39 | LECTURAS | 29 de noviembre de 2000

¿Leer qué en el Siglo XXI?
En busca del libro que muerda
(Segunda parte)

por Sandra Comino
Ilustraciones de Douglas Wright

(Artículo extraído, con autorización de la autora, de la Revista Latinoamericana de Literatura Infantil y Juvenil N° 11, editada por Fundalectura, Sección Colombiana de IBBY; Bogotá, enero-junio de 2000.)

Parte 1 - Parte 2

Ilustración de Douglas Wright5. La literatura cautiva

La literatura no está en crisis, la crisis es del gobierno, del mercado, de los seres que nos hacen creer que estamos bien, pero la desocupación, el hambre y la deserción escolar nos acompañan a diario.

Dijo Marina Colasanti: "El primer día del siglo XXI muchos chicos despertarán tan analfabetos o semianalfabetos como se acostaron la noche anterior. Viviendo en casas sin servicios básicos, amenazados por enfermedades contra las que no tendrán defensas adecuadas, masticando con dientes cariados comidas insuficientes y yendo a trabajar como pequeños adultos. Estos chicos estarán en aquel simbólico día, más próximos a la Edad Media que al tercer milenio." (7)

Y pensé: un niño que no come tampoco tiene libros y eso no es justo. Y pensé en la importancia de llevar a esos sitios los libros. Cuando un libro muerde ya no pueden manipular a ese lector. Cuando un libro muerde se comienza a pensar y eso es peligroso para los que creen que los libros no muerden. Cuando un libro muerde el miedo desaparece. ¿Por qué el miedo a que muerdan los libros? ¿Qué mejor que un libro te muerda? Dijo Cortázar. Y pensé en nuestra tarea de despabilar mediadores, de difundir libros como lo que les he compartido. Y descubro que tenemos una gran literatura. Una transformación en la escritura, en la calidad gráfica, en las ilustraciones. La crítica y la resolución ideológica aparecen en los cuentos. Y vuelvo a citar a Cortázar cuando dijo: "Los escritores de dividen entre aquellos que eligen una literatura política y los que se encierran en una creación pura". (8)

Tenemos escritores con una obra inmersa en un contexto social. Hasta ahora sólo abordé autoras. Ahora citaré un fragmento breve escrito por un hombre. Hay un mito en el campo de la literatura infantil que dice que es una literatura escrita por mujeres. Pero no. Hay muchos hombres que escriben y son como las brujas: "dicen que no existen pero que los hay, los hay".

Intermedio en solfa. Gustavo Roldán (9)

"—A ver amigo yacaré —dijo el sapo—, necesito que me ayude a ordenar algunas ideas. Pregúnteme usted todo lo que se le ocurra de la gente de Buenos Aires, que yo le voy contestando al vuelo.

"El Yacaré miró para arriba, abrió la boca, y comenzó a preguntar.

"—¿Con que se visten?

"—Con blue jeans.

"—¿Qué música escuchan?

"—El long play de rock and roll que está primero en el ranking.

"—¿Qué toman?

"—Scotch on the rock los grandes y seven up los chicos.

"—¿A qué juegan? ¿Cómo se entretienen? —preguntó el yacaré un poco molesto.

"—Juegan al rugby, al pool, al wind surf, miran en la T.V. los programas de más rating, leen el best seller de moda y ven westerns en el cine.

"—Usted me perdonará don sapo —dijo el yacaré—, pero no le entiendo nada y no le creo. ¿Qué le hicieron en Buenos Aires? ¿Con qué palabras se vino hablando?

"Y mientras el sapo se quedaba pensativo, el yacaré se metió en el agua murmurando:

"—Sapo mentiroso, miren si voy a creer que en la Argentina la gente va a andar hablando con esas palabras." (9)

Quinto motivo para asegurar que los cuentos muerden.


6. La perseguida

La literatura fue perseguida en Argentina y eso quedó en la mente de los pueblos. Otra escritora perseguida durante el gobierno militar de 1976 fue Elsa Bornemann. Su libro Un elefante ocupa mucho espacio fue también prohibido. Aparecía en el cuento un elefante que hacía huelga. No se podía leer ese libro en las escuelas. El elefante desautorizaba al rey de la selva. El libro metió miedo.

Una parte del cuento dice:

"La gente que esa tarde se aglomeró delante de las boleterías, las encontró cerradas por grandes carteles que anunciaban: CIRCO TOMADO POR LOS TRABAJADORES. HUELGA GENERAL DE ANIMALES." (10)

La escritura a veces se convierte en una lucha por dar significado. Los pueblos cuentan su historia a través de su literatura. Así como la irrupción de los recuerdos es involuntaria, la narración quizá voluntariamente se hace visible. El escritor escribe como dice Juan José Saer, desde un lugar. "Desde un lugar que está dentro de un sujeto, que se ha vuelto paradigma del mundo y que lo impregna, voluntaria o involuntariamente con su sabor peculiar: lo escrito." (11) Y escribieron defendiendo un género y hoy podemos hablar de literatura infantil.

Como dice Tolkien: "Los niños son capaces de una fe literaria cuando el arte del escritor es bueno." (12) No por ser niños deben leer cosas escritas en diminutivo. Ni cosas al margen de la realidad. Ni obviar aquello que los adultos mediadores consideran peligroso.

Este fragmento pertenece a Horacio Clemente :

"Era una persona del sexo femenino que no tenía ningún animal en su departamento. Tenia unas pocas hormigas y algunas cucarachas. (...) Un día se le apareció un gatito en la casa. Lo echó. Otro día se le apareció un perro. También lo echó.

"(...) La persona vivía sola. No tenía esposo ni novio ni nada; era muy soltera.

"Un día se le apareció un sapo.

"(...) Lo iba a echar, pero dijo: —¿Y si fuera un príncipe?.

"Había leído muchísimos relatos de sapos encantados, de príncipes convertidos en sapos (....)

"El sapo la miraba, con esos ojazos tan saltones como son los ojazos de los sapos.

"—Me mira —dijo la persona—; me ha elegido a mí.

"(...) Ella se miró en el espejo y vio que estaba desarreglada. Entonces se cambió de ropa, se tiñó el pelo, se lavó los dientes. Puso dos platos en la mesa, dos copas, una botella de vino blanco (...)

Ilustración de Douglas Wright

"—Voy a esperar hasta las doce de la noche; si a esa hora no se convierte otra vez en príncipe me voy a dormir (...)

"En verdad eran las siete de la tarde. A las siete y veinte el sapo pegó otro salto, alcanzó la ventana, se comió una mosca y al querer cazar una avispa perdió el equilibrio y cayó a la calle.

"—¡Un sapito! -exclamó una nena que pasó justo en ese momento. Lo recogió, lo llevó a su casa (...) La nena tiene una gata y un perro, tiene un conejo que anda suelto, tiene unos peces en una pecera.

"Ahora también tiene un sapo, en el balcón en donde la mamá hizo su pequeño jardín." (13)

Sexto motivo para dejarse morder por un libro.


7. La literatura recobrada

Entonces se me ocurrió que la magia, la fantasía, un libro que muerda puede ser la resistencia a la crisis.

La literatura se divide en dos grandes ramas: la literatura fantástica, donde la fantasía puede ser para algunos peligrosa, y la literatura que, como decía Cortázar, refleja un contexto social. La tendencia en Argentina, después de la dictadura, es la aparición de una nueva manera de escribir donde se refleja la realidad y no se descuida la fantasía. Se privilegia la historia y la escritura. Una literatura que recobra la esencia perdida. Una literatura que resiste a la crisis. El mercado está en crisis. La escuela está en crisis. La literatura resiste. La literatura lo atraviesa todo. Existe un antes y un después de la dictadura. Los escritores que vivieron esa represión no son los mismos. Ya no hay historias vacías. Reconocemos en la voz de los narradores un tiempo recobrado. Héroes contemporáneos activos y con ideales vienen a poblar una literatura nueva. En esta época que nos ha tocado transitar donde como dice Christian Ferrer, "La televisión tiene estrictamente prohibido a sus actores envejecer, o incluso morirse", (14) para leer el siglo XXI hay que buscar libros que muerdan...

Portada de "La abuela electrónica"La abuela electrónica, Silvia Schujer. (15)

"Mi abuela funciona a pilas. O con electricidad, depende. Depende de la energía que necesite para lo que haya que hacer.

"Si la tarea es cuidarme cuando mis padres salen de noche, la dejan enchufada. La sientan sobre la mecedora que está al lado de mi cama y le empalman un cable que llega hasta mi teléfono por cualquier emergencia.

"Si en cambio va a prepararme una torta o hacerme la leche cuando vuelvo del colegio, le colocamos las pilas para que se mueva con toda libertad.

"Mi abuela es igual a las otras. En serio. Sólo que está hecha con alta tecnología. Sin ir más lejos, tiene doble casetera y eso es bárbaro porque se le puede pedir dos cosas al mismo tiempo. Y ella responde.

"(...) Hace unos días, sin embargo, mi mamá dijo que quería cambiarla por un modelo más nuevo. (...) La idea no me gusta para nada.

"(...) A decir verdad, desde que en casa están pensando en cambiar a la abuela, yo estoy tramando un plan para retenerla.

"Sí. De a poquito la estoy entrenando para que pueda vivir por sus propios medios.

"(...) Mi objetivo es que aprenda a llorar. A llorar como loca. Y lo más pronto posible, así el día que se la quieran llevar como parte de pago para traer una nueva, el escándalo lo armamos juntos."


Notas

(7) Colasanti, Marina. Año 2000, la no-frontera de lo imaginario. Ponencia leída en el 5° Congreso Internacional de Literatura Infantil y Juvenil. Córdoba, CEDILIJ, 1997.

Portada de Sapo en Buenos Aires(8) Cortázar, Julio. Años de alambradas culturales. Buenos Aires, Muchnik, 1984.

(9) Roldán, Gustavo. Sapo en Buenos Aires. Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1993; pág. 41.

(10) Bornemann, Elsa. Un elefante ocupa mucho espacio. Buenos Aires, Fausto, l991; pág.12.

(11) Saer, Juan José. El concepto de ficción. Buenos Aires, Planeta, 1997.

(12) Tolkien, J.R.R. Los monstruos y los críticos y otros ensayos. Barcelona, Minotauro, 1998; pág. 161.

Portada de Sapo en Buenos Aires(13) Clemente, Horacio. "El sapo que se volvió sapito". En: La gallina de los huevos duros. Buenos Aires, Sudamericana, 1990.

(14) Ferrer, Christian. Mal de ojo. Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1996.

(15) Schujer, Silvia. La abuela electrónica. Buenos Aires, Sudamericana, 1994.


Bibliografía consultada

  • Montes, Graciela. El corral de la infancia. Buenos Aires, Gramón Colihue, 1990.

  • Pennac, Daniel. Como una novela. Bogotá, Grupo Editorial Norma, 1996.

  • Ricoeur, Paul. Tiempo y narración. México, Siglo XXI Editores, 1995.


Foto de Sandra CominoSandra Comino (asienlatierra@yahoo.com.ar) nació en Junín, provincia de Buenos Aires, en 1964. Es escritora, docente y coordinadora de talleres de escritura y de promoción de la lectura, e investigadora de Literatura Infantil y Juvenil. Coordina la Biblioteca Infantil de la Fundación El Libro de Buenos Aires. Forma parte de la Comisión Directiva de ALIJA (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina), y es integrante del Consejo de Edición de la revista La Mancha.

Así en la tierra como en el cielo (Grupo Editorial Norma), su primera novela, fue finalista en el concurso Premio Norma-Fundalectura 1998. La enamorada del muro (cuento), fue galardonado con el Primer Premio del concurso "A la Orilla del Viento" 1999, del Fondo de Cultura Económica de México.

Ejerce el periodismo y colabora en medios gráficos en crítica literaria. Ha publicado en Cronista Comercial, A-Z diez, La Nación, Puro Cuento, Horizonte de Cultura y Planeta Urbano, entre otros medios de Argentina y otros países.


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