Libros para todos en Brasil
"La literatura infantil y juvenil —que en Brasil ha sido siempre muy viva desde que en los tiempos de la dictadura militar fue el refugio de grandes escritores como antídoto contra la censura— acaba de recibir una reconfortante inyección con la decisión del Gobierno de adquirir de las editoras cuatro millones de libros para dedicarlos a las bibliotecas públicas de todo el país."
Así comienza el artículo Por la Literatura Infantil, aparecido en el suplemento literario Babelia del periódico español El País, el pasado 16 de octubre. El periodista Juan Arias informa que el gobierno brasileño realizó una selección de cien autores dedicados al género y, de cada uno de ellos, escogió una obra premiada por la Asociación Nacional del Libro Infantil-Juvenil para efectuar una compra de 40.000 ejemplares de cada título escogido.
El deseo de todos los sectores sociales involucrados en torno al libro es que el Estado continúe con este emprendimiento, una elogiable iniciativa para el fomento a la creación y producción de libros que se traducirá, sin duda, en un importante estímulo a la lectura en los niños y jóvenes.
"Por lo pronto —continúa el artículo— las editoriales están apostando por el género infantil de máxima calidad, hasta el punto de que editoras como Moderna-Salamandra están cortejando a los escritores y poetas consolidados del género adulto para que escriban también para los niños."
Pascoal Soto, editor de Salamandra, ya ha llevado para su catálogo al poeta Thiago de Mello con el libro Amazonas, de temática ecológica y a los también poetas Elisa Lucinda y Manoel de Barros, con A menina transparente y Exercicio de ser criança, respectivamente. Otro autor que ha sido invitado por el sello Salamandra para incursionar en el género infantil-juvenil es Paulo Coelho, el autor de El alquimista.
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