Homenaje
al dibujante y humorista Guillermo Mordillo (Buenos Aires, Argentina)
En el mes de mayo de 2002, un joven dibujante argentino se propuso hacer conocer entre los simpatizantes del club social y deportivo Ferro Carril Oeste (de Buenos Aires), la vida y la obra del dibujante y humorista Guillermo Mordillo. Mordillo, argentino de nacimiento y radicado en el extranjero desde hace casi 50 años, mantiene intacta su simpatía por el centenario club de fútbol del barrio porteño de Caballito, y muchos de sus trabajos tienen referencias al equipo "verdolaga". Así, César Da Col —el joven dibujante argentino, que mencionábamos al comienzo de esta crónica—, diseñó una página web denominada Ferro Toons Web, y dedicada a los trabajos de Mordillo con guiños al Club Ferro Carril Oeste.
Pero la campaña de Da Col recién comenzaba; el paso siguiente fue enviar emails a colegas del mundo entero para que mandaran dibujos en homenaje a Mordillo. El proyecto creció cuando se sumaron Marcelo Niño —creador del Museo Itinerante de Humoristas Gráficos e Ilustradores Argentinos— y la Asociación Cultural Humoralia (Lleida, Cataluña, España), apoyando en la difusión de la campaña. De esta manera, fueron llegando trabajos de dibujantes e ilustradores de todas partes del mundo.
El viernes 12 de diciembre del 2003 fue la fecha elegida para realizar el agasajo en la sede del Museo de la Caricatura "Severo Vaccaro", aprovechando la visita de Guillermo Mordillo a Buenos Aires.
Allí
lo esperaban numeros invitados especiales, los dibujantes Eduardo Ferro, Felipe
Dobal, Carlos Garaycochea, Francisco Solano Lopez, Alberto Salinas, Oswal, Sendra,
Siulnas, Cilencio, Haroldo, Galuppo, y también muchísimos artistas jóvenes, una
delegación del club Ferro Carril Oeste, familiares y amigos.
Durante el homenaje hubo palabras cálidas hacia Mordillo; entre ellas la de Felipe Dobal, histórico dibujante de la contratapa del diario Clarín: "Cuando me fuí de Clarín, uno de los primeros llamados telefónicos de apoyo y solidaridad que recibo fue el de Mordillo. Le pregunté: ‘¿ya estás en Buenos Aires?’ Y no, señores, me llamaba desde Mónaco...".
Los dibujantes Eduardo Ferro y Felipe Dobal fueron los encargados de descubrir el enorme telón que cubría un regalo "misterioso" para Mordillo. Se trataba de un carpeta-álbum, de enormes dimensiones, cuya cubierta de madera (fileteada por Fabián Mezquita) decía: "AGASAJO A GUILLERMO MORDILLO, por sus colegas de todo el Mundo. Museo de la Caricatura "Severo Vaccaro". En esa carpeta se encontraban más de 100 dibujos recolectados por Da Col que llegaron desde todas las latitudes: España, Italia, Francia, Bélgica, Egipto, Turquía, Chile, Uruguay, Perú, Brasil, México, Croacia, Japón, Colombia...
La nota de color del evento se produjo cuando César Da Col anunció por el micrófono: "Durante la semana pasada, una nena de 11 años, se contactó conmigo vía email. Fanática de la obra de Mordillo, me pidió insistentemente en estar presente en este agasajo. Le dije que era sólo para dibujantes, pero insistió e insistió... Invitamos a Rocío Tuma a subir al estrado, en representanción de todos los niños argentinos". Y la niña se acercó para regalarle a Mordillo un dibujo realizado por ella misma, enmarcado para la ocasión, junto con una carta. "La escribí yo sola, nadie me corrigió", comentó Rocío, mientras el maestro le autografiaba el libro Mordillo Cartoons, editado en Buenos Aires en los años ‘70.
El homenaje se cerró con el canto de Robustiano Figueroa Reyes, quien le dedicó a Mordillo dos canciones de su espectáculo musical Vivan las historietas.
Guillermo Mordillo se despidió, muy emocionado, con estas palabras:"Yo gané varios galardones en mi carrera. Pero para mí lo más importante es el cariño del público y el aprecio de mis colegas... Esta noche lo conseguí: ustedes me han dado el Premio Nobel..."
Roberto Sotelo
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