112 | RESEÑAS DE LIBROS | 1 de octubre de 2003

Portada del libroLa góndola fantasma

Gianni Rodari
Ilustraciones de Federico Delicado.
Traducción de Angelina Gatell.
Madrid, Anaya, 2002. Colección Sopa de Libros.

Según señala Teresa Durán en la "Presentación" del libro, "Gianni Rodari escribió La góndola fantasma hace un montón de años —en 1953, para ser más exactos—, y la publicó en una revista infantil que se llamaba Il Pionere. Más tarde, en 1974, volvió a publicarla en otra revista: Il Giornale dei Genitori.

Mucho tiempo lleva esta obra dando tumbos, nos dice Durán, pero más aún sus personajes, ya que se trata de nada más ni nada menos que los personajes de "La Commedia dell' Arte": Pantaleone, el viejo avaro veneciano; Il Capitano Tartaglia, "caricatura del mal recuerdo que dejaron las tropas españolas por tierras italianas", el pícaro Arlecchino, la coqueta Colombina, Pulcinella, el ratero napolitano, entre otros.

Situada por el año mil seiscientos, en la ciudad de Venecia, Rodari crea una historia en torno a la liberación del hijo del Califa de Bagdad. El viejo y avaro Pantaleón ha planeado la evasión del príncipe a cambio de una suculenta recompensa, pero para llevarla a cabo requiere de los servicios del harapiento Arlequín, quien pronto descubrirá los planes del mercader.

"Dejemos, por ahora, que los dos marinos encuentren su posada, si es que pueden. Nosotros daremos un pequeño salto atrás. ¿Lo habéis dado ya? ¿Dónde estamos?" (y en el capítulo siguiente) "Estamos, señoras y señores, a bordo del Barba del Sultán, es decir, de un barco pirata, capitaneado por el famoso Alí Badaluc, una especie de gigante, lujosamente vestido a la usanza de los árabes ricos, que en este momento se encuentra sentado en la toldilla, en agradable conversación con el astrólogo Omar Bacuc".

El narrador de esta historia, a la usanza de los antiguos narradores orales, o de los presentadores de la Comedia del Arte, invita a sus lectores a abandonar una escena por otra, presentando a los nuevos personajes, conduciéndolos hacia nuevas acciones que harán avanzar la trama.

Como señala Durán, en la Comedia del Arte los personajes tienen mucha más importancia que el argumento, de allí que la Comedia suela girar en torno a un único argumento: "las peleas entre amos y criados, entre viejos y jóvenes, entre poderosos y miserables, entre sabios y zopencos".

La caracterización de estos personajes en tipos señalados por la tradición nos conduce hacia el humor. Así el avaro Pantaleón sostendrá la bolsa de monedas aún cuando se está hundiendo en el canal a punto de ahogarse; o el despiadado y traicionero pirata Alí Badaluc sólo se sentirá feliz ante el sufrimiento de sus prisioneros. En esta historia los malos son tan malos que nos causan risa, y el aristocrático hijo del Califa es tan educado que no puede abandonar la celda sin antes agradecer al carcelero las atenciones recibidas; ni aceptará jamás lograr su libertad a través del cambio por un simple mercader, considerándose digno tan sólo del campanario de San Marcos.

De un grupo de personajes a otros, de una escena a otra, la narración avanza entre peleas, enredos, secuestros y cómicas persecuciones. Finalmente todo se resuelve de manera feliz, más por intervención del azar que por las esforzadas acciones de los personajes.

Con su larguísima nariz, Pantaleón; con su traje de retazos, Arlequín y el uniforme a rayas de presidiario, Polichinela; cada uno de los personajes de la Comedia del Arte detrás de sus máscaras, aparecerá en el trazo del ilustrador Federico Delicado.

La reedición de La góndola fantasma (*) nos invita a grandes y chicos a disfrutar una vez más de la escritura del maestro italiano Gianni Rodari, y a viajar junto con los personajes de la Comedia del Arte a la bulliciosa ciudad de Venecia del "mil seiscientos y pocos".

Recomendado a partir de los 9 años.

Marcela Carranza

(*) Nota de Imaginaria: La góndola fantasma fue publicada por primera vez en castellano por Editorial Bruguera: Barcelona, 1980; Biblioteca Amarilla, Colección Historias, y reeditada en 1985 por la misma editorial en la colección Bruguera-Todolibro, serie Infantil, Fantasía; la traducción estuvo a cargo de Juan Domingo Sánchez Estop y las ilustraciones interiores fueron obra de Arcadio Lobato (que en aquella época firmaba como José Antonio Lobato).


Foto de Marcela CarranzaMarcela Carranza es maestra y Licenciada en Letras Modernas de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Como miembro de CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) participó en el programa de bibliotecas ambulantes "Bibliotecas a los Cuatro Vientos" y en el equipo Interdisciplinario de Evaluación y Selección de Libros. Actualmente se desempeña como docente de literatura infantil en la Escuela de Capacitación (CePA) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.


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