113 | RESEÑAS DE LIBROS | 15 de octubre de 2003

El derrumbe de la Baliverna

Portada del libroDino Buzzati
Traducción de J. R. Wilcock
Buenos Aires, Emecé Editores, 2003. Colección Emecé Lingua Franca.

"...en cualquier momento que podemos calificar de prosaico, en la cama, en el ómnibus, bajo la ducha, hablando, caminando o leyendo, hay como pequeños paréntesis en esa realidad y es por ahí donde una sensibilidad preparada a ese tipo de experiencias siente la presencia de algo diferente, siente, en otras palabras, lo que podemos llamar lo fantástico. (...) ese sentimiento, ese extrañamiento, está ahí, a cada paso, vuelvo a decirlo, en cualquier momento y consiste sobre todo en el hecho de que las pautas de la lógica, de la causalidad del tiempo, del espacio, todo lo que nuestra inteligencia acepta desde Aristóteles como inamovible, seguro y tranquilizador se ve bruscamente sacudido, como conmovido, por una especie de viento interior, que los desplaza y que los hace cambiar."

Julio Cortázar (1)

Con la traducción de J. R. Wilcock, nos llega esta antología de cuentos del maestro italiano Dino Buzzati, autor de El desierto de los tártaros.

Como lo señalara Julio Cortázar, es el cuento, como género literario, la casa, la habitación de lo fantástico; y en este volumen, los 37 cuentos cortos que lo conforman corroboran dicha afirmación.

En estos relatos de Buzzati no prevalecen acontecimientos, ni seres sobrenaturales que vengan a irrumpir en el mundo "real". Sin embargo esa realidad, como la Baliverna, se abre y muestra sus fisuras, hasta derrumbarse en un lugar límite entre el fantástico y el absurdo.

La infracción no está dada necesariamente por la aparición del fantasma, aunque en el cuento "Los amigos" el fantasma del violinista se vea obligado a deambular a la intemperie durante los días de su demora en este mundo.

En "De hidrógeno" un edificio se ve conmocionado por la llegada de una bomba atómica de última generación; pero para alivio de los vecinos el artefacto tiene un único destinatario. Un hecho insólito, hiperbólico es asumido como normal por los personajes; el mundo, las reglas con las que pretendemos comprenderlo y organizarlo manifiestan entonces su sinsentido.

El sentimiento de la culpa, con una causa absurda pero sin embargo "real" para el personaje, prevalece en "El derrumbe de la Baliverna". Un hombre sale de paseo por los alrededores de su ciudad, donde se levanta la Baliverna, un antiguo edificio del siglo diecisiete abandonado y luego ocupado por una multitud de desamparados. Tentado por uno de las altos muros del edificio el protagonista decide escalarlo, pero antes de lograr hacerlo la Baliverna comienza a agrietarse hasta finalmente derrumbarse en medio de una nube de polvo. El proceso por la responsabilidad del derrumbe es inminente, y el protagonista temeroso debe escuchar las indirectas acusaciones de uno de los testigos.

Un poderoso ministro puede perderlo todo al despertar una mañana en "Sic Transit". Alguien que dice ser un amigo, termina apoderándose de la vida del protagonista en "Un gusano en casa". En "Cita con Einstein" el diablo logra engañar al gran científico acelerando aquellos descubrimientos que le serán de gran utilidad. ¿Puede ser la gripe un síntoma de infidelidad al poder?, se pregunta un funcionario en "La epidemia" y en "No esperaban otra cosa" una pareja de jóvenes es terriblemente maltratada por los pobladores de una extraña ciudad sin motivo real que lo justifique.

En cada uno de los cuentos, la realidad se ve distorsionada por acontecimientos que no escapan al verosímil realista, pero al no encontrar una explicación, al no poder ser remitidos a una norma cualquiera, esos acontecimientos, aún banales (como puede ser la entrega de un extraño mensaje a los súbditos del reino en "El caso de Aziz Maio"), crean la sospecha de que exista otro plano de realidad: crean el terror.(2)

"En un mundo enteramente "natural", inscripto en un sistema de realidad identificable, se abre el precipicio de la no-significación. El héroe fantástico ya no puede combatir; se enfrenta con la nada: un punto interrogativo. Mucho más inquietante, mucho más comprometedor, mucho más fantástico que una legión de fantasmas."(3)

Basándonos en la cita de Cortázar podemos pensar este libro como un ejemplo acabado del sentimiento de lo fantástico y su realización en el cuento corto. Aquello que sin escapar de su esfera, irrumpe y resquebraja lo real, como un viejo y majestuoso edificio a la espera de quien encuentre el simple mecanismo necesario para desarmar el conjunto.

Recomendado a partir de la adolescencia.

Marcela Carranza


(1) Cortázar, Julio. "El sentimiento de lo Fantástico" (Conferencia pronunciada por Julio Cortázar en la U.C.A.B.). En Revista Asterión - Arte, cine y literatura. s.d.t.

(2) Campra, Rosalba. "Fantástico y sintaxis narrativa". En Revista Río de la Plata Nº 1. París, CELCIRP, 1985; pág. 101.

(3) Campra, Rosalba. Ob cit. Pág. 109.


Marcela Carranza es maestra y Licenciada en Letras Modernas de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Como miembro de CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) participó en el programa de bibliotecas ambulantes "Bibliotecas a los Cuatro Vientos" y en el equipo Interdisciplinario de Evaluación y Selección de Libros. Actualmente se desempeña como docente de literatura infantil en la Escuela de Capacitación (CePA) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.


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