78 | LIBROS | 5 de junio de 2002

El silencio de Malka

Guión de Jorge Zentner / Dibujos de Rubén Pellejero.
Barcelona, Ediciones Glénat España, 1995. Colección Viñetas.

Portada del libro

El silencio de Malka se abre con un sentido prólogo de Jorge Zentner, guionista argentino radicado en España, en el que trata sobre los pogroms que sufrieron los judíos en Rusia después de la muerte del Zar Alejandro II en 1881.

La historieta relata la gesta de los inmigrantes judíos que huyeron de los pogroms de Besarabia y se radicaron en Entre Ríos. Una idea original del estupendo texto de Zentner es introducir en el ámbito provinciano la tradicional leyenda judía del Golem. Según el Talmud la historia data de los tiempos antiguos, pero también se dice que en el siglo XV Rabbí Judah Loew ben Bezabel, de Praga, creó un esclavo de arcilla y le dio vida. La novela El Golem (1915), de Gustav Meyrink, popularizó esta leyenda —en cierta forma un antecedente de los androides, robots y cyborgs— y luego esa tarea de difusión la tomó el cine.

Los diálogos de Jorge Zentner no agotan la explicación, sino que dan pie para que el dibujo de Rubén Pellejero complemente la acción o deje en libertad al lector de imaginar los hechos ausentes que surgen de las numerosas elipsis que tiene la historieta.

Hay una interesante vuelta de tuerca en la trama: Rosita, la nieta de la curandera Tomasa, se enamora del Golem. Para que la joven lo conquiste, la curandera le proporciona a su nieta un filtro de amor, pero el Golem reacciona con una violencia asesina brutal y elimina prácticamente a toda una familia. Luego huye a Buenos Aires y en los años veinte se convierte en un matón al servicio del caudillaje.

El admirable guión de Zentner permite que Pellejero muestre sus virtudes gráficas, centradas en un dibujo brillante, en sólidos trabajos de composición y en el manejo del color. El artista emplea numerosos planos generales, pero también exhibe audaces primerísimos planos de pies, rostros, manos y ojos. La carrera del Golem en busca de un médico rural es una secuencia magistral de cuadros mudos. También se destaca la viñeta página donde se muestra al Golem y a Rosita separados en dos cuadros verticales unidos por la luna. La recreación del Buenos Aires de los caudillos conservadores y radicales es de una belleza plástica conmovedora y contiene ilustrativas estampas de costumbres. La tormenta que azota al tío Zelik presenta efectos visuales de inusual calidad.

El silencio de Malka es una historieta altamente recomendable, en la cual se logra el objetivo planteado por los argentinos Muñoz y Sampayo (los responsables de Alack Sinner): que guionista y dibujante sean un solo creador.

Germán Cáceres


Germán Cáceres es autor de los ensayos sobre historietas Charlando con Superman (1988), Oesterheld (1992), Así se lee la historieta (1994) y El dibujo de aventuras (1996). Además, escribió El checo, la giganta y el enano (cuentos, 1974), Frankenstina (cuentos, 1977), Cuentos para mocosos y purretes (1980), Los silencios prohibidos (novela, 1982), Los pintores mueren del corazón (cuentos, 1985), Matar una vez (novela, 1992) y las novelas juveniles Soñar el paraíso (1996) y Traficantes de la selva (1999). En 1993 apareció en diskette Thrillers al Sur, compilación de cuentos policiales, reeditado en el corriente año por la editorial virtual Ibucs. En teatro publicó Vamos a Manhattan (1998), Suicidios en la cuarta dimensión (1999) y El postre (2001).

En 1986 recibió Mención de Honor Premio Municipal en Cuento. Obtuvo cuatro "Fajas de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores": en 1992 en novela y en ensayo, en 1998 en teatro y en 1999 en literatura infantil. En 1996 mereció Mención de Honor en el Concurso Internacional de Ficción sobre Gardel (Montevideo-Uruguay). En 1999 la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le otorgó el 1er. Premio Especial "Eduardo Mallea" por su ensayo La aventura en América.


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