66 | RESEÑAS DE LIBROS | 12 de diciembre de 2001

Canto rodado
La literatura oral de los chicos

Carlos Silveyra
Buenos Aires, Ediciones Santillana, 2001.
Colección Aula XXI

Portada de "Canto rodado. La literatura oral de los chicos"

Adivinanzas, colmos, coplas, retahílas, trabalenguas... Abrir los oídos, aguzar las sonrisas, suscitar la música, asociar ideas, cubrir y descubrir significados escondidos, guardar y sacar palabras de las cajitas secretas de las memorias infantiles (las de antes y las de ahora)...

Tantas maravillas literarias están con los chicos y por los chicos hoy y desde siempre en la literatura oral que crean y recrean constantemente.

El folklore infantil no es un viejo arcón con telarañas que alguien saca a relucir con intención arqueológica o con nostalgia. Como dice Luis Díaz Viana (1), no hay que esperar que pasen varias generaciones para recoger y estudiar la literatura que hoy mismo los chicos están produciendo.

Esta idea del folklore infantil como "materia viva, palpitante, inacabada" (2) no es nueva para Carlos Silveyra. Desde hace muchos años presta su oído atento e interesado a estas voces de los chicos. Su exhaustiva labor como compilador y estudioso de la literatura oral infantil, dio como resultado múltiples recopilaciones de estos formatos particulares.

En el libro de reciente aparición Canto rodado. La literatura oral de los chicos aporta una valiosa síntesis reflexiva sobre este trabajo.

Parte de la precisión conceptual con respecto a su objeto de estudio en una zona teórica poco transitada hasta ahora en la que suelen manejarse definiciones a veces confusas. Compara distintas pespectivas de análisis, como la francesa, la iberoamericana y la anglosajona, frente a corpus similares y agrega a estas consideraciones conceptuales un recorrido histórico por las formas de transmisión de esta literatura en nuestro país. Por último, reflexiona críticamente sobre la relación actual entre la escuela y la literatura, caracterizada mayormente por desvirtuar la esencia de esta última al diluirla en otros discursos. En el caso del folklore infantil, plantea una tendencia a la subestimación de sus formas literarias a favor de un tipo de literatura considerado prestigioso. En este sentido, Silveyra enfatiza la importancia de que la escuela valorice la literatura oral que hoy se produce como una excelente vía para explorar la dimensión polisémica de este particular uso del lenguaje.

El capítulo dedicado a la clasificación y definición de las distintas especies del folklore infantil se caracteriza por la exhaustividad y por el sello que le otorgó la observación y escucha directa de estos formatos en boca de los chicos.

Uno de los aportes más significativos de esta clasificación es la incorporación de algunos formatos que no suelen estar incluídos en otros intentos clasificatorios, como por ejemplo "las cruzas", "las preguntitas", "cómo se llama la obra", o "los chistes".

En el capítulo "El folklore infantil y la escuela", Silveyra plantea la conveniencia pedagógica de incluir la literatura oral en el trabajo escolar por su valor en la recuperación de la herencia cultural y por jerarquizar de este modo la cultura popular. También reflexiona sobre cómo la lectura y producción de este tipo de textos proporciona un repertorio ideal para un aprendizaje significativo.

El humor que caracteriza a este tipo de textos, sobre todo en sus variantes más recientes y urbanas es destacado por el autor como una forma altamente eficaz de relacionarse con el lenguaje y la realidad.

En este capítulo Silveyra desarrolla dos instrumentos útiles a la hora de incorporar este tipo de literatura en proyectos y actividades escolares. En primer lugar, formula una secuenciación de contenidos relacionados con el folklore infantil en el Nivel Inicial y EGB 1 y 2 teniendo en cuenta las posibilidades cognitivas de los chicos de diferentes edades. Por último, plantea una serie de consignas de escritura a partir de distintos formatos.

El libro concluye con un valioso anexo para los interesados en profundizar en el folklore infantil. Allí el autor presenta una nómina de las publicaciones que recogen el folklore infantil en todos los países de habla hispana y un detalle de la bibliografía relacionada con el tema.

Cecilia Bajour


Notas

(1) Viana, Luis Díaz. "La niñez olvidada: poesía infantil de ahora", en revista CLIJ, Año 3, Nº 14; Barcelona, febrero de 1990.

(2) Silveyra, Carlos. "Introducción" de Canto rodado. La literatura oral de los chicos.


Cecilia Bajour (cecibajour@infovia.com.ar) es Profesora en Letras. Se desempeña como docente en las áreas de Literatura Infantil y de Taller de escritura de la Escuela de Capacitación (CePA) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y coordina talleres literarios para adolescentes y adultos. Es integrante del grupo de estudio La Nuez en el área de Literatura Infantil y Juvenil. Actualmente es una de las coordinadoras de la Cátedra Abierta "Nuevas miradas sobre literatura infantil y juvenil contemporánea" organizada por la Escuela de Capacitación (CePA).


Artículos relacionados: