva mascota a los vecinos, en el ángulo superior izquierdo se duplica cada encuentro en una vista aérea de la manzana con pequeños puntos de color señalando el lugar que ocupa cada personaje (*). A su vez el señor Gastón, el señor McGregor, el señor Eduardo, el turista... ven en el perro de Madlenka a sus propios perros de la infancia. Blanco y pequeño, grande y lanoso, manchado... Cada personaje lleva un objeto-solapa que al ser levantado descubre al lector el perro aludido, junto a los niños que esos adultos fueron.

Imagen tomada del libro Imagen tomada del libro

Madlenka tiene un último encuentro muy especial, Cleopatra. Otra niña que pasea una mascota imaginaria, pero en este caso se trata de un caballo. Ambas deciden ir a jugar al patio.

En el espacio de los juegos, los grises edificios que lo rodean tienden a desaparecer. Tres imágenes a doble página y sin texto dan cuenta de los mundos imaginarios habitados por las niñas y sus mascotas (ahora sí a la vista del lector, aunque siempre cambiantes). La primera, un extenso paisaje rosado de cuentos de hadas, con animales fantásticos, castillos y tesoros. La segunda, el dorado Egipto con sus esfinges, templos y pirámides; y por último el celeste invadido por copos de nieve para una vista polar donde las niñas viajan en trineo vestidas con pieles. Entre las lomas nevadas asoma el pequeño edificio gris de donde proviene la orden "¡Madlenka! A casa..." y los juegos finalizan.

Mediante círculos troquelados los rostros de Madlenka y Cleopatra han sido los mismos en todas las imágenes de sus sueños. Rostros que provienen del mundo "real". Un recurso sencillo para distinguir y fundir mundos, para jugar junto a las protagonistas mientras leemos.

Imagen tomada del libro Imagen tomada del libro

La historia de Madlenka y su perro tiene un final sorpresivo y humorístico, un final feliz... para la niña, no tanto para sus padres. Y del que incluso podemos dudar si nos atenemos a las reglas de una historia donde no está tan claro dónde empiezan y terminan los juegos, y dónde la realidad.

Marcela Carranza

Imagen tomada del libro


Nota

(*) Cada punto tiene su referencia en una página final donde se informa al lector del nombre de los personajes y sus profesiones. Rodea esta información una guarda de perros de diversas razas con sus correspondientes nombres.

Imagen tomada del libro

En la página de cortesía y retiración de contratapa el zoom se aleja para dejar una imagen idéntica a la del comienzo del libro.


Marcela Carranza es maestra y Licenciada en Letras de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Como miembro de CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) formó parte de la coordinación del programa de bibliotecas ambulantes "Bibliotecas a los Cuatro Vientos" y del equipo Interdisciplinario de Evaluación y Selección de Libros. Publicó artículos en revistas y participó como expositora en congresos de la especialidad. Actualmente se desempeña como coordinadora de talleres en el área de la literatura infantil y juvenil en la Escuela de Capacitación Docente (CePA), de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y profesora tutora en el Postítulo de "Literatura Infantil y Juvenil" de la misma institución.


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