104 | RESEÑAS DE LIBROS | 11 de junio de 2003

1492 (1)

Jorge Cuello
Ilustraciones del autor.
Córdoba, Argentina, CEDILIJ, 2002.
Nueva edición: Buenos Aires, Calibroscopio Ediciones, 2010. Colección Líneas de Arena.

Portada

(El humor) Al desacralizar nos enseña que siempre hay tramoya, escenografía de cartón pintado, y así nos deja en libertad.

Luis María Pescetti (2)

Hace quinientos años los hombres que se llamaban Cristóbal Colón, pensaban que la Tierra era redonda. Y en la ilustración que acompaña este comienzo vemos a Colón sosteniendo el archiconocido huevo. Sin duda mucho más interesante puede parecernos lo que pensaban "el resto de los hombres": cosas fantásticas en donde trabajaban tortugas, gigantes, forzudos y monstruos marinos parecidos a los dragones chinos.

Las ingenuas carabelas levitan dejando caer sus anclas sobre el mar. También la narración, como las carabelas, parece flotar, insegura, ingenua, sobre los hechos que relata.

El narrador no termina de saber bien qué pasó, ni le preocupa demasiado saberlo ni explicarlo. Se aproxima a los hechos en la versión por todos conocida y aplica su propia lógica. Así se entiende que los barcos de Colón lleven presos y curas ya que los primeros no podrían escapar porque se caerían al agua y los segundos si se caían al agua no importaba, porque en España quedaban muchos...

Ingenuidad que se transforma en lúcida ironía, juego que desenmascara, humor irreverente.

En la ilustración cura y preso son dos figuras gemelas. Cada uno con su atuendo característico nos mira desde páginas enfrentadas. El cura sosteniendo la cruz en gesto exorcista o evangelizador, de él sale un globo de historieta que es a la vez un garabato negro, un tachón oscuro. Del pie del preso sale idéntico tachón pero esta vez a modo de grillete.

El humor, nos dice también Pescetti, no es moralmente neutro, ni está desligado de las relaciones de poder.(3)

El humor (al menos el que nos ocupa aquí) no es moralmente neutro porque descubre, pone en evidencia, nos separa de nuestras sacralizaciones y mostrándonos la realidad en su condición vulnerable, nos deja en libertad.

A un relato escolar deliberadamente pueril de la historia, 1492 opone otro relato, el de una ingenuidad cargada de sentidos.

El humor es siempre un disparo contra la autoridad (4), agrega Pescetti, y en este caso el disparo es contra los clichés que durante toda nuestra infancia nos han ido acompañando (vigentes aún en muchas aulas y publicaciones escolares) para relatarnos "El Descubrimiento de América".

Al acercar 1492 a Joaquín, un niño de once años, una de sus principales observaciones fue: "Parece hecho por un chico".

¿Cuál es la posición del adulto en un libro como éste? No es la más frecuente, por lo menos. El adulto decide abandonar el trono de las verdades preestablecidas y transmisibles a "las nuevas generaciones". El adulto se ríe de sí mismo y con él ríe el niño que se reconoce en esa voz.

Acercarse al niño, ver y relatar desde él, desde su óptica y con ella tratar de vernos a nosotros mismos. Desplazarnos y conocernos.(5)

Un humor impregnado de la mirada infantil, en el texto, en las ilustraciones. Reyes expectantes con la lengua afuera, cuchara y tenedor en mano, ansiosos de que sus barcos lleguen lo antes posible a los almacenes de la India... en donde se conseguía la pimienta muy barata, para hacer la cazuela de mariscos, que me parece a mí le gustaba mucho al Rey y otros invitados. Un tiburón devorando lo que queda de un hombre (su mano) y carteles en el medio del océano que confunden la ruta de los navegantes europeos.

Y buscaron a los indios que vendían pimienta... ...pero sólo encontraron unos que vendían cacao y que los confundieron con otros que habían ido antes, pero que eran más rubios que Colón... Error, confusión y absurdo histórico como parte sustancial del juego, y un final que derrumba lo que pudiera haber quedado en pie de tanta tramoya y cartón pintado para niños en torno al famoso viaje de Colón.

Porque... en fin... qué es lo importante en todo esto sino jugar y reír para burlarse de las cosas importantes. Elogio de la voluntad de reír. Reír intensamente.

Marcela Carranza


Notas

Portada de la edición artesanal de 1492(1) La primera versión de este libro data de 1991, en las vísperas del llamado "Quinto Centenario". Fue un libro-objeto artesanal —realizado a mano de pequeña tirada— que hacía de cada ejemplar un objeto de arte único. En 1997 el libro tuvo una versión de producción mixta (bases impresas, coloreado manual, ver portada a la derecha) realizado con CEDILIJ, que fue distinguido con la Mención "Alberto Burnichon" al Mejor Libro editado en Córdoba (Argentina) y el Fondo Estímulo a la Actividad Editorial otorgado por la Municipalidad de dicha ciudad.

(2) Pescetti, Luis María. "Prólogo" en La Mona Risa (Madrid, Alfaguara, 2001).

(3) Pescetti, Luis María. Op. cit., pag. 12.

(4) Pescetti, Luis María. Op. cit., pag. 15.

(5) Pescetti, Luis María. Artículo "No es de juglares portarse bien", publicado en su página web (http://www.pescetti.com/), en esta dirección: http://www.pescetti.com/juglares.html


Foto de Marcela CarranzaMarcela Carranza es maestra y Licenciada en Letras Modernas de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Como miembro de CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) participó en el programa de bibliotecas ambulantes "Bibliotecas a los Cuatro Vientos" y en el equipo Interdisciplinario de Evaluación y Selección de Libros. Actualmente se desempeña como docente de literatura infantil en la Escuela de Capacitación (CePA) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

 


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