22 | RESEÑAS DE LIBROS | 5 de abril de 2000

La Cenicienta rebelde

Ann Jungman
Ilustraciones de Javier Olivares.
Traducción de Paz Barroso.
Madrid, Ediciones SM, 1993.
Colección El barco de vapor, Serie Blanca.

Portada de "La Cenicienta rebelde"

Quienes buscaban otro punto de vista sobre los cuentos tradicionales encontrarán en La Cenicienta rebelde un ejemplo muy interesante a tener en cuenta.

La trama, el ambiente y los personajes son los mismos que en el cuento de Perrault pero las diferencias aparecen desde el comienzo:

"Hace mucho tiempo, en un país lejano vivía un rico comerciante con sus tres hijas.

"A las dos hijas mayores, Herminia y Esmeralda, les gustaba peinarse, probarse vestidos, pintarse las uñas y charlar.

"Clementa, la pequeña, era diferente.

"Prefería trepar a los árboles, montar a caballo sin silla, patinar sobre una fina capa de hielo y correr descalza."

Clementa es la rebelde Cenicienta en este cuento de Ann Jungman y, contrastando también con la versión tradicional, no se ve relegada por sus frívolas hermanas sino que ella misma elige hacerse amiga de las criadas y divertirse con ellas en la cocina.Tampoco le interesa ir al baile del palacio y, con la ayuda del Hada Madrina, monta su propia y fantástica fiesta.

Como la fiesta de Cenicienta es un éxito y deja sin invitados a la del rey, es el príncipe en persona quien va al encuentro de la protagonista.

El final feliz de los cuentos maravillosos no podía faltar en La Cenicienta rebelde, pero aquí cada uno de los personajes será dueño de elegir su destino.

El espíritu rebelde de Cenicienta se refleja en las imágenes creadas por el ilustrador Javier Olivares y le dan al libro un entorno gráfico que se conjuga perfectamente con el relato.

Recomendado a partir de los 5 años.

Roberto Sotelo


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